ALEXANDER
En cuanto llegamos a Los Ángeles nos dirigimos a la casa de los Jones, en el camino no paro de preguntarme quien sería capaz de lastimar a Ali, es una chica que, como dicen, no mata ni una mosca, no digo que sea ingenua, solo que es muy noble y amable, desde que la conozco siempre me ha mostrado que se puede sonreír en los momentos de tristeza, brillar en la oscuridad y ser feliz aun cuando el mundo se caiga a pedazos. Me di cuenta de esto cuando pasó su accidente, en ningún momento la vi llorar o quejarse, solo sonreía y sin importar por lo que estaba pasando, se preocupó por mí.
- En el camino hablamos con Nicolas y nos comentó que tenían visita – dice mi padre
- ¿hablaste con los oficiales? - pregunta mi padre
- Dicen que en un par de horas nos llamaran para darnos la información - dice mi padre mientras llegamos a la casa de Alicia.
Cuando tocamos la puerta una chica con el cabello corto, pelinegra, ojos marrones y tez blanca, nos abre la puerta; es linda pero la hermosa ojiazul que seguramente se encuentra arriba es hermosa.
- Ustedes deben ser los amigos de mis tíos, adelante – se hace a un lado y entramos.
- Buenas tardes – saludamos al unisonido. Mentiría si no dijera que estoy ansioso por ver a Ali
- Qué bueno que llegan – en eso salen Cali y Nicolas de la cocina, nos saludamos - ¿les parece si vamos a la oficina? - antes de que mis padres puedan responder una pelirroja baja las escaleras y en cuanto me ve sus ojitos se abren y sonríe de esa manera que me encanta
- ¡¡¡Alex!!! - rápidamente me acerco y la abrazo sin lastimar su brazo - ¿Cuándo llegaste? - pregunta una vez nos separamos
- Acabo de llegar enana – en eso recuerdo que hay más personas y me separo un poco de Ali
- Me alegra verlos – dice un poco sonrojada
- A nosotros nos alegra que estés bien – mi madre se acerca a saludarla - ¿Cómo estás? - pregunta mientras mi papá se acerca a saludar
- Bastante bien, por mí correría una maratón – todos reímos y en eso una mujer algo parecida a la madre de Ali sale de la cocina
- Ella es mi hermana Sara Miller y su hija Lisa Miller – dice Cali señalando a la mujer y a la chica que nos abrió la puerta quien me sonríe de una manera extraña que ignoro.
Después de esa presentación mis padres y los de Ali se van a la oficina de Nicolas, mientras que Ali y yo nos quedamos en la sala para ver una película, nos decidimos por la bella y la bestia, aunque no preste atención ni a la mitad de la película por observar a Ali, no puedo contenerlo más y sin más lo suelto
- Te extrañé - veo como comienza a ruborizarse
- Yo...yo también te extrañé - finalmente voltea a verme y una vez más me pierdo en su mirada - ¿tu abuelo está bien? - pregunta mientras se recarga en mi hombro
- Está bien, al parecer solo fue un susto – suelto aliviado
- Me alegra oír eso – dice con una sonrisa - ¿escuchaste que ya van a reanudar clases? - pregunta
- Lamentable situación- suelto dramático - ¿Cuándo podrás ir a la escuela? - la verdad no sería lo mismo sin ella, porque, aunque sea un año mayor que ella ya me había acostumbrado a compartir tiempo libre
- Creo que, en unos días, cuando me quiten el bastón – dice mientras come palomitas – Lisa también va a ir a nuestra escuela – lo dice como un susurro – como somos de la misma edad probablemente nos toque juntas – suena algo animada - ¿podemos ir a mi habitación? Es que primera, me estoy quedando dormida, y segunda, quiero mostrarte algo – pregunta mientras se recompone
- Claro – la ayudo a levantarse y nos ponemos en marcha a su habitación.
Una vez en su habitación la ayudo a recostarse y yo me acomodo a su lado, después del hospital ya estábamos acostumbrados a estar así y francamente a mí me gustaba. Empezó a platicarme de la aventura del día que le dieron el alta, nos hemos reído de algunas de sus ocurrencias, me platico que Daphne había venido a verla el mismo día y eso me hizo recordar la llamada que tuve con el imbécil de Andrew, resulta y resalta que Daphne es “la” chica, textualmente me dijo “me encanta, es perfecta” y después le siguieron 20 minutos en donde me decía lo increíble que era, me limite a decirle que me alegraba por él, preferí contarle de Ali cuando lo viera.
- Entonces ¿Qué piensas? - por estar pensando en otras cosas no preste atención a lo que me decía - ¿hola? Tierra llamando a Alex – pasa su mano por mi rostro
- ¿Qué? - volteo a verla
- Creo que tu cuerpo está aquí y tu Alex interno anda en las Bahamas – ambos reímos - pero ya enserio ¿en qué pensabas? - pregunta
- Solo...en cosas – digo restándole importancia y ella me da una mirada de “ajá, hagamos que te creo” - bueno ¿qué estabas diciendo? - cambio el tema
- Nada – suelta una risita – solo te estaba molestando porque parecías distraído - está apunto de hablar, pero de la nada abren su puerta
- ¿Qué ocurre? - le pregunta a la pelinegra detrás de la puerta
- Creí que tu invitado ya se había ido – dice como si no se hubiera dado cuenta que nuestros padres siguen abajo
- No te preocupes ¿necesitas algo? – dice amable y la pelinegra niega – Lisi solo toca la puerta antes de entrar, capaz y un día me matas del susto – ambas ríen y yo me limito a sonreír
- Lo siento, la costumbre – se invita a la habitación y se sienta en la cama – por cierto, soy Lisa – me extiende su mano
- Alexander – tomo su mano
- ¿te puedo decir Alex? - pregunta con una sonrisa coqueta
- Claro... - digo no muy seguro – Ali ¿te parece... - Lisa me interrumpe
- ¿eres de aquí? - pregunta mientras se acomoda en la cama y nos obliga a hacerlo – creo que vas a necesitar una cama más grande prima – dice burlona
Al final los tres nos quedamos en la habitación mientras las chicas platicaban y de vez en cuando me incluyen, no puedo dejar de ver a Ali, la veo y no puedo entender cómo se volvió una persona tan importante en mi vida, no me arrepiento de haber llegado tarde a esa cena y mucho menos de que esa misma noche nuestras miradas conectaran. Haber hablado con mi abuelo me había hecho entender muchas cosas y aunque me he enamorado de ella, eso no significa que ella sienta algo por mí.
Editado: 12.05.2021