CAPÍTULO 12

ALEXANDER  

Acabamos de llegar a casa después de que Cali despertara. Nicolas había decidido quedarse en el hospital y junto a mis padres tomaron la decisión de que Alicia se quedara por esta noche con nosotros, todavía las palabras de Nicolas me dan vueltas por la cabeza “sé que ustedes son muy unidos y te pido, por favor, que no la dejes sola, quiero tener la seguridad de que tiene a alguien protegiéndola y estoy seguro de que tú puedes ser esa persona” no dude ni un segundo y le aseguré que Ali siempre me tendría con ella.  

Ali ya se ve mucho mejor que hace rato, no sé qué le dijo su madre ya que cuando salió de la habitación una gran sonrisa estaba dibujada en su rostro. Mis padres avisan que estarán en la oficina y mientras yo le muestro a Ali la que será su habitación por esta noche. 

- Si necesitas algo, mi habitación es la del fondo – le digo con una sonrisa - ¿tienes hambre? - no había comido desde que llegamos al hospital  

- Estoy bien – me asegura con una sonrisa – muchas gracias por dejarme quedar aquí - se sienta en la cama y tomo asiento a su lado  

- No tienes nada que agradecer, prometí que siempre te cuidaría y aquí entre nos – me acerco a su oído – odio romper mis promesas – ella sonríe y recarga su cabeza en mi hombro y yo le paso un brazo por la espalda  

- Te quiero mucho Alex – dice ella e inconscientemente sonrío - para serte sincera me sorprendo de mí misma, nos conocemos hace no mucho, pero es como si te conociera desde hace años, me alegra que llegaras a mi vida – levanta su rostro y algo en su mirada luce distinto – hay algo que tengo que decirte – se incorpora y me mira fijamente – me da miedo decirte y que te alejes, eres muy especial e importante para mí - hace una pausa y antes de que pueda decir algo vuelve a hablar - ¿recuerdas nuestra plática en el parque? - asiento y ella toma una respiración profunda y vuelve a fijar su mirada en la mía  

- ¿todo bien? - me preocupa su silencio – si quieres podemos hablar ma... - me interrumpe  

- Me gustas – mis ojos se abren como platos – estoy perdida y completamente enamorada de ti, Alexander Foster – esas palabras se quedan en mi mente y no sé qué decir – ¿Alex? - su voz me regresa a la tierra, sus ojos me miran expectantes  

- Ali... - las palabras no salen de mi  

- Lo sabía, que estúpida soy, por un momento creí que... - no puede terminar porque la beso, un beso en donde trato de decirle cuan especial es para mí, en donde trato de expresarle todo lo que siento por ella, lentamente me separo de ella y junto nuestras frentes  

- Alicia Jones, acabas de hacerme el idiota más feliz del mundo – sonrió - ¿sabes por qué? Porque yo también estoy perdida y completamente enamorado de ti, me gustas más de lo que me gustaría admitir y me asusta, nunca había sentido algo así por alguien y me aterraba el que me rechazaras y que te alejaras – me separo de ella y tomo su rostro entre mis manos, ella me sonríe con esa sonrisa que no hace más que enamorarme, una lágrima resbala por su mejilla y con mi pulgar la quito – Ali... - no pensaba hacer esto así, pero dicen que los mejores momentos son aquellos que no se planean - ¿quieres ser mi novia? - ella sonríe aún más y se lanza a mis brazos 

- Claro que quiero chiquillo - río y la abrazo aún más fuerte – te quiero de aquí a marte ida y regreso - sonrío y vuelvo a besarla  

Después de confesarnos decidimos que lo mejor es que nadie lo sepa por el momento, preferimos contarlo una vez que Cali esté mejor y que la investigación de la policía concluya. Estoy tan feliz que parezco drogado, “me gustas” escucharla decir eso me hizo sentir tan afortunado, el saber que la persona que te gusta siente lo mismo por ti supera todo lo que algo vez creí me hacía feliz. Ella es perfecta, su sonrisa, sus bellos ojos que podría ver hasta que el mundo estuviera por acabar, todo de ella me encanta, estoy seguro que soy el chico más afortunado del jodido mundo, podría gritar a los cuatro vientos lo feliz que soy y me encantaría que todos supieran que esa hermosa pelirroja es ahora mi mayor prioridad.  

Estoy tan sumergido en mis pensamientos que no me doy cuenta cuando la puerta de mi habitación es abierta. 

- Alex... - dice en voz baja - ¿estas dormido? - rápidamente prendo la lampara cuando escucho su voz rota  

- ¿Qué ocurre? ¿estás bien? - me levanto y ella parece aliviada  

- ¿puedo dormir contigo? - pregunta con su rostro entre mi cuello, lentamente rompo el abrazo y veo que sus ojos están algo hinchados  

- Claro que sí enana – cierra la puerta y ambos nos recostamos, no dudo en abrazarla - ¿todo bien? - pregunto mientras hago círculos en su cabello  

- Solo...fue una pesadilla...de mi accidente – su cabeza esta escondida en mi cuello y siento como lagrimas salen de sus ojos  

- No tienes que preocuparte, siempre que necesites aquí estaré, cuando tengas miedo tendrás un lugar seguro conmigo y cuando quieras llorar mis brazos siempre estarán abiertos para ti – me abraza más y no dudo en dejar un beso en su frente  

- Gracias – levanta su rostro y me besa - ¿no hay problema si duermo aquí? - pregunta  

- Noup – niego – si lo dices por mis padres, probablemente ya están dormidos  

Poco a poco me voy despertando por la luz del sol y sonrío al ver a Ali a mi lado, tiene su cabeza en mi pecho y respira tranquilamente, después de admirarla un poco más la muevo un poco para levantarme y tomar una ducha, cuando salgo me visto y bajo para ver si mis padres siguen aquí. 

Cuando llego al comedor veo a mis padres desayunando, supongo que van a salir ya que no pasan de las siete y es cuando recuerdo que hoy es lunes y tenemos que ir a la escuela. 

- Buenos días - saludo con una sonrisa  

- Buenos días cariño - dice mi madre - ¿y Ali? - pregunta con un tono pícaro - iba a ir a despertarla para que desayunara y vaya sorpresa que me lleve al no verla – volteo a verlos aun con el vaso de agua entre mis manos y veo a mi padre quien trata de no reír, creo que eso ha sido lo extraño de este tiempo, ahora que pasamos más tiempo juntos conocí a un Edward diferente