Maratón 2/5: Tus ojos me recuerdan a las estrellas...

Estuvimos como dos horas tratando de sacar el auto de allí pero nos dimos por vencidos cuando el sol comenzó a salir. Decidimos ir a dormir, por supuesto en el auto. Jimin y Jungkook adelante y Rose y  yo atrás. No hacía falta decir que estoy extremadamente incómoda ya que Rose coloca sus pies en mi trasero...

—¡Rose quita tus pies de mi trasero! —le digo de mala manera y ella se sobresalta.

—¡No es mi culpa que tu trasero este tan grande!

—¿Pueden callarse? —pregunta Jimin con la voz adormilada.

—¡Tú cállate! —gritamos al unisonido.

Todos estamos malhumorados y obviamente  discutiremos mucho mientras estemos aquí. Aunque Rose es la menos indicada para estar enojada, porque gracias a ella y sus fotos Tumblr estamos aquí.

(...)

Abro mis ojos lentamente. Siento algo pesado en mi estómago. Puedo observar que son los pies de Rose. Quito sus pies de mi estómago y me paso al asiento del copiloto. Por el espejo retrovisor miro mi horrible aspecto. Mi perfecto delineado – el cual me tomo dos horas hacer. – está totalmente corrido. Es como si hubiera estado llorando. El labial rojo que me aplique antes ahora está por todos lados menos en mis labios. Busco el bolso de Rose y del saco unas toallitas desmaquillantes.

Cuando ya logro hacer que mi cara este algo decente bajo del auto. No me coloco mis tacones por dos razones;

1) Porque no sé dónde están.

2) Porque me duelen los pies.

La naturaleza esta de nuestro lado. Hay un hermoso sol y hace calor. Bueno es mejor el calor que morir de frio ¿o moriremos deshidratados? No lo sé. Sea lo que sea estoy preparada, vi varios documentales por Discovery Channel. Aunque todos los que vi son de selvas y estamos en un bosque... servirá de todos modos.

—Despertaste.

Volteo encontrándome con Jungkook. Está llevando únicamente los pantalones de su traje, mientras que su torso está desnudo y siendo quemado por el sol.

—Alguna vez debía hacerlo —le digo de mal humor.

—¿Dormiste bien? Yo dormí como un bebé.

Pues claro que lo hizo si no tuvo los pies de Rose en su trasero o estómago.  

—¿Te pregunte? No —él ríe.

Saco mi celular para llamar a alguien para que nos saque de aquí.

—¿Qué haces? —me pregunta.

—Llamo a alguien.

—¿Por qué no le envías un whatsapp? —levanto mi mirada— Ya en el bosque siempre hay wifi y cobertura.

De acuerdo. Acabo de hacer algo estúpido en verdad. Guardo mi celular en mi brasier.

—Qué lindo lugar para guardar tu celular —dice mirando mis senos.

—No tan lindo como lo que te hare si no dejas de mirar mis senos —le respondo con una sonrisa fingida.

Jungkook eleva ambas manos. Mi primo aparece de entre los arbustos con una sonrisa en el rostro. Estoy comenzando a sudar, necesito algo para atar mi cabello y lo último que necesito es a un idiota viéndome los senos.

—¿Tienes algo debajo de eso? —me pregunta refiriéndose a mi vestido.

—Si... tengo una calza —le digo confundida— ¿Por qué?

—Tengo unas remeras en el auto —se encoge de hombros— Si quieres te presto una.

Asiento repetidas veces con mi cabeza haciéndoles reír a ambos. La ropa de mi primo es unas tallas más grande que las mías y amo usar ropa suelta. Esto hace que mi estado de ánimo se eleve un poco más.

Mi primo abre la cajuela del auto y me lanza una remera azul la cual por lo que veo me quedara bastante grande. Perfecto.

—Te amo,Jiminnie—digo sonriendo.

Él nos dice que ira a despertar a Rose, nosotros asentimos.

—¿Dónde puedo cambiarme?

—Aquí mismo —me dice Jungkook— Cubro mis ojos si quieres...

—Ni en tus sueños más salvajes —le digo encaminándome donde hay unos árboles y arbustos lo suficientemente grandes como para cubrirme mientras me cambio.

—¡Cuidado con los osos! —me dice Jungkook.

Ignorándolo sigo caminando hasta ese lugar.

Ya allí me quito el vestido con rapidez. Tampoco es como si estuviera desnuda. Llevo una calza negra debajo de este vestido y la ropa interior. Pero no dejaría que Jungkook me viera en brasier. Paso la gran remera de Jimim por mi cabeza y cuando ya estoy dentro de ella sonrío. Me siento mucho mej...

—¡Boo! —gritan detrás de mi provocando que me tropiece con unas rocas y caiga al suelo.

Estoy prácticamente acostada sobre mi tobillo. Golpee mi cabeza con el suelo pero aun así mi bello primo sigue riendo.

—¡Jimin! —le lanzo una pequeña roca logrando que deje de reírse... un poco.

—No seas violenta —me dice riendo.

Me tiende su mano la cual tomo bruscamente. Me impuso hacia adelante y en cuanto mis dos pies pisan el suelo suelto un chillido sosteniéndome por el hombro de mí primo.

—¿Qué tienes? —me pregunta extrañado.

—Mi pie izquierdo me duele, idiota —digo enojada.

Mi primo me carga en sus brazos y me lleva hacia nuestro "campamento." Rose y Jungkook ya se encuentran allí, están sentados frente al auto. Jimin me deja en el asiento del copiloto y aprieta mi pie.

—¡Auch! ¿Cuál es tu maldito problema? —hago una mueca de dolor.

—¿Qué le paso? —le pregunta Rose a Jimin
viéndome preocupada.

—Creo que se dobló el tobillo —le dice este.

—¡Tú doblaste mi tobillo! —le señalo con mi dedo índice. Este me saca la lengua— Ya no te amo, Jimin.

(...)

Ya es de noche y nos alimentamos gracias a la comida chatarra que tiene Jimin en su auto. Eso llena completamente mi estómago. Lamentablemente somos unos cerdos y nos comimos toda la comida así que mañana debemos encontrar otra fuente de comida.

Ahora nos encontramos sentados alrededor de una fogata que hicieron los chicos, utilizando un encendedor, por supuesto.

—Lis... —levanto la mirada y observo a Rose— Debemos decirte algo.

Arqueo una ceja. ¿Debemos?

—Si... nosotros... —le sigue Jungkook.

Mi primo y yo nos miramos confundidos.

—Jungkook, Tae y yo somos los causantes de lo que le ocurrió a Jisoo —me dice mi amiga.