Me perteneces

Capítulo 9

Subo a mi cuarto rápidamente sintiendo mi corazón latir al mil por hora mientras me miro al espejo y siento vergüenza de mi aspecto físico.

¿Qué debe haber pensado de mí viéndome con este atuendo?

Violeta... concéntrate, es Peter... es ese loco, monstruo, psicópata, no debe importarte nada lo que el piense o no piense de ti  Me digo a mi misma.

Suspiro y comienzo a cepillar mi pelo, sea como sea no voy a permitir que alguien me vea de esta forma, al menos nadie que no pertenezca a mi familia o tenga el cromosoma "Y"

Sí, es solo por eso.

Cepillo mi cabello dejándolo lacio y peinado a la perfección, me maquillo ligeramente tan solo con un poco de polvo para esconder mis ojeras y me pongo un short de pijama en vez de mi soso pantalón de algodón.

Después de darme un vistazo en el espejo decido que no estoy tan mal y bajo con rapidez hacia la cocina en busca de Peter pero... no está ahí.

Trago saliva con miedo y miro por doquier buscándolo, recordando aquella mirada de loco, recordando aquellos ojos negros.

-¿Peter...?- digo tratando de ocultar el miedo que me provoca no verlo.

Podría salir por cualquier lado.

Alguien me toma de la cintura y me hace soltar un grito y un golpe pero termino inmovilizada en un abrazo impresionante por detrás por lo cual no puedo hacer nada cuando siento sus labios sobre mi oído.

-No era necesario que te arreglaras para mí...- susurra Peter pegando esta vez pegando su rostro a mi cuello, enviando mil y un sensaciones a mi cuerpo mientras aspira el aroma que emano- De cualquier forma eres hermosa- asegura.

Trago saliva, me causa escalofríos que este tan cerca de mi cuello.

-No me he arreglado por ti- digo tratando de zafarme pero me detiene estrujándome más y acercándome más a su cuerpo.

-A mí no me puedes mentir primor- asegura paseando su mano por mi cintura haciéndome estremecer no precisamente del miedo- Puedo sentir todo lo que sientas, puedo ver todo dentro de ti y sé de antemano que te vuelvo loca- asegura depositando un suave beso en mi cuello provocando que el vello de mi nuca se erice, subiendo poco a poco en un camino de besos hasta mi oreja la cual sostiene con sus dientes con sumo cuidado y mordiendo ligeramente, provocando un sentimiento lleno de placer que me recorre el cuerpo entero, provocando que esta vez realmente sienta deseo y mi mente no se nuble al instante cuando posa sus manos fijas en mi cintura- Esa ropa me encanta… Pero te preferiría sin ella- susurra.

Peter me gira con un movimiento rápido y termino pegada frente a frente a su cuerpo mientras él me mira a los ojos… Esos increíbles ojos azules… Yo haría lo que fuera por ellos, yo lo complacería en todo lo que quisiera, yo haría todo lo que él pidiera…

-Quítate la ropa- me ordena al instante y sin titubear.

Como si hubiera sido una orden directa de mi cerebro, mis manos se posan con rapidez en mi camiseta y empiezo a alzarla en el acto.

Abro los ojos asustada al darme cuenta de ello, saliendo de aquella neblina en mi cabeza y quito mis manos alejándome de él de golpe, respirando agitadamente y mirándolo con horror.

Es como si mi cuerpo hubiera recibido órdenes directas a mi cerebro y yo no pudiera controlarlo, es como si él… Se pudiera meter a mi cabeza.

Respiro agitadamente y miro hacia un lado, no debo mirarlo a los ojos, no debo.

Peter me mira con una sonrisa juguetona y un guiño de ojo.

-¿Qué hiciste?- pregunto horrorizada pegándome a la pared más cercana y tomando el primer objeto que encuentro para defenderme, el cual es el control remoto de la televisión.

Peter solo me sonríe juguetonamente acercándose a mí nuevamente, pero yo aparto la mirada al instante, sin embargo el sostiene mi quijada y me obliga a mirarlo a los ojos mientras siento la sensación de querer ir hacia él, de abrazarlo, de besarlo con todas mis fuerzas, de tenerlo sobre mí y dentro de mí…

Aprieto los ojos cerrándolos con fuerza y lo empujo de un golpe respirando agitadamente.

-¡Deja de hacer eso!- grito asustada y él ríe entre dientes.

-¿Hacer que?- se hace el tonto quitándome el control remoto que tengo en la mano con el que lo amenazo y al instante toma mis manos alzándolas en el aire sobre mi cabeza mientras me inmoviliza con una sola mano sosteniéndome contra la pared sonriendo frente a mi rostro.

-Deja de meterte en mi mente, me da mucho miedo- susurro con los ojos desorbitados mientras él acerca su rostro a mi mejilla haciéndome cerrar los ojos cuando siento sus labios rozar mi piel.




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