- Dame una semana Suk- dijo Jin
Ella negó con la cabeza, Jin intentó decir algo pero ella levantó la mano para detenerlo.
Suk - No es algo que puedas arreglar, no tengo luz- dijo esto apretando un interruptor para demostrarselo-le dije a mi casero que me marcharia hoy y tengo que hacerlo, necesito encontrar un hotel para esta noche, así que olvidate de encontrar un sitio para toda la semana.
-¡Quedate conmigo! - le sugirió Jin como si fuese la solución más sencilla, pero Suk sintió una corriente por todo su cuerpo.
Suk - No es una buena idea-.
Jin - ¿¡Porqué no!? dijo inocentemente con cara de niño bueno.
A no ser que ella quisiera confesarle la verdad, no tenía ninguna respuesta y Jin tenía un buen argumento. - Tengo una casa grande, tendrías tu propia habitación y tu propio cuarto de baño. Y me daría la oportunidad de poder disculparme por todas las cosas insensibles y desconsideradas que he hecho estos dos...tres años,me gustas Suky y me siento fatal por no haberte tratado mejor, quiero arreglarlo.
Suk no pudo evitar sonreír, no había forma de que él pudiese arreglar lo que ella sentía, a menos que casase con ella, y por un momento se preguntó cómo reaccionaria Jin si le decia aquello.
Suk - Espero que no tengas pensado pasarte la semana intentando convencerme para que me quede, porque no puedes arreglar las razones por las que lo hago.
Jin - De acuerdo, respetare tu intimidad--dijo rápidamente - no te preguntaré porque te marchas y no intentaré hacer que te quedes, LO PROMETO y le pediré a J hope (este era el abogado de la empresa) que redacte un acuerdo si te hace sentir mejor - añadió
Suk se quedó pensativa pues todas sus compañeras sabían porque se marchaba se reirán si regresaba al trabajo aunque fuese por una semana para ayudarlo, sobre todo para ayudarlo...
Suk - No puedo- dijo agachando la cabeza para que el no viera que estaba a punto de llorar.
Jin - ¿Qué puedo hacer para que cambies de opinión?
Sabiendo que Jin reconocería una mentira ella cruzo los brazos y se dio la vuelta para que el no la viese a la cara.
-Ya le he dicho a todo el mundo que me marchaba, me compraron una tarta y organizaron una fiesta, no puedo aparecer sin más el lunes.