[La familia tomó asiento y nuevamente el encargado de pedir fue Bastián y al cabo de un rato, Hoa le preguntó a Gaspar si podía hablarle un momento en privado, él asintió confundido y se sentó con ella en otra mesa un poco apartada de sus hijos y de Dafne.
–¿Sucede algo? –preguntó extrañado Gaspar.
–Señor Davis hoy vino la chica que lo acompañó al almuerzo el día de ayer y me dijo muy enfáticamente que es su novia, quiso advertirme que me alejara de usted y de sus hijos –a medida que Hoa hablaba todos los músculos de Gaspar se iban tensando–, yo quiero saber que conducta debo asumir si ella regresa, porque prácticamente me amenazó.
–Le ofrezco mis disculpas por el comportamiento de la señorita Robles –Hoa sintió cierta incomodidad porque él no terminaba de aclararle su relación con ella y más parecía que la apoyaba–, se ha tomado atribuciones inapropiadas y me encargaré personalmente de que no vuelva a molestarla.
–Gracias señor Davis.
–Yo le agradezco por decírmelo y tome la conducta que considere necesaria, ella no es mi novia y no tiene nada que ver con mis hijos.
Gaspar Davis no sería capaz de imaginar el alivio que sintió Hoa con sus palabras, lo cual disimuló muy bien. Él regresó a la mesa con sus hijos y estos ya estaban degustando varios mini postres alegremente. Bastián invitó a Hoa a sentarse con ellos y ella accedió por un momento solamente, el niño le preguntaba por los nombres de los postres y por los ingredientes principales, Gaspar la observaba con disimulo y Dafne no perdía detalle del comportamiento entre su jefe y su amiga.
Esta vez hubo una pequeña riña antes de la despedida por el tema de la cuenta, ya que Hoa intentó no cobrarle, pero Gaspar le pidió a uno de sus hombres que cancelara todo directamente en caja, no se sentía cómodo y finalmente ella lo entendió, pero igual les mandó a preparar una tarta de fresas para que se la llevaran y esa no hubo forma de que se la rechazaran, de hecho, se la entregó a Dafne y así zanjó el dilema. Cuando se retiraron, el CEO se despidió de ella con un cálido apretón de manos que prolongaron más del tiempo esperado, lo que no pasó desapercibido para Archer, ni para Dafne.]
***
Gaspar esperó a llegar a la casa y dejar a sus hijos y a Dafne, para preguntarle a Octavio:
–¿Por qué yo no supe que Verónica Robles estuvo en el restaurante hoy amenazando a Hoa?
–No fui informado de eso jefe. ¿Qué pasó?
–Verónica le dijo a Hoa que es mi novia y que no interfiriera conmigo y mis hijos.
–¿Qué?, ¿por qué hizo eso?, ¿pasó algo entre ustedes para que piense que es tu novia?
–Lo único que ha pasado es una reunión de negocios y una comida con todo el grupo, ni siquiera he estado a solas con esa mujer, pero quiero hablar con ella de una vez por todas. Llévame a su hotel Adán, por favor.
Al llegar a la recepción Octavio preguntó por Verónica Robles, cuando lo comunicaron y él le dijo que Gaspar Davis la solicitaba, ella pidió que subiera a su habitación, pero Gaspar se negó enfáticamente, la invitó a verse en el bar del hotel, él no quería malos entendidos por lo tanto Adán y Octavio estarían muy cerca de ellos.
Verónica hizo acto de presencia caminando hacia Gaspar con un estilo de pasarela que hizo tragar grueso a Octavio y a Adán, así como a los dos hombres de su guardia personal, esa actitud no lo inquietaba en absoluto y menos después de haberse atrevido a confrontar a Hoa inventando una relación entre ellos. Ella intentó saludarlo con un beso en los labios que él esquivó por lo que su beso terminó en el borde de su cuidada barba.
–Toma asiento Verónica, tengo que decirte algo muy serio y necesito que lo oigas, lo entiendas, lo internalices y no vuelvas a actuar erróneamente sobre nosotros.
–¿Qué quieres decir querido?
–Tú no eres mi novia, mis hijos y yo no tenemos nada que ver contigo y debes dejar de intentar meterte en nuestras vidas, mis hijos son sagrados, tema absolutamente prohibido para cualquier persona a quien yo no se lo haya permitido expresamente.
–Vaya la mosquita muerta te fue con el chisme.
–Esta conversación es inútil, porque no voy a llegar a tu nivel para que me entiendas, simplemente te aconsejo que regreses a tu país y te olvides de mí.
–¿Sabes qué?, no me voy, te demostraré que soy mejor mujer para ti, por otra parte, tendrás que dedicarme tiempo si quieres que el convenio se firme cariño mío.
–Si piensas que vas a presionarme con la firma del convenio, de una vez puedo decirte que queda cancelado, no fabricaré nada para ustedes.
–¿Se te olvida que hay una cláusula de penalización por no cumplir con la entrega?
–Una cláusula que no tiene vigencia si no hay firma, ¿cierto? –replicó Gaspar con una media sonrisa burlona–, hasta ahora es solo un acuerdo verbal, ahora mismo llamaré al resto del grupo y anularé todas las conversaciones previas. Buenas noches Verónica.
Gaspar dio media vuelta y se alejó se la mujer seguido de sus hombres, cuando estaban en el automóvil, Octavio comenzó a decir:
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papa soltero, historia familiar con rasgos de humor., familia contemporánea
Editado: 22.05.2024