Jin la miro boquiabierto, sorprendido de que ella lo haya interpretado así - ¡Claro que no!.
-Si, es obvio que tienes miedo de mi - y se acerco un poco más a él.
-Suky, no lo hagas - dijo un Jin bastante nervioso.
Suk se humedecido los labios antes de decir. - ¿Porqué no? -
-Porque puede no gustarte el resultado -
-¿El resultado de que,qué estas tratando de decir Jin?- dijo esto poniendo sus manos sobre sus músculos - ¿acaso planeas algo?. -
-¡No-, la voz de Jin era casi un susurro.
Suk pensaría de nuevo que es un tonto y habría dado por terminado el asunto si no hubiera sido porque el la tomó por la cintura en un rápido movimiento y la atrajo hacia él...
-La verdad, es que si estoy planeando algo- dijo Jin - ¡Esto!. - Jin inclino la cabeza y sin más ¡La beso!.
Ella sintió la calides de los labios de Jin provocándole una corriente tan abrumadora que estuvo a punto de caer, si no hubiera sido porque él la abrazo aún más fuerte, Suk era consiente de todo : la suavidad de sus labios, el sabor de su beso y el aroma que lo invadía. Ella por impulso pasó sus brazos al rededor del cuello de Jin y este incapaz de detenerse solo profundizo aquel dulce beso.
Cuando un Jin reticente poco a poco fue rompiendo con el beso, no fue capaz de soltarla y solo la abrazo con tanta delicadeza que sentía que ella se rompería si la soltaba y así permanecieron por un largo rato sin ser capaces de tener conciencia del tiempo, ni del lugar mucho menos de las personas que se encontraban en el mismo sitio...
Suk por su parte no terminaba de creer lo que acababa de pasar, se sentía culpable por haberlo orillado a eso, no sabía porque se había comportado de aquella manera con él, aunque no le dio mucha importancia pues acababa de caer en un hermoso sueño del que no quisiera volver a su realidad.
Jin la soltó poco a poco, aunque la verdad no quería hacerlo y durante unos instantes solo se miraron.
Sabían que las vidas de ambos cambiarían a partir de aquel momento porque acababan de cruzar líneas a pasos agigantados.
Suk jamás se había parado a pensar que llegaría a conseguir que él admitiese que le gustaba, y con un beso habia derribado barreras, barreras con las que no pudo durante aquellos tres largos años.
-Será mejor que nos vayamos a casa-dijo Jin bastante nervioso - y hablemos sobre esto -.
-Si, será lo mejor--respondió ella.