Hoa estaba revisando detalles de último minuto en la cocina de su restaurante cuando le anunciaron una visita, su corazón dio un vuelco al pensar que podría ser Gaspar ya que había soñado que él se arrepentía e iba a buscarla al día siguiente. Al salir se encontró con Francesco Parisi, él la esperaba muy sonriente y al verla le anunció:
–Vengo a buscarte porque un buen amigo mío inauguró un restaurante de comida italiana y me invitó a conocerlo, te adelanto que no aceptaré un no por respuesta, así que has lo que tengas que hacer, desocúpate y nos vamos cuando estés lista.
–No tengo opción aparentemente –comentó Hoa sonriendo.
–No cara mía, no tienes opción –respondió Francesco de la misma forma.
Hoa organizó todo para poder ausentarse un buen rato, luego salió del brazo de Francesco rumbo al nuevo restaurante que quería conocer su amigo.
Al llegar Francesco y Hoa fueron anunciados, por lo que enseguida los recibió Américo D’Aldo, quien abrazó fuertemente al chef y le dio un beso en cada mejilla a la exótica belleza que acompañaba a su amigo, le dijo una gran cantidad de piropos antes de hacerlos pasar al bar para ofrecerles un vino exclusivo de su bodega personal, tomaron un par de copas cada uno antes de iniciar el recorrido por el lugar, Francesco quiso ver la cocina y quedó impresionado, así como Hoa quien lo felicitó por la organización de la misma, después comenzaron a caminar por el lugar, mientras el amigo decía:
–Sabes que soy hombre de negocios, me gusta brindar servicio completo y la comida no está reñida con el entretenimiento personal, por eso aquí además del servicio de mesa, tengo zonas VIP, solo acondicioné tres espacios que son atendidos por anfitrionas entrenadas para que cuando vean entrar a hombres solos muy elegantes y con olor a dinero los dirijan aquí, pero no me quedé allí, tengo un menú muy especial de “postres” –Hoa se interesó más cuando Américo mencionó postres– y cuando el cliente selecciona uno, puede quedarse aquí o pasar al área privada donde será muy bien atendido –indicó Américo D’Aldo guiñándole un ojo a Francesco–, luego ella entendió a qué se refería el dueño del lugar.
[Justo en ese momento se abrió una puerta que había pasado desapercibida por estar muy bien disimulada en la decoración y salió el mismísimo Gaspar Davis acompañado de una rubia, ese era el acceso al privado e innegablemente lo dejó en evidencia por completo, no había duda alguna de lo que acababa de suceder con esa pareja que estaba en el umbral de esa puerta.]
Américo se espantó y apenas atinó a decir:
–Oh, esto no debió suceder, garantizamos total discreción a nuestros clientes, le ofrezco mis disculpas caballero.
[Gaspar Davis estaba inmóvil en la puerta del privado, observaba a Hoa que había cruzado mirada con él reflejando en sus ojos decepción y ¿asco?, Francesco lo veía con los ojos muy abiertos, ya que lo había reconocido. El señor Américo, los tomó por un brazo a cada uno y los sacó de allí, mientras seguía emitiendo frases de disculpa hacia el hombre que se mantenía inmóvil en la zona VIP.
Hoa no podía describir lo que sentía en su pecho, pero estaba muy apretado y se le dificultaba respirar, además sus ojos le picaban mucho, quería salir corriendo del lugar, pero Américo aún la sujetaba y la forzaba a caminar hacia otra zona VIP donde al fin pudo tomar asiento para buscar alivio del mareo repentino que la aquejaba.]
“Mierda, mierda y mil veces mierda, ¿por qué de todas las personas que habitan este planeta, tenía que ser Hoa la que me viera?, la mirada de sus ojos me dolió, ¿cómo enmiendo esto?, no querrá volver a hablarme ni a verme. Idiota eso es lo que soy, razón tenía Lucio. Debo salir de aquí.”
De pronto sintió la mano de la rubia que deslizaba una tarjeta en el bolsillo de su saco mientras le decía:
–Llámame cuando quieras volver, estuviste fenomenal, nunca me habían besado así.
–Porque no te estaba besando a ti –respondió secamente Gaspar.
[Efectivamente la había besado tratando de sentir lo mismo que siente al besar a Hoa y aunque fue inútil, la poseyó para olvidar a la belleza exótica y terminó imaginando que estaba con ella. Por supuesto que estuvo fenomenal, le estaba haciendo el amor a Hoa Thi Smith.
Salió del lugar furioso con él mismo, llegó a su oficina sin cruzar palabra con nadie, Dania lo vio llegar y con solo mirar su rostro se abstuvo de hablarle, esperaría a que se calmara.]
Lucio lo observaba a distancia y luego de unos minutos se aventuró a la oficina de su amigo, al entrar y encontrarlo con las manos en la cabeza y los ojos cerrados, pregunto:
–¿Qué pasó en esa área especial?
–Al salir con la acompañante, estaban Hoa, Francesco y el que supongo es el dueño del lugar.
–¡Carajo bendito!, ¿qué le dijiste a Hoa?
–¿Crees que pude decirle algo?, sus ojos demostraron tanto asco que aun siento vergüenza.
–Amigo, múdate, esa mujer no volverá a hablarte por el resto de su vida.
–Justo la frase que necesito en este momento, gracias por tu soporte.
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Editado: 22.05.2024