Capítulo 12

-Claro que no-dijo ella, pero volvió a reírse esta vez por lo nerviosa que se sentía repentinamente. 

Jin pensó que se reía por su manera de actuar, pero fuera cual fuera la razón pensó en que hacía mucho tiempo no la veía sonreir  y más aún que le gustaba verla cuando lo hacía. Con aquel pensamiento Jin se encontró a sí mismo mirandola fijamente a los ojos, se dio cuenta que estaban tan cerca el uno del otro que si se inclinaba un poco podía besarla y trago saliva. 

Hacia apenas un minuto que había pensado en besarla, que en ese momento sintió que moriría si no lo hacía. Suk se dio cuenta que estaba mirando sus labios y que iba a besarla, su corazón se aceleró y las piernas le flaquearon, durante tres largos años espero que aquel chico la besara y ahora que había llegado el momento se sentía la chica más feliz del planeta. Pero cuando el volvió a mirararla a los ojos se dio cuenta que se sentía confundido, lo suficiente para no seguir adelante. ¡No la beso!. 

-Supongo que si puedes poner las sábanas tú sola- dijo Jin mientras se giraba y agachaba a recoger las sábanas sucias del suelo para después salir de la habitación. 

Mi Suk se dejó caer en la cama preguntándose que acababa de suceder, por un momento sintió que Jin la estaba mirando de una manera diferente. Aquel beso frustrado le reafirmó su decisión de marcharse, tenía que enseñarle a Jin su trabajo para así poder marcharse a Busan sin ningún remordimiento y sin mirar atrás. 

Al día siguiente Suk bajo y se dirigió a la cocina de donde salía un olor delicioso, al entrar Jin volteo a mirarla, intentaba disimular que nada había pasado pero verla de pie ahí en puerta de la cocina de su casa lo ponía nervioso y se preguntaba si ella se sentía de la misma manera. 

-Buenos días - dijo Suk sacándolo de sus pensamientos. 

Jin trago saliva ya que lo había pillado mirandola -Buenos días, ¿como has pasado la noche, pudiste descansar un poco? - porque yo no pensó para si mismo.