Hay veces en las que me tomo el atrevimiento de pensarte, y recrear con pequeñas pancartas, ilusiones que tal vez no vengan a ser reales.
Hay noches, que me maldigo tanto, que comparto con mi silencio un poco de lo realmente solo que me encuentro.
Y digo ¿Qué pasaría si mi soledad se cruzara con su compañía? Pero luego me entra lo muy ingenio y digo ¿Qué pasa si le arruinó su paz?
Hay veces en las que me entran las ganas de derrumbar ese muro entre medio que no coincide con mis intereses, y llenarte de todas las cosas que por años me cohibí.
Otras veces son muy cómplices con tu forma de protegerte y ese -Yo primero- que instalas en tu vida, que simplemente me alejo, para no estorbarte.
Y me disculpo por estorbar unas de esas noches, en lo menos piensas es en un vínculo que dejas al pasado y yo intento traer al presente.
También por esas letras que en mí emanan pación y tú muy ensimismada tratas como cortesía.
Hay noches que simplemente te deseo, y no es uno enfermo, ni provocativo, es más de tenerte y enseñarte lo bonito de tus ambigüedades si se perdieran en mis besos.
Tal vez en unas de esas noches me has pensado ,y espero por lo menos ser un bueno pensamiento, tal vez en unas de esas noches has querido lo mismo, espero seguir sintiendo lo mismo por muchos años.
Aunque eso de tenerte, solo siga floreciendo en el pasado.