Me EnseÑaste A Amar

CAP. 44 MI DELICIOSO TORBELLINO

[Hoa estaba en su restaurante con la mirada perdida y una sonrisa en los labios que llamó la atención del gerente Cham.

            –¿En qué piensas niña?, supongo que algo muy agradable por la sonrisa.

            –¿Ah?, sí, digo no, no es nada. ¿Qué tenemos pendiente para hoy?

            –Bueno desde hace cinco minutos estoy platicándote sobre el menú para la cena benéfica que ofrecerá la familia Walters.

            –Disculpa Cham, ¿me lo repites por favor? –pidió apenada.]

¡Dios!, debo concentrarme en el trabajo y olvidarme de la noche que me dio Gaspar, estoy deliciosamente adolorida, no me conocía tan flexible, pero igual debo hacer más yoga o pilates.

Pensé que en cualquier momento me diría que me ama, porque sus caricias fueron muy intensas, su mirada, sus besos, todo su cuerpo me hablaba, aunque de su boca no salieron las palabras que aspiro que me diga algún día.

***

[A media mañana Octavio entró en la oficina de Gaspar con expresión seria y le dijo:

            –Solo a título informativo te diré que Bastián tuvo un pequeño inconveniente en el colegio, que ya se resolvió.

            –¿Qué tipo de inconveniente tuvo mi hijo y cómo se resolvió?

            –El chico que gusta de la chica que le gusta a Bastián se le acercó por detrás, lo tomó del cuello y Bastián en una maniobra lo hizo volar por encima de él derribándolo. Se resolvió porque muchos vieron que este chico atacó primero y que tu hijo solo se defendió –espera, ¿eso fue una sonrisa de papá orgulloso?

            –Yo no sonreí, te confundiste.

            –Tranquilo, yo también me alegré y aunque reprendí a Julio porque esperó hasta el último momento para intervenir, él se justificó diciendo que quería ver cómo actuaba Bastián ante semejante agresión y está muy feliz de que el chico haya asimilado todas sus lecciones de defensa personal. En fin, no hubo citación para tu hijo y hay suspensión de tres días para el otro chico.

Se oyeron unos leves toques en la puerta, Gaspar autorizó la entrada e ingresó Dania acompañada del abogado Leonel Martínez, luego se retiró discretamente, bajo la mirada enamorada de su novio.

            –Buenos días Gaspar, hola Octavio, ¿cómo les va?

            –¿Qué tal abogado Martínez?, yo muy bien –respondió Octavio.

            –Buenos días Leonel, todo bien hasta ahora –contestó Gaspar.

            –Gaspar, vengo a buscar tu firma para irme al tribunal donde están esperándome para iniciar el proceso hoy mismo, tal como me pediste anoche.

            –¿No es necesaria la firma de Fionna? –quiso saber Octavio.

            –En este caso he elaborado un escrito con todos los pormenores del caso, además indico que hice hasta lo imposible por localizarla –señaló Leonel con una sonrisa maliciosa.

            –Esperemos que sea suficiente y no comiencen a demorarlo esperando por ella –dijo Gaspar.

            –Conociéndola querrá manutención seguramente, porque la custodia de los niños estoy pidiendo directamente que sea exclusivamente tuya ­–expresó Leonel.

            –Por supuesto, no quiero a esa mujer cerca de mis hijos, nunca mostró interés y si lo hace ahora no es porque tenga buenas intenciones, en eso si no voy a ceder Leonel.

            –Tranquilo, yo me encargo, me voy al tribunal, que pasen buen día, cuando tenga noticias te llamo.

Al salir Leonel se topó con Lucio, se saludaron con un fuerte abrazo, quedaron en verse pronto y Lucio terminó de entrar a la oficina de Gaspar con su teléfono en mano.

            –Acabo de reenviarte un correo de la naviera griega, viene para acá una delegación, quieren conocernos personalmente y hacer una especie de celebración por el establecimiento del convenio. Así que, si Mahoma no va a la montaña, esa montaña viene por nosotros, estarán aquí en tres días, ¿qué hacemos?, yo para el sábado estoy super comprometido.

            –Voy a hablar con Hoa –dicho eso, enseguida Gaspar tomó su teléfono y la llamó.

            –Hola guapo, ¿ya me extrañabas?

            –Hola preciosa, siempre lo hago, pero en este momento necesito consultarte algo muy importante.

            –Dime.

            –El viernes llegará una delegación griega, son los clientes con los que acabo de cerrar un trato excelente y muy beneficioso, quieren venir a celebrar el convenio porque me habían invitado a visitarlos y me excusé, ¿qué me sugieres en tan poco tiempo?

            –Yo estoy organizando una cena de gala para una familia que es dueña de varios hoteles de lujo en el país, puedo tratar de conseguir habitaciones para esa delegación, tendrías que darme el número exacto de visitantes y cuantos días estarán aquí, les organizamos una cena de bienvenida, tragos, algún espectáculo, todo eso el viernes, les das la mañana del sábado libre y luego un almuerzo en el mismo hotel con un recorrido de tarde-noche por la ciudad, los llevas a cenar y tal vez un rato en un club nocturno, el domingo al club de campo y golf. Si siguen aquí ya pensaremos algo para el lunes.




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