NOCHEBUENA PARTE 1

Aksel pensaba que no lo miraba, pero hace rato que había dejado la lectura a un lado para buscar un insulto adecuado para que dejara de moverse, me desesperaba. Hace media hora había llegado a la habitación sin decir nada y había empezado a moverse de un lado al otro mientras sostenía el móvil en su mano y lo revisaba cada cinco segundos.

- detente de una vez – digo molesta, Aksel entonces me mira – si sigues así vas a desgastar el piso súper caro de tu padre y me lo va a cobrar a mí.

- dudo que se preocupe por si el piso se desgasta – él mira el piso confundido mientras habla – en este momento está más interesado en salvar su trasero.

- ¿está en problemas? – interrogo curiosa por sus palabras - ¿hizo algún sucio negocio con alguien y ahora lo van a llevar preso? Si necesitan a alguien para testificar contra él, yo puedo ayudarlos, créeme estaría encantada de colaborar con la justicia.

- ¿Qué? – Aksel me observa como si me hubiera salido un tercer ojo - ¿de qué hablar?

- sobre Jordan intentando salvar su trasero – hablo como si fuera lo más obvio.

Me quedo sentada en la cama esperando que Aksel diga algo más, pero parece darse cuenta de lo que acaba de decir porque enseguida me mira nervioso.

- no quise decir eso.

- pues yo creo que sí – declare.

- seguro escuchaste mal – intenta excusarse, mientras vuelve la vista al móvil.

Ruedo los ojos, prometiendo averiguar en qué líos anda metido mi progenitor. Pero primero me digo que debo averiguar qué demonios le pasa al idiota de Aksel y mientras más rápido lo averiguara más rápido se iría de la habitación para volver a mi lectura.

- ¡SÍ! – exclama Aksel – tenemos la casa.

- ¿Qué casa? – pregunté, sin apartar los ojos de él – no estoy entendiendo nada.

- tendremos una fiesta y depende de ti comportarte esta noche – se cruza de brazos y su rostro se vuelve serio – no hagas nada estúpido y hablare con nuestro padre para que te deje ir conmigo.

- ¿y no es lo que hago todas las noches? - pregunto inocente, consiguiendo una mirada enojada.

- no he pedido nada…

- ¿nada? – lo interrumpo, queriendo recordarle sobre Ethan, pero me quedo callada - ¿Qué de diferente tiene esta noche?

Él se queda un rato en silencio, se limita a observarme como si estuviera analizando mis movimientos, camina un poco más cerca de mí antes de empezar a hablar.

- iremos a una cena con los amigos de papá – explica y estoy por decirle que no estaba en mis planes convivir con más personas, cuando una mirada severa hace que me calle – no estás en posición de negarte.

- no sabía que estaba secuestrada – murmuro molesta – porque es justamente como me siento cada que paso en esta casa.

- no se te ha prohibido salir – siseó – tampoco lo hagas ver como si fuera una tortura.

Sabiendo que molestarlo ahora sería mala idea, me limite a observarlo en silencio esperando que siguiera hablando.

- mi padre quiere cerrar un trato con ellos – empieza nuevamente – es un negocio sumamente importante para él y dependiendo de esta cena sabrá si se va a cerrar el trato o no.

- si quieren que salga bien, no deberían llevarme – me encojo de hombros.

- ellos saben de ti – dice serio – intente que no fueras, pero mi padre se negó a dejarte aquí.

- ¿Por qué harías eso?

- porque ni siquiera yo quiero ir.

Curiosa le hago un espacio para que Aksel se siente, entonces me explica sobre el hijo de los Bowers y su eterna rivalidad, esta demás decir que Aksel no lo soporta, no me da muchos detalles, pero los que me dan son suficientes para saber qué este tal William es como un grano en el trasero. Pero mi madre me había enseñado a no juzgar a nadie antes de conocerlo, así que esperaría a la noche para dar mi veredicto, tal vez Aksel solo me estaba diciendo lo odioso que era William para que no hablara con él y sacara información.

Si…tal vez estaba creando ideas locas en mi cabeza, pero con algo debía entretenerme.

- entonces ¿vas a comportarte? – pregunta, mientras me mira nervioso – si lo haces prometo que mañana no pasaras navidad en esta casa.

- ¿Qué hay de año nuevo?

- buscaremos algo para escapar – estira su mano y yo la tomo.

- lo intentaré.

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- No, ni de chiste – digo mirando el vestido que Evana pone en la cama – está haciendo un frio que te cagas, voy a congelarme.

- no te preocupes, llevaras un abrigo – me sonríe, mientras deja los zapatos a un lado – vas a quedar hermosa.

- preferiría no congelarme – ruedo los ojos – hermosa estoy con cualquier cosa, así que, no usaré ese vestido.

- pruébatelo – sugiere – si no te gusta cómo se te ve, buscaré otro.

Asiento sabiendo que Evana no buscaría otro vestido y resignada a usarlo.