Lucio nos contó toda la historia entre su tío y Roccio, estábamos comentando cómo se extienden las malas acciones por un hecho tan personal, cuando abrieron la puerta de la habitación y entraron cuatro hombres de mediana edad y un hombre mayor que se apoyaba en uno de ellos, enseguida Lucio nos dijo a Octavio y a mí:
–Amigos, permítanme presentarles a mi abuelo don Fabricio Bataglinni, mi padre y mis tíos.
–Mucho gusto señores, soy Gaspar Davis.
–Encantado de conocerlos señores Bataglinni, soy Octavio Figuera.
–Lamentable circunstancia, pero es un gusto conocerlos, sabemos de ustedes por mi amado nieto –respondió don Fabricio.
–Lucio, te dejamos con tu familia, iré a ver a Bastián –anunció Gaspar.
–¿Cómo está mi sobrino? y, ¿cómo está Hoa?
–Bastián con un poco de dolor, lo mantendré aquí unas horas y me lo llevo más tarde. Hoa está ya más tranquila, se quedó con Bastián, al resto de los niños los enviamos a casa con mis padres, nos vemos luego amigo.
Lucio asintió en silencio y cuando salimos, el despliegue de seguridad no era normal, prácticamente la clínica estaba tomada por los guardias de seguridad de los Bataglinni, yo también tenía escoltas por Hoa, por Bastián y para mí lógicamente, así que el ambiente era un poco tenso al estar todos alertas a cualquier movimiento extraordinario.
Para colmo llegó Mauricio con su personal habitual, acompañado de su hermano Thomas, ambos parecían ahora más peligrosos que los cinco hombres que estaban con Lucio en este momento.
–Roccio es historia –informó Mauricio–, pero tenemos un cabo suelto conformado por la enfermera y los supuestos dueños del restaurante, resulta que no son los verdaderos propietarios, ellos llegaron aquí poco después de que Lucio regresó de Italia, se ubicaron rápidamente en lugares estratégicos para llevar a cabo su plan, la falsa enfermera fue clave para todo. Debemos localizarlos para evitar cualquier intento de vengar a Roccio.
–No me gustan esas noticias Mauricio, sacaré a mi familia de aquí, todos los relacionados con Lucio estamos en riesgo.
–Tengo una isla privada muy bien protegida con lo más sofisticado en seguridad –expuso Thomas Spencer–, puedes llegar por aire en helicóptero o avión pequeño, también por agua en botes de poco calado, no hay acceso por carretera, en la casa hay espacio suficiente para tu familia, la de Octavio y la de Lucio, así como para el personal que requieran, dispongan de ella cuando gusten. Una vez los neutralicemos, les avisaría para que regresen.
–Acepto tu oferta Thomas, una vez Lucio esté en condiciones de viajar, iremos allí.
–Perfecto, solo avísame la fecha, que espero sea muy pronto, y te envío la ubicación, de más está decir que la manejes con discreción.
–No te preocupes, solamente Lucio, Octavio, los pilotos y yo sabremos el destino.
–Perfecto –dijo Thomas– ahora voy a saludar a mi padrino y le presentaré al futuro gobernador de California.
–Adelante, estaremos en contacto.
***
¿En qué momento pasé de ser un empresario exitoso y que solo se resguardaba de los inescrupulosos y envidiosos empresarios rivales, a ser una posible víctima de un mafioso italiano?, no tengo la menor idea, pero por lo visto la gran e inquebrantable amistad que me une a Lucio Bataglinni tiene un alto precio, el que por cierto pagaré con gusto, porque ese italiano es mi hermano y sé que él haría exactamente lo mismo por mí.
Fui con Octavio a la habitación de Bastián y lo conseguí durmiendo abrazado con Hoa quien también estaba rendida, para mi álbum tomé la respectiva foto. Octavio salió a llamar por teléfono a Dania y yo me senté en la incómoda silla de la clínica a observar a dos de mis amores.
Definitivamente nos iríamos a esa isla que ofreció Thomas hasta que encuentren a esa mujer y a sus cómplices, Octavio reforzó la seguridad de Dafne y sus hijos aumentando sus escoltas, además fue informado por su equipo especial de que habían instalado cámaras de vigilancia en su casa y alrededores, así como detectores de movimiento, lo habían convertido en un lugar impenetrable.
Mi esposa y mi hijo mayor durmieron por un par de horas durante las cuales fui finalmente a revisarme el rostro, me hicieron rayos X y me dieron los resultados, afortunadamente no tengo ningún hueso fracturado, aunque los golpes dañaron tejido que no suturaron debido a que esperé mucho para atenderme, ahora espero que cicatrice bien, aparte de que tendré hematomas por varios días.
Cuando estuvieron bien despiertos, nos preparamos para regresar a la casa, ya yo tenía toda la documentación del alta médica y podíamos irnos de inmediato. Antes fuimos a la habitación de Lucio quien aún estaba con su familia.
Aproveché la oportunidad para hablarle del ofrecimiento de Thomas Spencer y me informó que ya él le había dicho que yo acepté su oferta, acordamos hacer todos los arreglos necesarios para partir al otro día, me alarmó su decisión y fue porque descubrieron que la “enfermera” que se acercó a Dafne en realidad es la esposa de Roccio.
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Editado: 22.05.2024