Me EnseÑaste A Amar

CAP. 77 NACIÓ MI HIJA ADHARA

[Una vez más el patio trasero de la mansión Davis se engalanaba para una celebración, está vez era el Baby Shower de Adhara, la bebé que se esperaba naciera a fines de abril o principios de mayo y que tenía a su madre muy agotada porque era super activa a toda hora y ninguna música o lectura la calmaba.

Hoa ya llegó a su noveno mes de embarazo y de más está decir que estaba colmada de atenciones por parte de Gaspar, ella se encontraba sentada en una amplia butaca rodeada de almohadones, la acompañaban Dafne y Dania, quienes también tenían los vientres enormes ante la espera de sus gemelos, cada una de ellas ya había hecho su fiesta de presentación, las que estuvieron muy animadas y donde recibieron una gran cantidad de obsequios para sus hijos.

Los chicos estrella se encargaron de la fiesta, esta vez, la decoración se destacaba por la gran cantidad de figuras hechas con globos de diferentes tamaños y que daban una imagen de fantasía a todo el espacio por los colores blanco, fucsia y rosa, que habían utilizado en esta oportunidad los organizadores.

Cada mesa de invitados fue decorada con figuras diferentes en un derroche de creatividad que encantó a cada una de las damas presentes. Hoa en un esfuerzo máximo se encargó del pastel principal y Bastián la ayudó haciendo algunos mini postres que recibieron muchos cumplidos.

Gaspar en un momento se detuvo a observar a su esposa y una sonrisa iluminó su rostro, sus padres se acercaron a él y le comentaron:

            –Nos alegra verte con esa gran sonrisa de felicidad en tu rostro hijo.

            –Desde que vi sus ojos y su sonrisa presentí que me perdería en ella, ¿saben que traté de olvidarla?, pero en un solo día se había grabado en mi mente para siempre. Me tiene enamorado sin remedio.

            –Y estamos seguros de que ella te corresponde en la misma medida hijo –añadió su madre.]

***

[Dos semanas después del Baby Shower, Gaspar corría escaleras arriba, seguido de dos de las empleadas, después que un grito lo hizo derramar la taza de café que llevaba a sus labios y al entrar a su habitación se encontró a Hoa de rodillas en el piso recostada de la cama, se angustió al verla así.

            –¿Qué pasa preciosa?

            –Ya viene la niña –dijo con la voz ahogada por el dolor.

            –¿Cada cuánto tiempo has sentido las contracciones?

            –Las he sentido desde que desperté, pero era un dolor leve y no le presté mucha atención, ahora es muy fuerte, agudo y seguido, me está rompiendo por dentro.

            –Vamos a la clínica.

            –Ayúdame a bañarme y vestirme por favor.

Gaspar la tomo en brazos la llevó a la ducha y comenzó a bañarla, tuvo otra fuerte contracción por lo que la secó rápidamente y la sentó en la banca del baño mientras una de las empleadas le buscaba su ropa interior y una bata, en el interín llamó a sus padres para decirles que iba saliendo a la clínica y les pidió a ellos que se encargaran de avisarle a la doctora que atendería el parto de Hoa.

Ya vestida la condujo al automóvil, él se encontraba listo porque estaba a punto de irse a la oficina.

Rodrigo y Octavio lo ayudaron a acomodarla en el asiento, guardaron la maleta y salieron rumbo a la clínica, el trayecto se le hizo interminable a Hoa, en su mente decía que había esperado mucho en la casa, haciéndose la valiente y ahora estaba desesperada por llegar a la clínica porque sentía que la niña estaba saliendo.

            –Respira profundo preciosa, ya vamos a llegar.

Gaspar se extrañaba de que Hoa no decía ni una sola palabra desde que le pidió que la ayudara a bañarse, él la observaba y estaba roja como un tomate, sudando y con expresión de dolor, apenas se quejaba, pero la fuerza que ejercía cuando apretaba su mano, le indicaba que las contracciones estaban seguidas y muy intensas.

Al llegar a la clínica se apresuraron a bajarla del automóvil y la sentaron en una silla de ruedas que trajo su suegro, la ingresaron rápidamente y al examinarla la doctora anunció que estaba lista, Gaspar se preparó y entró a la sala de parto, con la mayor devoción secaba su frente y le daba besos en los nudillos de la mano que le sostenía mientras la doctora se ponía en posición para recibir a la niña, comenzaron las indicaciones y Hoa usó el resto de fuerza que le quedaba para traer a su hija al mundo.

Un fuerte llanto infantil inundó la sala, Gaspar cortó el cordón umbilical y volvió a ubicarse al lado de Hoa, dándole un suave beso en los labios para agradecerle por su hermosa hija. Cuando le colocaron a la niña en el pecho Hoa olvidó todo el dolor que había sentido, sus ojos no retuvieron las lágrimas y sonrió ampliamente al ver la carita regordeta y rosada de su pequeña Adhara.

            –¿Es preciosa verdad? –preguntó Hoa, mientras tomaba la manito de la bebé.

            –Mucho mi amor, es preciosa como tú.

Una enfermera se llevó a la niña y le pidieron a Gaspar que esperara hasta llevar a ambas a la habitación. Él salió al pasillo emocionado encontrándose con sus padres, Octavio, Rodrigo y también Lucio quien iba camino a la oficina y se desvió de inmediato al enterarse, todos lo abrazaron y lo felicitaron. Ya era padre por cuarta vez, se sentía en las nubes.




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