Jin sintió un cúmulo de sensaciones con ese beso, no era tan diferente del primero pero no sabía porque este nuevo lo hacía sentir que en Suk estaba su verdadero camino, ella rodeo su cuello con sus brazos, él solo se dejó llevar por aquel dulce sabor y cuando sintió que su cuerpo comenzaba a reaccionar, poco a poco fue separándose de ella para no hacerla sentir mal.
-¿Suk, que estamos haciendo? -
Ella lo miro por unos segundos, pensando en que y como responder ya que el primer beso se había malinterpretado no quería que ocurriera lo mismo en esta ocasión.
-Dímelo tú -
-No lo sé-
Los sentimientos de ambos habían cambiado, y ella no quería arriesgar un comienzo tan delicado mostrándose triste u obligándolo a decir o hacer algo para lo que él no estaba preparado...
-No quiero hacerte daño Suky-Jin se aparto un poco de ella - y si nos metemos de lleno en esto, uno de los dos saldrá perjudicado, y no creo que eso sea lo correcto.
-Así es, tienes razón -
-¿De verdad? -
-Si, tranquilizante Jin, no soy tan frágil - intento aparentar despreocupación, así que comenzó a sacar platica de lo primero que se ocurrió y así hacer que él se sintiera cómodo de nuevo.
A las once treinta Suk se fue a la cama, le dijo a Jin que lo vería en la empresa después de las seis, ya que aprovecharía para levantarse tarde después de tanto tiempo.
Al día siguiente Jin se levantó sólo, desayuno solo, y se marchó al trabajo solo, eso es lo que había hecho durante los últimos cuatro años desde que trabajaba con sus amigos, pero ese día se sentía diferente y extraño y solo se dijo que era porque se estaba acostumbrando a Suk. Con ese aire de nostalgia llegó a la oficina, así paso la mañana y se encontró así mismo consultando el reloj para ver cuanto faltaba para la hora de comer,de inmediato se sintió decepcionado al darse cuenta que comería solo, empezó a pensar que se estaba volviendo loco.
Quizá Suk empezaba a gustarle demasiado porque estaba cansado de estar solo, sin embargo no podía evitar la tristeza que se apoderaba de él cada vez que pensaba en Lee Jung Mi
Su repentina muerte lo había dejado destrozado, no lo negaba y recordarlo aún le dolía...
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