Mi cruda realidad

Confianza

¡Impredecible!, así suelen ser las vidas de los seres humanos, nunca sabes qué le podría deparar el día de mañana.

Al momento de nacer comienza a escribirse la historia de nuestras vidas, pero no es algo previsto, y aunque muchos piensen en el destino -que nuestra vida ya está escrita- todo comienza con el primer parpadeo por muy involuntario que sea.

Existe un espacio angosto entre creer en Dios y refugiarse en una religión. Yo elijo solo creer, sentir que existe un ser distinto a todo lo que rodea al hombre y que al mismo genera confianza en uno mismo pero advirtiendo que no estás solo, aunque sí lo estés.

De alguna manera, pertenecer a una religión implica creer en el hombre, confiar en lo que dice y hace. Pues así como existe el bien, también existe el mal. La naturaleza del hombre va más allá la crueldad, casi llegando a lo perverso.

Lo único previsto en la vida es que si naces, vas a morir y en ocasiones el hombre ayuda en ambos casos, ¿confiarías en él?

Crecer en un reino de cartón,  parecido a los los cuentos de hadas, seguro de todo el mal que acecha. No esperaba sentir dolor, aunque no puedo clasificarlo en ninguna escala y ni siquiera saber si correcto llamarlo dolor, depresión, maldición, porque la palabra “destino” no la veo en mi paginas de vida. He sido yo la culpable de “mi situación” -intentando dar un poco más de dramatismo-.

Lo peor de mí, es que no puedo cambiar quien soy, quien he logrado ser. Gracias a la hipocresía, mentiras, promesas sin cumplir de otros junto al desamor son el imán que me han atraído hasta aquí.

Me encuentro en un lugar oscuro, se siente como en casa. No logro ver nada. Estoy sentada en lo que aparenta ser un sofá, es cómodo. No sé cómo llegué aquí, no sé dónde me encuentro y sigo sola. Extraño ya no, es y sonrío cada vez que pienso que así seguirá siendo, vine sola, vivo sola, y no necesito un acompañante para irme. No siento dolor, ni alegría, la escala de colores de mi vida se ha convertido en grises. No logro sentir nada. mis pensamientos vuelan, no están aquí. No se que hacer con tanta oscuridad y desvanezco.

Siempre he sido desconfiada y me gustan las cosas como yo las hago, “perfectas” aunque no lo sean yo creo que lo son, al final cada persona tiene un significado propio de la perfección porque no se puede ver por los ojos de otro. Y eso de que cada cabeza es un mundo, puede ser completamente cierto, somos igualmente diferentes.

Encajo muy bien en el estigma que clasifica a una maldita zorra, y como todos sabemos siempre hay un “oscuro secreto” para que seas un malnacido, y por supuesto que debo tener el mío pero aún no descubro cual es.

A veces prefiero no pensar en el futuro, porque la mayoría de mis pensamientos giran en torno a la muerte, bien sea suicidarme, ver morir a alguien y acabar con la vida de mi vecino -son solo pensamientos de mi mente perversa-. Y es que todos estos pensamientos me han traído directo hasta aquí.

No todo es malo, me encanta apreciar las hermosas vistas de la naturaleza, los paisajes, los animales y esas cosas a las que la gente les toma fotografías para parecer cool.

La confianza vas más allá las personas, lugares o cosas. Si no confías en ti no te atrevas a confiar en nada ni nadie.



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En el texto hay: secretos, amor, vida

Editado: 19.04.2019

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