Mi Bollito.

XXIII.

Todo el día he estado, limpiando la casa de arriba a abajo, y esto sólo es una parte del castigo, pero no importa lo qué sea por darle una lección a esa tarada de Minerva.

Son casi las 5:00 de la tarde y sólo me faltan 6 días para poder volver a la escuela, en todos estos dias he hablado con Romina por videollamada, cada día nos llevamos mejor, y hoy es la barbacoa, oigo sonar el timbre, y bajo corriendo, es Romina y su familia.

Entra una señora con una cara muy sería, es de piel clara, ojos miel y cabello teñido de rubio, se ve qué es muy gruñona, viene de la mano de un señor de piel clara, alto y ojos negros, él se ve igual de serio, mis padres los saludan, y ellos se presentan, -Somos los padres de Romina, Soy Clara Soler y él es mí esposo Thomas Soler, dice la señora.

Romina es más alta que su madre, se nota desde lejos lo extraño es qué a ella no la veo, entra una niña de la misma edad que Ariadna es de piel clara, ojos oscuros y lindas mejillas, muy linda se parece a su madre pero más alegre, me saluda e inmediatamente Ariadna y ella se van a jugar al jardín.

Nos presentan, y extrañamente se llevan muy bien con mis padres, eso es bueno, Porqué entonces Romina y yo podemos ser bueneas amigas, pero aún ella no entra y me atrevo a preguntar, -Disculpe señora, ¿Dónde está Romina?, La mujer me mira mal y me dice, -No creas qué no sé lo que le hiciste a mí hija, no se sí es tú culpa o tu amistad, creo qué es la primera.

-Lo siento señora en verdad, le pido me perdone yoo..., me interrumpe y me dice, -Si mí hija te perdono no te juzgaré pero si le haces algo a mí pequeña de nuevo, sabras quién soy yo, ahora si me disculpas tus padres me esperan.

Admito que la señora Clara impone mucho, y tiene toda la razón de estar molesta, pero no ha respondido a mí pregunta, así qué decido hablarle por teléfono a Romina.

-Hola, ¿Dónde estás Romina?

-Mi madre, me ha dicho que prepare una tarta se está enfriando, en cinco minutos llegó a tú casa.

-Bien no tardes, cuidate.

Colgamos y como lo prometió en menos de cinco minutos, por fín llega, me saluda de beso y yo la abrazo, debo admitir que ella se ha ganado mí amistad en muy poco tiempo es muy dulce y eso me agrada.

-¿Ya has hecho las tareas qué te he envidao?, me cuestiona.

-Si las acabo de terminar, ven entra y subamos a mí habitación, le digo.

-Bien vamos, me dice.

Saluda a todos, hacemos las presentaciones y a mis padres le ha agradado Romina, nos disculpamos y subimos a mi habitación. Cuándo entramos ella abre los ojos como platos, y yo solo me río, no puedo evitarlo.

-¿Qué sucede?, la cuestiono.

-Tú habitación es más grande que la mía, y es muy bella, me dice.

-Gracias, puedes venir a mi casa cuándo quieras, le digo.

-Gracias, tu armario es bello, me dice asombrada.

-Y no lo has visto por dentro, le digo y abro mí armario, ella se lleva la mano a la boca y comienza a dar pequeños saltitos, y me dice, -¡¡¡Es Increible!!!

Ambas reímos, y seguimos hablando de música y es sorprendente la cantidad de cosas qué tenemos en común, y para ser sincera todo esto es nuevo para mí jamás había hecho o sentido esto, es lindo tener a alguien con quién compartir tus ideas.

Más tarde, nos dirigimos al jardín, y comenzamos a comer la barbacoa qué ha estado deliciosa, ¡Estuvo Increíble!, Romina es muy buena con los niños, a mí hermana muy rara vez la vez siendo tan amable y cariñosa con alguien, y Romina se la ganó en unos pocos segundos, Romina ha querido que juguemos con nuestras hermanas y yo me he negado.

-Kiara, ven por favor, vamos a jugar, me dice Romina suplicante y haciendo un puchero.

No puedo evitar reírme y le digo, -Ya estamos grandes para esto ¿No crees?

-Jamas se es lo suficientemente grande para divertirse, además Kiara ¿Quién rayos dijo qué tienes que ser niño para ser felíz?, me dice sonriendo obvia.

-Bien, vamos a jugar rara, ella sólo sonríe triunfante y yo solo entorno los ojos.

Pasamos el resto de la tarde jugando, me he divertido tanto, y cómo no siempre todo lo divertido dura mucho Romina y su familia se van, me despido de ella y así ayudo a mis padres a limpiar y subo a mí habitación, me ducho y cambió por una pijama y me he acostado a dormir, felíz y tranquila de tener una compañera... (En realidad una amiga).

 



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En el texto hay: tristeza, amor amistad humor

Editado: 26.10.2020

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