Él es Jungkook, mi primo Japonés

Jungkook y yo caminamos por los pasillos del instituto. Claramente las miradas indiscretas se posan sobre él, ya que es el nuevo y nadie sabe absolutamente nada sobre su persona. Espero que eso siga siendo así por mucho tiempo más. Sería el blanco de todas las burlas de los idiotas del instituto.

Por supuesto no puedo dejar que mi novio se entere. Es demasiado vergonzoso, ¿y si me deja por eso? Tengo diecisiete años, no debo tener un niñero.

- Todos me están viendo -dice en un susurro viendo hacia todos lados y sonriéndole a algunas chicas- ¿Tan guapo soy?

- No -respondo con simplicidad- Es que tienes un grano en la frente.

Sí, eso es mentira. Posiblemente su piel es mejor que la mía, pero quiero hacerlo sufrir por unos minutos. Tener un grano es de lo más normal, pero si eres de esos que te da un ataque cuando tienes uno y no sabes cómo esconderlo -como en el falso caso de Jungkook- te volverás loco o aceptaras vivir con ese grano.

- ¿Qué? ¿Dónde? -pregunta quitando su celular del bolsillo para mirarse por la pantalla. Me quedo parada junto a Jungkook riéndome por lo estúpido e crédulo que es- Mientes.

- Si -asiento sonriendo- Miento.

- Te crecerá la barriga si sigues mintiendo -dice guardando su celular. No parece molesto, más bien parece fascinado de tener toda la atención de los demás.

Seguimos caminando y nos encontramos con Sehun. Muerdo mi labio inferior en un acto de nerviosismo. Se supone que iba a estar todo el día entrenando con su equipo, ¿Qué hace aquí?

- Se, cariño, ¿no estabas entrenando? -eso fue lo que me dijo por mensaje de texto.

Viene caminando hacia mí y coloca una mano sobre mi mejilla. La acaricia levemente y mantengo mis ojos abiertos. Siento que algo está ocurriendo.

- Si, de hecho... -rasca su nuca- vine a dejarle un recado a la profesora de matemáticas de parte del entrenador.

- Oh, claro -asiento sonriendo nuevamente.

Mira detrás de mi hombro y frunzo el ceño.

- ¿Quién es él? -me pregunta manteniendo sus ojos fijamente en Jungkook.

- Él es... -piensa, piensa, piensa- Mi primo Jungkook. Viene de Japón.

Sehun parece confundido. Voy hacia Jungkook y tomo su mano, siento algo al tomarla, pero ignoro eso con rapidez.

- Sígueme la corriente -le susurro guiñándole un ojo.

Corriente, fue eso. Comi una corriente eléctrica. Eso mismo me sucedía cuando tomaba la mano de Sehun al principio.

- Jungkook él es Sehun, mi novio -pronuncio con lentitud y lo más claramente posible- Se, él es Jungkook, mi primo japonés -sonrió torpemente.

- Es un gusto -le dice Sehun sonriendo falsamente, lo noto y creo que Jungkook también porque ni siquiera se mutua en intentar imitarlo- No pareces japonés.

- Mi madre es americana y mi padre es japonés -responde chasqueando su lengua.

cuanto sales con mi prima? ¿Qué es lo que quiere de ella? ¿Solo quieres acostarte con ella o es serio?

Jungkook lo observa con desconfianza mientras que a mi casi se me salen los ojos al oír la última pregunta.

- Nunca he oído hablar de ti antes, Jungkook -dice Sehun cambiando de tema.

Gracias al cielo. No respondió ninguna pregunta, aunque parte de mi quería que lo hiciera. Me siento aliviada y decepcionada.

- Porque no creía que sería importante, ni siquiera me

acordaba de que existía -digo asintiendo.

- ¿De parte de Japón eres?

- De una parte muy lejos de aquí... -responde lentamente- Se llama... Yorikito Lejo.

Sehun sonríe y ríe un poco. Se acerca para plantar un beso en mis labios y coloca una mano sobre el hombro de Jungkook con una cantidad de fuerza innecesaria.

- Bienvenido al Instituto Griffith Stone -dice duramente- Lisa es una muy buena guía, estoy seguro de que te enseñara todos los lugares de aquí. Debo irme a seguir practicando, cariño. Nos vemos luego.

Se despide vagamente de mí y nos deja a ambos observando su extraño comportamiento. Algo dentro de mí quiere creer en él, que nada está sucediendo y solo es producto de mi traicionera imaginación. Pero la otra me dice que todo está bien y que deje de buscar problemas donde no los hay.

— Vamos a la cafetería —digo.

(...)

— Me aburro demasiado —dice Rose colocando ambas piernas sobre las mías.

Nos fuimos a almorzar y luego de eso tendríamos tres horas de matemáticas. Gracias al cielo el profesor hoy no vino, por lo tanto tenemos esas tres horas libres para hacer lo que queramos dentro del instituto y sin fastidiar a nadie más, claro.

— ¿Y si hacemos un muñeco...? —pregunta Taehyung cantando levemente.

— Puede ser uno vudú... —le sigue Jungkook. 

Ignoro a los dos tontos que se ponen a cantar la parodia de la canción original. Se conocieron hace apenas nada y ya se llevan muy bien.

— Quiero hacer algo esta noche —digo frunciendo mis labios. Detengo su horrible canto y Caroline me agradece por ello.

— Pues duerme —me responde Jungkook y al instante ruedo mis ojos— ¿Qué? Soy tu niñero. No te doy el permiso de hacer nada esta noche que no sea estar sobre tu cama roncando.

— Yo no ronco —me defiendo cruzando mis brazos a la altura de mi pecho.

Taehyung  comienza a toser falsamente.

— Lo siento —dice aclarándose la garganta— me agarro tos de repente.

— ¿Verdad o reto esta noche? —pregunta Rose sonriendo.