Narrado por Dilan Betswel:
Ella es tan hermosa, su cabello negro, su piel morena clara, sus ojos verdes brillantes que me matan, esa sonrisa tan perfecta, su cuerpo, y su aroma. Simplemente ella es espectacular de pies a cabeza.
Su forma de ser me vuelve loco. Es dulce, tierna, inocente, educada, gentil, divertida y, diferente a las demás, eso se nota con tan solo observarla. Soy una persona completamente diferente cuando estoy cerca de ella. Cuando se ríe soy el hombre más feliz y, lo único que quiero es que esa sonrisa jamás desaparezca. Ese ha sido mi único propósito desde que la vi.
Nunca he sido alguien de enamorarme, ni de tener relaciones estables, siempre he tenido chicas sólo para pasar el rato y luego nunca más buscarlas. Pero, con Sofia es diferente, hay algo que me impide alejarme de ella y me hace pensarla en todo momento.
Mi madre no tarda en llegar de Europa, todos en la casa estamos ansiosos por la llegada de ella. El único que no lo demuestra es mi padre. Él siempre ha ocultado sus sentimientos y, así nos ha criado a mi hermana y a mi. Lo único que realmente demuestra que le importa es su empresa y sus negocios.
Lucia, mi hermana mayor. Siempre discutía con mi padre porque ella no quería trabajar como gerente en la empresa de él. Así que, decidió mudarse a Los Ángeles, para trabajar como directora de cine. Ella y yo nos llevamos genial, aveces la extraño aunque ya me he acostumbrado.
A mi padre parece no importarle en lo absoluto el hecho de que mi madre vuelva ya que se fue temprano. Pero sé que sí le importa y que el aún la ama.
Lo sé porque un día entre sin avisar a su oficina para buscar las lleves de su auto y, encontré una foto enmarcada de ellos recién casados. Ambos son el uno para el otro, son igual de controladores, trabajadores y elegantes. Aunque mamá es un poco más dulce.
*suena el timbre de la casa *
Bajo en seguida apenas oigo los gritos de emoción de mi abuela.
- Diana, por fin estas aquí querida -Dice mi abuela.
- Hola cler, es un gusto volverte a ver -Dice mi madre abrazándola.
- ¡madre! -Digo acercándome con los tulipanes en la mano.
- ¡Oh Dilan! Hijo mio -Dice Abrazandome.
- ¡Tulipanes! Son mis favoritos. -Dice oliendo la caja de flores.
- Sí, me ayudaron a escogerlas para ti.
- Pues esa persona tiene un muy buen gusto, dale las gracias de mi parte. -Dice ella.
- lo haré... -Asiento sonriendo levemente.
- Familia les tengo una sorpresa, traje a alguien conmigo de Francia. -Dice mi madre.
- Emily, puedes entrar -Dice mi madre emocionada.
- ¿Emily? -Digo sorprendido, borrando la sonrisa que tenia.
- Hola señora cler, Hola Dilan -Dice sonriendo.
- Hola Emily -Digo seriamente.
Emily es la ahijada de mi madre, que hace mucho vivia en Francia, mi madre vivía en su casa junto con la madre de Emily, quien es la mejor amiga de mi madre. Emily siempre ha estado enamorada de mi, pero a mi solo me fastidia porque es demasiado egocéntrica y mimada por su padre.
- Hijo, ¿podemos hablar? -pregunta mi madre, llevándome algo lejos de mi abuela y Emily.
- Sé que nunca te ha atraído Emily. Pero te pido que la trates mejor, algún día ella sera tu prometida. Lo acordamos desde que ustedes estaban muy chiquitos ¿recuerdas?
- ¿QUEE? MAMÁ ESTAS LOCA? Pensé que se te había quitado esa absurda idea. -Digo alterado.
- no alces la voz, lo harás algún día y punto. Esto no se discute. Emily es la mujer que te conviene, su familia es de dinero y eso es bueno para nuestra imagen.
- Tú no puedes planear mi vida, no tienes ningún derecho y claro que no lo haré, y eso es lo que no se discutirá. Ya no soy un niño madre, no me dejare manipular a tú antojo. Suficiente he tenido de eso. -Digo furioso, saliendo de la casa y dejando a todos impactados y a mi madre en shock.
Salgo completamente de mi casa, me subo a mi auto y empiezo a conducir sin ningún rumbo. No puedo creer que mi madre aún piense que puede hacer mi vida a su antojo. Quería desahogarme, pero no se me ocurría mejor persona que Sofia. Así que decidí escribirle.
Narrado por Sofia Lawnder:
Mi madre tenia una conferencia de trabajo en chicago, que duraría una semana entre cierre de contratos, negocios y asuntos de trabajo empresariales como esos. Así que tendría que partir justo ahora para el aeropuerto.
Dejo a Joan a cargo, porque es el mayor solo por un año, pero igual es el mayor.
- Adiós mis niños. Los amo, los extrañare -Dice mamá, melancólica.
- prometanme que se portaran bien, que no harán ninguna locura, y que si hay alguna emergencia me llamaran, e incluso cuando no la haya. Bueno yo igual los estaré llamando cada que pueda -Agrega mi madre.
- Esta bien mamá tranquila, pronto cumpliré 19 soy mayor de edad y responsable. -Dice Joan.
- Sí mamá puedes estar tranquila. -Agrego yo.
- Adiós mamá, te amamos, te extrañaremos -Dice joan.
Mamá se fue después de darnos miles de recomendaciones. Yo subí a mi habitación y mi hermano se quedó abajo viendo películas en el sofá.
Me encontraba en mi cama leyendo, cuando de repente vibra mi celular, lo miro y se me acelero el corazón cuando vi que era un mensaje de él:
Crush: Hola ¿estas en tu casa?.
Sofia: Hola... Sí estoy en casa ¿por qué?.
Crush: ¿Tu madre ya se fue?
Sofia: ¿como sabes?
Crush: Estoy enfrente de tú casa, vi a tu madre salir en su auto.
Sofia: ¿Que? ¿Como que estas enfrente de mi casa? ...Sabes, aveces me das miedo.
Crush: Acabo de tener una discusión en mi casa y quería desahogarme contigo.
Admito que me asuste cuando me dijo que estaba enfrente de mi casa, pero también admito que me alegró que estuviera allí. Y mucho más cuando me dijo que quería desahogarse conmigo. Sentí nuevamente esa sensación extraña en mi pecho y estómago.
Editado: 04.05.2020