¡mi Esposa Es Un Ángel!

EN LA HOGUERA

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Como buen vecino y buen amigo, en pocos días Steven ayuda a Santiago a entrar en la fábrica de las sillas rimax.

Santiago se acopla muy rápido al ritmo que maneja la fábrica, y junto con Steven, hacen nuevos amigos.

Días después, por cuestión del tercer pico de la pandemia, las medidas de bio seguridad de la fábrica se extreman aún más.

Steven y Santiago se lavan las manos en la entrada de la fábrica. Cuando Lucho se acerca a ellos, y les dice:

— ¿Ustedes ya se enteraron de lo que va a pasar?

Mientras Steven se juaga sus manos, Santiago termina de secarse las manos, y le expresa a Lucho:

— No... habla Lucho.

— Parece que van despedir a casi la mitad de los trabajadores.

Steven les dice a los dos:

— Dejen de hablar de cosas que no han pasado y vamos a trabajar.

Lucho insiste en el tema, y dice:

— Es verdad muchachos, es posible que nos despidan, nos van a tirar a la calle.

Santiago y Steven le dicen al mismo tiempo:

— ¡NO!

De inmediato, Steven se enoja un poco con Lucho y se va a trabajar a parte.

Una hora después, Lucho deja el trabajo que está haciendo en la maquina inyectora, y se sienta a beberse un jugo y a escuchar música de una grabadora. Mientras Steven y Santiago sigue en su trabajo. Organizando las sillas que ya están hechas.

En ese momento, Lucho se porta de una manera extraña y comienza a echarle jugo al toma corriente que tiene conectado la grabadora.

Un compañero lo ve en eso, y le dice al acercarse:

— ¿Qué tontería estás haciendo Lucho?

Lucho no lo escucha e intenta arrancar la caja del toma corriente. Cuando esta sin explicación alguna, hace un tremendo corto circuito y muy rápidamente, el fuego sube hasta el techo.

Steven y sus demás compañeros, intenta apagar el inexplicable fuego con varios extinguidores, pero este no apaga con nada y en segundo se extiende por toda la fábrica, atrapando a varios trabajadores.

Una varilla cae del techo directo a donde esta Steven, y raspa su brazo izquierdo.

En ese instante, Steven logra rescatar del gigantesco incendia a dos compañeros, y estando afuera, busca a Santiago por todos lados, pero no lo ve.

De inmediato, Steven se arriesga y entra de nuevo a la fabrica en llamas, y busca por todos lados a Santiago.

El humo empieza a asfixiar a Steven. Cuando escucha los gritos de auxilio de Santiago.

En ese momento, Steven saca fuerzas y llega donde esta Santiago, el cual estaba tirado en el suelo atrapado por pedazos de techos.

El fuego se incrementa exponencialmente, y Steven lucha para sacar a Santiago de ese lugar, pero sus fuerzas se agotan.

Al verse a punto de morir, Santiago le dice a Steven:

— Vete, con uno que muera es suficiente.

— ¿Ya te has dado por vencido?, yo te voy a sacar de aquí Santiago.

— Gracias amigo.

En ese instante, varios trabajadores sacan valor y entran a la fábrica, y sacan a Steven y a Santiago.

Steven les da las gracias a todos y cuando los bomberos llegan apagar el incendio, Santiago pierde el conocimiento.

Los bomberos apagan el incendio y encuentran el cadáver de Lucho entre los escombros.

Horas después, Santiago se despierta en el hospital de Kennedy, y al ver a Steven le dice:

— ¿Todos pudieron salir?

— No.

— No puede ser... ¿quién murió?

— Lucho.

— No, no, no, no... solo tenía veinte años.

— Ya no podemos hacer nada, ahora tienes que recuperarte.

— Me duele todo el cuerpo.

— Claro Santiago, tienes fractura en varias partes de tu cuerpo, vas a pasar bastante tiempo aquí.

— Que bueno que a ti no te paso nada.

— Solo un raspón.

— Oye Steven.

— Si.

— ¿Por qué la candela se subió así, como si le fueran echado un barril de gasolina?

— Lo que te diga es mentira, pero si te sabría decir que he estado viviendo cosas inexplicables...

 




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