[Hoa fue dada de alta y al regresar a la casa, Gaspar había organizado una cena de bienvenida en la cual le pidió formalmente matrimonio colocándole un precioso anillo que hizo llorar a Hoa y por el que Lucio se otorgó todo el crédito al ser el encargado de comprarlo.
Fue un acto muy hermoso porque cada uno de los niños le colocó una pulsera como símbolo de amor y amistad, así selló Hoa Thi Smith su compromiso con Gaspar Davis y sus hijos.]
***
[Tres semanas después de haber regresado a la casa, Hoa acudió al hospital para un chequeo de rutina, ha mantenido un tratamiento estricto para la total recuperación de su hígado, pulmones y corazón. Gaspar la acompañó para revisión de su hígado y riñones, ambos se han mantenido en terapia para tratar las fracturas en sus piernas logrando muy buenos resultados.
Durante esas semanas él no ha dejado de repetirle, cada día, que la ama, haciendo planes a futuro y consolidando más su relación como familia ya que los niños y ella realmente se adoran.
–Bueno, ambos están evolucionando muy bien, ya nos veremos el próximo año, a fines de enero nos encontraremos de nuevo. Hoa debes mantener el tratamiento como hasta ahora, igual tú Gaspar, cualquier síntoma no duden en llamarme, porque estaré en la ciudad, este año le toca a mi familia visitarme a mí.
–Gracias doctor, que pase una Feliz Navidad y reciba muy bien el Año Nuevo –dijeron casi al unísono y se rieron por eso.
–Muchas gracias, igual para ustedes.
Al salir del consultorio pasaron a visitar a Adán, ya que él aún no había sido dado de alta, se encontraron con su madre y su hermano, quienes los saludaron con mucho cariño. Afortunadamente el joven había despertado del coma sin secuelas, pero requirió varias intervenciones por las múltiples fracturas y su recuperación era más lenta, pasaron a verlo y él los recibió sonriente.
–Hola Adán –saludó Gaspar.
–Hola jefe, ¿cómo está señorita Smith?
–Estábamos en consulta médica, el doctor dice que vamos bien, aunque debemos continuar con el tratamiento, tú te ves con mejor semblante –dijo Hoa.
–En realidad, me siento mucho mejor, los dolores han disminuido bastante, jefe quería agradecerle por todas sus atenciones con mi madre y mi hermano, no les ha faltado nada en todo este tiempo aquí, por cierto, mi hermano se quedó sin trabajo por estar acompañándome y si usted le da la oportunidad él puede cubrirme, mientras estoy de reposo.
–No para cubrirte, tranquilo, lo ubicaré en alguna parte.
–Él es ingeniero eléctrico graduado del MIT, el vago para la universidad fui yo.
–¡Excelente!, entonces va directo al Consorcio lo integraré al equipo de ingeniería.
–Gracias jefe, déjeme llamarlo para darle la noticia.
Entró el hermano de Adán y este, con una gran sonrisa, le dijo que trabajaría en el Consorcio Davis&Brennan, el joven agradeció efusivamente la oportunidad, la madre de los chicos, lloraba de emoción.
Gaspar se había encargado de que les atendieran en sus comidas y necesidades básicas durante su estancia en el hospital, tenían habitaciones pagadas por él en un hotel cercano para que pudieran descansar de sus largas jornadas al cuidado de Adán y ahora se sentía mucho más satisfecho si podía ayudar a Adrián, el hermano menor de Adán.
Estaban conversando animadamente cuando entró una doctora que se identificó como traumatóloga y se había encargado de las cirugías de Adán, pero la forma tan cálida en la que cruzaron miradas, dio indicios de que la relación médico-paciente había trascendido barreras.
Como puestos de acuerdo, todos comenzaron a emitir excusas para retirarse y dejarlos solos. Afuera Adrián agradeció una vez más por el trabajo y Gaspar le indicó que al otro día llevara todos sus documentos al Consorcio, así podría comenzar después de las festividades decembrinas.]
***
Debido al accidente y a las limitaciones que tengo, hice que cada cosa que apareciera en la lista de regalos para Navidad de mis hijos la tuvieran, me sentía culpable de no poder compartir mejor con ellos y aun me quedaban cuatro meses con estas barras y clavos insertados en mis piernas, las cuales estaban sanando, pero se mantenía el cuidado preciso.
Cuando los veía nadar en la piscina reflexionaba sobre los cambios que pueden ocurrir en la vida de cualquier persona en tan solo un minuto y por causas totalmente ajenas a ellas. Hoa y yo íbamos en nuestro auto, disfrutando la noche y a punto de besarnos cuando la vida de un desconocido terminó abruptamente afectando las nuestras quizá para siempre.
En cada terapia ruego fervientemente que haga efecto para volver a mi vida activa, pero todavía falta un largo tiempo.
Ocho meses después…
–Papá, date prisa, yo no debería llegar tarde.
–No llegarás tarde Archer y ya estoy listo –señaló Gaspar saliendo de la habitación.
–¿Y Hoa qué hace?
–Aquí estoy mi corazón –dijo tomando una bocanada de aire y con el rostro pálido.
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Editado: 22.05.2024