A Lucía Fernanda se le iluminaron los ojos y su cara se transformó en una expresión de travesura, pensó “a este se le va a salir los ojos del asombro cuando nos vea en la exhibición con todos los implementos completos”. Cuando llegaron al salón, encontraron a todos los compañeros que van a participar y les dijo:
- les tengo malas noticias, amigos – les mostró la hoja que le había dado el “odioso” – el odi… profesor nos dio más cosas por hacer, así que tengo una idea para realizarlos todos en tiempo récord – sonrió maliciosamente – vengan vamos a ver la lista, pero sé que todos tenemos mucho trabajo y que yo estoy impedida por el brazo derecho, pero con ayuda, podemos realizarlos y tenerlos a tiempo para mañana, ¿vale? – ellos contestaron afirmativamente y estaban contentos, porque Fer era la líder del grupo y siempre se le ocurría buenas ideas.
- bueno… veamos son 56 implementos entre 8 que somos, salimos a 7, pero queremos que todos salgan iguales, ¿cierto? – todos asintieron – ok, entonces nos toca trasnochar a todos, nos reuniremos en mi casa que tenemos un salón grande y podemos estar todos haciendo lo que nos toca, así que… - miró a Javier – Javi, tú te encargas con Carlos, Teresa, Juancho y David, en reunir los materiales que necesitamos, los demás pueden ir a sus casas y mirar que pueden traer que nos pueda servir y traer sus objetos personales y ropa que vayan a ponerse mañana para ir a clases – “vamos a ver qué piensas de nosotros doctorcito de pacotilla” – Javier la mira y le dice:
- ¿Qué estás tramando, diablilla? Jajajaja, - se ríe – pobre del “profe”
- ¿de qué lado estás, Javier? – le grita enojada – él levanta hacia el frente las manos para tranquilizarla.
- ¡Tranquila, amiga!, era una broma, sólo quería ver como ponías la cara.
- no hagas esa clase de bromas - dijo Fer ya más calmada –
- estoy de acuerdo con Fer, ese profesor le está haciendo la vida imposible – dijo Teresa, la castaña delgadita con anteojos, ella es muy alegre y extrovertida y le hace ojitos a Javier. - además, - expresa – tenemos que hacerle pagar este exceso.
- claro que sí, - exclamaron todos.
- bueno, entonces pongámonos en marcha, que voy a llamar a mi hermana, para ver si nos puede ayudar, ya que ella está estudiando arquitectura y puede ser un reto para ella – y mira a David – tú David, tienes un hermano que también está estudiando arquitectura, ¿verdad?
- si ya terminó, está preparándose para la graduación – dijo él.
- le puedes decir ¿si nos puede ayudar?
- claro, ya llamo – y sacó su celular para hacer la llamada. Mientras Lucía Fernanda también tiene su celular en la mano, estaba mirando la pantalla buscando el número de Sofi.
- Hola corazón, ¿estás ocupada? – jajajaja, escuchó la risa de ella.
– aunque estuviera, siempre tengo tiempo para ti, mi amor.
- Sofi, necesito tu ayuda y de los que puedas conseguir – le dice – te mandaré una foto de la lista que necesito tener listo para mañana a primera hora.
- ok, ya me llegó, wow, wow, ¡qué! – se asombra su hermana – ¿todo esto para mañana?.
- si es un trabajo que nos puso ese “estúpido atropellador!
- ¡vaya! Te la está poniendo difícil, eh, - Fer sintió a su hermana como seria.
- ¿Qué pasa, Sofi? Te siento rara – dice su hermana– No pasa nada, es que acá Pedro me está molestando y yo siento todo lo que te ha pasado, cariño - yo también siento tu estado, y quiero que te calmes y cuentes hasta diez, porque te conozco y sé que, si haces algo drástico, te vas a arrepentir.
- el que se va a arrepentir es él. ¿Me oyes? – expresa enojada – ¿me vas a ayudar? Todos vamos a estar en la casa desde ya y toda la noche.
- claro, menos mal que no tengo nada importante para mañana en la “U”, así que cuenta conmigo y con algunos amigos, ¿vale?
- bueno nos vemos en la casa, ya terminé acá por hoy, así que chaito, amor. – ese siempre es el tratamiento que han tenido ellas como gemelas que son, aunque en el temperamento son diferentes, son iguales en el físico, en los sentimientos, por ejemplo, si una está triste, la otra también se pone triste, hasta se visten iguales, sin proponérselos.
Cuando está en la entrada de la universidad, se encuentra con, Julia y Deisy, que ya vienen con sus cosas y además traen varios materiales para hacer los implementos.
- hola Fer, pesábamos que ya te habías ido y corrimos para ver si te alcanzábamos – dijo Deisy – queríamos irnos contigo.
- claro amigas, vámonos que ya viene la ruta que pasa por mi casa – levanta la mano para que se detenga a buseta – suban que yo pago y después me devuelven, ¿vale?
- bueno – dijo Julia – las dos subieron y más atrás subió Luisa Fernanda, le pagó al chofer y fue a sentarse con sus amigas. Luego llama a su mamá para decirle que va con dos amigas para hacer unos trabajos y les guarde almuerzo y que se va a reunir con otros cinco.
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Todos sus amigos ya están muy juiciosos haciendo los trabajos junto con los de Laura Sofía que llegaron para colaborar, estaban muy concentrados, ya llevaban cinco horas en esa tarea cuando entra al salón la señora Yolanda con Andrés y Julio que le ayudaban llevando bandejas con comida y bebidas a los chicos.