CAP. 37 AUN NO ME SALE DECIRLE QUE LA AMO

[Gaspar fue avisado por la misma Hoa de que estaba siendo dada de alta, él le pidió unos minutos para ir a buscarla, cuando llegó a la clínica ya ella estaba vestida y lista para partir, Gaspar bromeó al verla así:

            –Alguien está muy ansiosa por salir de aquí, ¿no es así?

            –No te burles, realmente detesto los hospitales.

            –Vámonos entonces preciosa.

Al salir de la habitación Octavio la saludó con mucha alegría al verla bien y al estar en el automóvil Hoa le preguntó a Gaspar:

            –¿Adónde vamos?

            –A mi casa.

            –¿Hablaste con Aitana?

            –Lo haremos al llegar.

            –¡Ay Dios! –expresó Hoa, haciendo reír a Gaspar.

Al entrar en la casa todos la saludaron cariñosamente y manifestaron su alegría por verla bien, los padres de Gaspar estaban allí y los acompañaron a almorzar, dos horas después de su entrada a la mansión de Gaspar llegaron los niños, ella salió de sorpresa al salón y ellos gritaron de alegría al verla y corrieron a abrazarla.

Los padres de Gaspar y él mismo miraban contentos y conmovidos la escena, cuando se calmaron y se separaron un poco de ella, Gaspar y los abuelos reclamaron su atención mientras sonreían, los niños fueron hacia ellos para saludarlos también y Gaspar aprovechó el momento para hacer la consulta que tenía pendiente.

            –Aitana, debo preguntarte algo.

            –Dime papito lindo de mi corazón.

            –¿Crees que Hoa pueda quedarse aquí mientras se recupera totalmente?

            –Claro que sí, mandaré a prepararte una habitación amiga Hoa, puedes quedarte aquí, yo te cuidaré.

Todos contenían la risa, Aitana aceptó que Hoa se quedara, pero de una vez dispuso que tendría una habitación para ella, además se ofreció a cuidarla. Por otro lado, Hoa sonreía muy satisfecha, así que le dijo:

            –Muchas gracias princesa hermosa.

El resto del día transcurrió entre agradables conversaciones y juegos con los niños, Dafne fue hasta el apartamento de Hoa a buscar una lista de cosas que ella le dio, salió acompañada de los nuevos escoltas de su amiga y regresó antes del anochecer.

Hoa acomodó sus pertenencias en la habitación que le dio Aitana diciéndole que cualquier cosa la podía llamar con confianza, Hoa la abrazó y le agradeció una vez más por sus cuidados.

Gaspar fue hasta su habitación, ella lo recibió con una amplia sonrisa, se abrazaron y se besaron con desesperación, Gaspar volcó en ese beso toda la angustia que pasó al creer que no volvería a tenerla y Hoa le demostró cuánto había extrañado estar de nuevo en sus brazos.]

***

[Transcurrieron varios días durante los cuales Hoa se reunió con su gerente y mano derecha en el restaurante, quien la ponía al tanto de la situación y entre los dos elaboraban el menú, los presupuestos que les solicitaban y también atendían el día a día del restaurante con proveedores y clientes, todo iba muy bien y Hoa le aseguraba que pronto estaría incorporándose a su trabajo porque cada día se sentía mejor.

Gaspar y ella habían estrechado su relación, sintiéndose como adolescentes al colarse algunas noches en sus habitaciones para estar juntos, varias veces se escapaban a otros lugares de la mansión para evitar visitas inesperadas de alguno de los niños y muy pocas veces pudieron dormir en la misma alcoba.

Llegó el sábado y Hoa los invitó al restaurante, los niños y ella se llevaban realmente bien, esa semana en la casa ella y Dafne atendieron muy especialmente a Aitana, respondieron muchas preguntas de la niña y le enseñaron otras tantas cosas que cubrieron la curiosidad de la pequeña; con Archer practicaron mucho la lectura, reforzando los ejercicios de su terapia de lenguaje y ya se notaba la mejoría en su pronunciación, además Bastián ahora era todo un experto tratando a las chicas, según le dijo a su padre, gracias a los consejos de Hoa.

Durante su estadía en el restaurante Gaspar le daba vueltas a la idea de pedirle a Hoa que se quedara más tiempo en su casa, le gustaba llegar y saberla allí, siempre la encontraba con los niños en alguna actividad, veía a sus hijos interactuar con ella, demandaban su atención a cada instante y Hoa se multiplicaba para atenderlos a todos con buen ánimo y una sonrisa, él la observaba atentamente, notando que era espontánea y natural, eso lo tranquilizaba.

Sabía lo que sentía por esa mujer de exótica belleza, su angustia durante su secuestro solo significaba lo mucho que había calado Hoa en su corazón. No se atrevía a pedirle que se mudara con él debido a que sentía que para convencerla debía decirle que la amaba y realmente esa frase aún no le salía.

La necesitaba, quería estar con ella y al no verla la extrañaba, el sexo con Hoa era magnífico, se convertía en una diosa ardiente de un momento a otro y eso lo tenía al borde constantemente. Decidió esperar, la invitaría a vivir con él cuando pudiera decirle espontáneamente que estaba enamorado de ella.]

***

[En una hermosa isla del Caribe, Fionna estaba furiosa lanzando todo lo que encontraba a su alrededor. Boris había sido una hermosa ilusión hasta que llegaron al lugar donde se suponían que iniciarían una vida juntos, una vez que el dinero se acabó comenzaron los problemas, ya que ella exponía a viva voz que estaba acostumbrada a lujos que allí no encontraba y que no le veía disposición a él de hacer algo para remediar prontamente su situación.