Mawio Med Mawio (version en español)

Cuarto capitulo uwu

Otro día soleado, como cada uno de esos días, nuestros valientes (excepto Cosa-cactus) viajeros estaban en el camino del campo llenos de alegría, o algo así -- tal vez estaban borrachos o alucinando por el calor abrasador.

Cada día era más evidente que estaban más cerca de Justdesert, ya que el clima era más cálido y seco, pero aún quedaba un largo camino por recorrer: como el desierto que estaban empezando a cruzar. Por alguna razón, Cosa-cactus se sentía extrañamente bien en comparación con sus amigos -es decir, era medio cactus LoL-:

- ¿Cómo puede ser que todavía estés tan brillante y despampanante? -dijo Miss Fernsby sufriendo el calor- ¡¡Hace demasiado calor!!

- No sé -respondió Cactus-, creo que en verdad no hace tanto calor... 

- No es tan grave, yo mismo estoy perfectamente bien -afirmó Mawio, mientras se sostenía a su caballo y se derretía.

- Bueno, estoy cansada, y sedienta!! ¿Podemos parar?

Pero no podian, ya que se iban a derretir si se quedaban en medio del desierto. Continuaron el camino hasta que se puso el sol y entonces se tumbaron en círculo, alrededor de una hoguera, e intentaron descansar.

Pero no duraron mucho:

- ¡Dios mío, santo Cristo! -gritó la señorita Fernsby- ¿No hay una temperatura normal aquí?

- No sé de qué estás hablando - dijo Mawio temblando literalmente de frío.

- Yo personalmente siento... -comenzó Cactus- Nada . Un poco de frío pero... 

- ¿¡SOY LA ÚNICA QUE SE ESTÁ VOLVIENDO LOCA AHORA MISMO!? 

- Puede ser -dijo Mawio tratando de ocultar sus temblores.

Al día siguiente, cuando se despertaron, descubrieron que Mawio estaba congelado, literalmente, congelado. Así que tuvieron que arrastrarlo todo el camino hasta encontrar otro bar (que obviamente salió de la nada). 

- Hola -trató de ser amable la señorita Fernsby en la puerta-, verá, querido amigo, tenemos un caso de "chico congelado" aquí. ¿No será usted muy, muy, súper amable al dejarnos entrar?

- Bueno, sí, por supuesto.

- ¿Puedo entrar? - dijo la señorita Fernsby.

- Acabo de decir que puedes... -pero ella... él... el género no identificado no estaba diciendo "puedes".

- Lo siento, no entiendo... ¿Puedo entrar?

- Qu -estaban confundidos- Sí, sí puedes.

- Aaaaahh - por fin lo entendió - Bueno, gracias, querido.

Empezaron a tratar a Mawio con agua caliente para que se derritiera el hielo poco a poco, pero el pobre chico guapo seguía inconsciente.

Miss Fernsy tuvo que ausentarse un momento para hablar con el hostelero sobre los costes:

- No quiero parecer grosero -dijo el hostelero- pero DiNeRo.

- Ow, por supuesto -Miss Fernsby revisó su bolsillo, había menos y menos dinero cada vez que lo revisaba. 

Ella era la única que tenía dinero entre los tres cuando iniciaron el viaje, así que era la que pagaba amablemente cada vez que era necesario. Pronto no tendrían dinero.

- Por supuesto, DiNeRo -repitió mientras que iba con ellos.

Mientras tanto, la Cosa-Cactus observaba a Mawio abriendo los ojos.

- ¡Mawio, Mawio! ¡¡Te estás despertando!! Estoy tan feliz...

Mawio sacó un cúter y le cortó la mano. Ella lloró.

- Ah, sólo eres la cosa  cactus. Pensé que eras algo a lo que temer.

- TENGO MIEDO DE TI. ¿POR QUÉ HAS HECHO ESO? -gritó agarrando su... mano.

- Neeh -dijo con indiferencia- No te hagas la víctima, me despertaste, pude estar en peligro y me defendí.

- Es justo -dijo Cactus-, supongo...

- No te preocupes -intentó consolarla Mawio-, un amigo del tío mi tío perdió su brazo y está bien. Creo...

Ese amigo del tío de su tío, que también perdió su brazo con Mawio, no estaba bien.

Se dieron cuenta de que del no-mano salía no-sangre, era... ¿agua...? Y del agua salió otra mano idéntica.

 

En ese momento entró en la habitación Miss Fernsby con el corazón roto y menos DiNeRo.

- Al menos vamos a tener un buen descanso...

- No -dijo Mawio de nuevo-, ya he dormido bastante. Continuemos.

- ¿Qué? -pensó en el dinero que se gastó para alquilar habitaciones para la noche- Señorita Cosa-cactus, usted no durmió ni comió... está conmigo, ¿no?

- Yo también me siento bien. Continuemos.

- ¿QUÉ? Pero... Pero...

Mawio y Cactus-thing se levantaron, pero Miss Fernsby la agarró por los brazos:

- No tienes calor, no tienes frío, no tienes sed,... ¡¿Qué eres tú?!

- Creo que soy un cactus.

- Y puede ser inmortal...-añadió Mawio confundido.

- Ah -respondió tranquilamente la señorita Fernsby-. Eso explica muchas cosas. Continuemos entonces.

Y así, continuaron el viaje. Y Mawio volvió a congelarse dos veces y se quemó en llamas una vez.

 



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En el texto hay: emofantasy

Editado: 28.04.2021

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