Capitulo 2

Ella estaba llorando y yo no le pude decir nada, no supe que hacer en aquel caso.

- Liss... No sé qué hacer. Ya no podré trabajar aquí, ni estar con mi esposo, como mantendremos a los niños ahora que estoy desempleada - Me dijo ella entre lágrimas.

- No te preocupes por eso, hay muchos otros trabajos que puedes ejercer. Primero tienes que ocuparte de tu salud y si tienes problemas económicos yo tengo unos ahorros que te puedo prestar mientras consigues otro trabajo - Le dije sin pensar mucho en los gastos - Y por supuesto que aún tendrás a tu esposo a tu lado, él acepto que tuvieras este trabajo desde el inicio, si ese hombre te ama tanto como para eso no se ira por una enfermedad.

Ella se calmó un poco, aunque aún estaba triste, y no es para menos, nuestro prostíbulo tiene mucho prestigio, ni las trabajadoras ni los clientes enfermos son aceptados, y es lamentable que Carla obtenga una enfermedad de por vida y haya perdido su trabajo por culpa de un imbécil que se quitó el condón en medio acto. Ya los guardias lo registraron en la lista negra y le prohibieron el acceso.

Carla es muy hermosa, rubia, ojos grises, blanca y se ve estupenda a sus treinta años, aunque siempre ha sido algo anémica y débil de salud había logrado mantener a sus dos hijos con este trabajo. Había sido víctima de la trata de blancas, por lo tanto, no posee ningún documento legal.

- Señor! No estoy de acuerdo con que eche así a Carla de aquí.
- ¿Cuál es el problema? Tú conoces bien nuestras políticas y esa no es forma de hablarle a tu superior.
- Ricky, ayúdame un poco más, no sé cómo decirle esto al Jefe y tu actuación no es precisamente realista.
- ¿Realista?
- Si, seguro el Jefe me hubiera cortado la cabeza.
- Me la hubiera cortado a mí por dejar que le hables así.
- .... No sé qué hacer, Carla se ira así, con que al menos le den sus papeles podrá conseguir un trabajo decente para mantener a su familia.
- Y pagar sus deudas...
- Si... Y pagar sus deudas.
- Mira, vamos a donde el Jefe y hablas con él, sin alterarte, tranquilamente y con seriedad, un asunto meramente profesional.
- Ja! Y eso seguro que funciona con él. Ese cabeza hueca que solo golpea a la gente.
- Si supieras que no es tan malo. Mira puede que él nos golpee a los guardias, pero nunca ha tocado a una prostituta o a una mujer, debes considerar que entre los prostíbulos de la mafia esté es el más humano, y eso es gracias a él.

Sin rechinar más nos dirigimos a la oficina del Jefe. No había nadie, estaba vacía, él y sus guardias habían salido quien sabe a dónde.

Pasaron horas hasta que al fin logre ver al Jefe.

- Hola señor, me gustaría hablar con usted sobre un asunto importante.
- Vale, empieza a hablar.
- Clara está enferma, desempleada y sin papeles... Ella siempre ha trabajado aquí y ha cumplido con todo, el que la echen así sin papeles y sin nada... Eso me parece muy injusto.
- ¿Y eso a ti en que te incumbe? Niña, que las una el trabajo no significa que sean amigas.
- No es que sea mi amiga o no, simplemente ella ha hecho bien su trabajo... Al menos debería de darle algo extra por sus años de servicio o darle sus papeles.
- Mujer, lo que pase con ella no es tu problema. Ahora retírate que tengo cosas más importantes que hacer.

Este desgraciado, sabía que no me haría caso... Bueno... Al menos lo intenté.

- Entonces ¿Qué tal te fue? - Pregunto Ricky.
- No me hiso caso. Ya sabía yo que hablar con él no sirve para nada.
- ¿Pudiste hablar con él?
- Solo me escucho y me dijo "Mujer, lo que pase con ella no es tu problema". Que insensible.
- Bueno al menos te escucho.
- Y eso que?
- Ya lo veras...

Habían pasado días hasta que recibí noticias de Clara, se había casado legalmente y obtenido la nacionalidad.

- Te dije que no era tan malo.
- Ja! Menuda coincidencia.