Melodía de Verano

Capítulo 68

—Elisa Villamar… Qué gusto tenerla de vuelta. —dice la directora al tiempo que revisa una carpeta repleta de papeles.

—Directora. He tomado una decisión. 

—Me alegro. Dígame, ¿qué va a firmar? 

—Música. —respondo sin titubear.

—Bien. ¿Alguna razón en particular? 

—-He logrado reconectar con el arte en general, sin embargo, durante este verano he tenido una experiencia muy especial con la música. De todas las opciones es aquella que puede lograr que me erice y me turbe el alma. El lazo que me une a la música va más allá de lo que se pueda expresar con palabras.

—Me alegra escuchar eso. Bien, sin más por el momento, te entrego la planeación de tu curso, horarios y nombres de profesores. 

—En realidad... Me gustaría hablar con usted.  

—Claro. ¿Qué sucede? —pregunta con verdadera curiosidad. 

—Durante estos días, también se ha reforzado un pensamiento constante en mi mente desde tiempo atrás. Necesitamos un taller de libertad creativa.

—Y eso, ¿por qué?

—Todas las artes llegaban a aburrirme porque siempre eran muy cuadradas y repetitivas. Durante este tiempo tuve la grata experiencia de descubrir mis límites y capacidades, y de crear... Crear es... ¡como hacer magia! Me gustaría que hubiera un espacio donde pudiéramos experimentar y crear a partir de nuestras emociones... de nuestros pensamiento... Un espacio donde seamos esencialmente libres. 

La directora me mira pensativa y sonríe ampliamente. 

—Lo sé, de ahí que a partir del tercer año la mitad de las clases tienen que ver con ello. 

—¿A qué se refiere? 

—El plan durante los primeros dos años es que los alumnos se enfrenten a la parte dura de las artes, para que aquella que pese a ser abrumadora y repetitiva, sea su favorita, realmente sea lo que más les apasiona. Si están dispuestos a estudiar tanta teoría y técnica de un área, es porque es su verdadero camino. 

—Suena lógico. Nunca lo hubiera pensado así. —Le digo sinceramente mientras me mira sonriente. —Le agradezco, y estoy ansiosa por comenzar. 

Me dirjo a la salida. 

—Y, Elisa...

—¿Si, directora? 

—Buena elección. 

 

♫♫♫

 

Camino por los pasillos del instituto y me encuentro con Lucía. 

—¿Lo has hecho? 

—Sí. Me siento segura de mi decisión. 

—¡Estupendo!

—¿Cómo ha ido la relación con tus padres? 

—Desde hace una semana en la cena, las cosas marchan sorprendentemente bien. Papá ha decidido almorzar en casa. Tal vez es pronto para decirlo, pero realmente creo que ambos intentan hacer un cambio. 

—Qué bueno. ¿Has planeado ya la fiesta de presentación de los vinos? 

—¡No! ¡Estoy desesperada! Creo que el hecho de poder tener el control no es tan maravilloso siempre.

—Vamos, no pongas esa cara larga. Si has logrado realizar este proyecto tú sola, planear la fiesta será pan comido. 

—Eso espero. 

 

♫♫♫

 

—¿Volar a Madrid? —pregunta Angele bastante sorprendida.

—¡Vamos! Es la fiesta de presentación de los vinos. Me has ayudado tanto que no puedes no estar allí. 

—Bueno, me has convencido. 

—¡Estupendo! ¿Penny viene? 

—¡Dile que si!—exclama la pelirroja a lo lejos. 

—¿Por qué no me has dicho que estaba en altavoz? 

¿Sorpresa? —y ambas sueltan una carcajada. 

—Bien. Las espero aquí el viernes. Por favor no hagan muchos destrozos mientras llegan.

—Allá nos vemos. —dice Angele y escucho sus risas. 

 

Cuelgo y comienzo a evaluar algunas opciones para el menú. 

<<Esto de planear no es cosa fácil.>>

 



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En el texto hay: musica, romance, amor de verano

Editado: 22.03.2020

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