EPISODIO 12 - Confianzudo
Una Lucille con las pilas recargadas va en su silla cantando y moviéndose al son de la música que suena en la radio. Se por la directora, que ellos duermen una siesta de 2 horas todos los días antes de volver a casa ¡ahora entiendo de donde sale toda esa energía!
Me dirijo al hogar de mi madre pues quiero darle la noticia a las dos del nuevo integrante de nuestra familia, además, de la charla pendiente que tengo con mi hija.
Estaciono el auto y me bajo con Lucille, quien corriendo llega a tocar la puerta.
—Abuelita, estamos aquí —llama mi hija alegre.
Mi madre, sin tardarse nada abre la puerta y mi hija se guinda de ella mientras llena su rostro de besos.
—Dios mío pero que visita tan maravillosa, mi hermosa nieta y mi guapo hijo —inquiere mientras sitúa a Lucille a un lado de ella para estirar su mano hacia mi mejilla y dejar un beso allí.
—Hola mamita, he venido porque tengo algo importante que decirles y estoy muy emocionado por ello —informo mientras camino y entro a la cocina para buscar alguna galleta para mí.
Ellas me siguen como hormiguitas y se sientan en los taburetes para verme ansiosas.
Dios, podría ver esta imagen toda mi vida y sería feliz. Lucille despeinada y sonrojada, mi madre pulcra como siempre. Ambas con las manos en la quijada a la espera de lo que les tengo que decir.
Tomo tres botes de helado y les tres cucharas para pasarle a cada una.
Sí, es una pequeña costumbre que tenemos. Las buenas noticias se dan comiendo helado.
—Ok. La primera buena noticia es que en dos semanas tengo una reunión en los Ángeles con unos inversionistas para presentar mi proyecto —término de decir mientras mi madre empieza a aplaudir de la emoción.
—Oh cariño, muchas felicidades. Me alegro tanto por ti —ella se levanta a abrazarme fuerte mientras Lucille la imita y me abrazan las dos al mismo tiempo.
—No sé de lo que hablan pelo sé que es bueno —dice mi hija con aquella mirada azulada que tanto amo.
—Si mi amor, es muy bueno —respondo para dejar un beso sonado en su cachete—. ¡La otra noticia es que hay un nuevo integrante en la familia!
Mi madre me mira sin entender y mi hija se apresura a preguntar;
—¿Tengo un helmanito papi? —interroga con la boca abierta.
—No, pero algo así —me apresuro en responder mientras saco mi teléfono y busco la foto de mi nueva mascota para mostrárselas a ambas. Rápidamente Lulu suelta un grito de felicidad
—Lo rescate hoy y ahí mismo lo adopte. ¿No es hermoso?
—¡Papi es bellísimo!
—Mira esos ojitos, esta triste. Es la cosa más tierna que he visto en mucho tiempo –jadea mi madre mientras me quita el teléfono para detallarlo con profundidad-. Es una lindura hijo.
Ellas siguen embelesadas viendo al integrante número 4 mientras yo saboreo el helado en mi boca.
—Pero no todas son buenas noticias —susurro y mi madre levanta su mirada hacia mí.
Mi hija, se baja del taburete y se dirige al sofá con mi teléfono en manos para jugar, supongo.
—¿Ocurrió algo grave hijo?
—Sí, el diseñador que estaba armando el proyecto de presentación no contesta las llamadas y estamos a solo dos semanas de su presentación, lo peor de todo es que le pagamos y huyo con el dinero sin darnos nada —suspiro con pesar.
—Hijo, recuerde esto siempre y que no se le olvide. Hay un dicho que reza “Música paga no suena”. Eso te pasa para que no andes de confianzudo –inquiere ella mirándome con reproche. —¿Y ahora como harán?
—Ya conseguimos a alguien madre, con suerte esta vez sí saldrá bien.
—Eso espero mi amor. No te aflijas por ello que lo mal quitado jamás luce y cuando se habla de dinero mal habido, el mismo se escurre como agua entre las manos —finaliza tajante.
Asiento mientras seguimos hablando de cosas triviales hasta que ya es hora de volver a casa.
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Editado: 10.10.2021