-Gracias Tae, eres un gran amigo-...
Después de finalizar la llamada con Tae, no sabía cómo sentirse al respecto pues no acababa de entender la situación de Jin, con un mundo de pensamientos en su cabeza se fue quedando dormida. Al día siguiente cuando bajó a la cocina y se encontró con él por enésima vez no supo cómo tratarlo.
-Buen día -
-Buen día-respondió Jin levantando la vista y sonriendo.
Al verlo sonreír ella se sintió pésimo no sabía que más decir, se sentía mal y no por el hecho de haberla besado si no porque no se había puesto a pensar que él era una persona con problemas como todo el mundo.
-¿Iremos a la oficina? - preguntó Jin
-Claro, te ayudare a revisar los historiales laborales, si es para encontrar a mi sustituta, ¿quién mejor que yo para hacerlo, no crees? - respondió ella y él solo asintió.
Ella se sirvió solo cereal para desayunar y Jin fue a cambiarse, después de media hora iban en camino a la oficina, ambos volvieron a sentirse a gusto.
Aunque Jin no lo sabía Suk se había amoldado muy rápido a la nueva situación y ya no lo tenía en un pedestal, para ella ahora eran solo dos personas normales capaces de hablar de lo ocurrido, así que cuando estaban revisando uno de los primeros historiales ella soltó...
-Creo que como anoche nos besamos, al menos debemos aclarar las cosas y comprobar si nos estamos perdiendo algo-..
Jin solo asintió.
-Pero también ambos sabemos que me marcho - continuó ella-asi que tenemos que ser cautelosos porque si nos involucramos sentimentalmente y yo decido quedarme y luego la relación sale mal, vamos a tener problemas -.
-Exactamente - dijo Jin sin levantar la mirada de los papeles.
No dijeron nada más, simplemente siguieron revisando y anotando nombres de posibles prospecto a nueva secretaria ya era la hora de la comida y pidieron algo de comida rápida ya que estaba lloviendo como para salir, cuando terminaron Jin sugirió que se fueran a casa, así que salieron pero seguían en silencio, aunque no era para nada incomodo.
Jin se sintió un poco culpable por haberla convencido de quedarse ese fin de semana por razones puramente egoístas aunque podía perdonarse ya que realmente necesitaba de su ayuda, también se dio cuenta que tan solo un día y unas horas bastaron para que la atracción entre ellos creciera, y sabía que no le podía pedir que se quedara al menos un día más...