Mi estúpido vecino.

Capítulo 5: El viaje.

 

—¡Voy!—contesto bajando las escaleras— ¿Que paso papá?.

—Acompañame —me tomo de la mano , no hago nada más que seguirlo a su despacho.

Cuando llegamos me habré la puerta a lo que yo entro,encontrándome con mamá sentada en una de las sillas.

Me siento al lado de mi madre y papá hace lo mismo pero en la silla giratoria, del otro lado — Bien ya que estás aquí, te traje aquí para informarte de algo — dice mi padre a lo que asiento confundida.

Mi madre se queda en silencio.

—Los padres de Mateo se irán de viaje por dos días —empieza mi padre.

—¿Y?—pregunto confundida,no entiendo nada.

—Mateo se va a quedar aquí.

—¡¿Qué?¡— me paro bruscamente de mi asiento.

— Maya ¿Que te he dicho de gritar de esa manera?— me regaña mamá. Hice el amago de hablar, pero mamá me interrumpió —Tu padre está en lo correcto. Mateo se va ha quedar aquí el tiempo que sus padres no estén.

Con que no se me acerque, por mi todo bien.

—Esta bien— acepte volviendo a sentarme.

—Y antes de que se me olvide, se quedará contigo,en tu cuarto contigo.— dijo tranquilamente como si eso fuera normal.

—¡¿Que?!—volví a pararme bruscamente.

—Amaya ,deja de hacer eso — me miró mi padre — Estamos hablando civilizadamente, así que deja de estar parandote a cada momento.

—Pero papá, tu no estás de acuerdo,¿Verdad?— intenté convencerlo.

— Minion,el se quedará contigo,solo por unos días o incluso menos.

— Yo no tengo problema con que se quede aquí, ¿Pero conmigo?, Hay dos habitaciones vacías aquí ¿Por qué la mía?.

—Minion, la de arriba está desordenada ,mientras que la de huéspedes,está ocupada con mis cosas de ejercicio.

—¿Y por qué no se puede quedar contigo y con mamá?— estaba tratando de ser lo más convincente posible.

—Mi amor ,sabes que el se sentiría incómodo, además tú eres su amiga,tienen la misma edad , estoy seguro de que estarán bien.

—Bien, acepto — me di por vencida, mamá y papá sonrieron —¿A qué hora viene?.

—Dentro de dos horas—dijo viendo su reloj de mano—Tienes tiempo de prepararte.

Me dirijo hacia la puerta,con la intención de irme, pero me gire con una pregunta en mente.

—¿Y sus hermanos?

—De eso no sabemos nada, si quieres cuando venga le preguntas.

—Esta bien — salí de la oficina.

—Tu dormirás de este lado— señale la parte izquierda de la cama.

—¿Y por qué de ese lado?—me preguntó.

— Por que si ,¿O acaso tienes alguna idea más creativa?—lo mire.

—No quiero dormir de ese lado—me sonríe.

—¿Cuál es su afán de hacerme enojar?

—¿Entonces de qué lado quieres dormir?—tome una almohada.

—Del tuyo— en todo el rato su sonrisa no había desaparecido.

—Bien,tu del lado derecho y yo del lado izquierdo.

Puse la almohada en la cama y me acosté.

— A eso no me refería— expreso en cuanto me acosté. Sabía perfectamente que había querido decir y que solo lo hacía para molestar.

—¿Ya te vas a dormir?— lo veo sentarse en la cama luego de un momento de silencio.

—Si — le contesté arropandome con la sábana.

Lo ví quitarse la camiseta que traía puesta.

El solo se acostó,traía puestos unos pantalones de pijama de cuadros de color rojo y negro.

—¿Por qué pusiste las almohadas?—de estaba arropando al igual que yo.

—No estoy acostumbrada a dormir contigo.

—¿Solo por eso?.

—Si—le contesté.

— Tranquila no pasará nada… a menos que tú quieras.

—Tan cliché, no esperaba menos. — murmuré de espaldas a él lo suficientemente alto para que me escuchará.

En estos momentos estaba lloviendo,no muy fuerte pero si estaba lloviendo,no entendía como podía dormir sin tener algo puesto.

Daba vueltas de mi lado de la cama sin poder dormir.

—No tienes sueño,¿Verdad?—pude escucharlo a través de las almohadas.

— No — le conteste.

—¿Tienes algo en mente? Propongo una película.

—Va— lo sentí moverse, así que me pare de la  cama,en busca de mi laptop.

La puse en la cama ,entre los dos buscamos una que nos gustara a ambos  y nos pusimos  a verla.

“””

—Amaya,Amaya— sentí que me zarandeaban, no tenía ganas de despertar,estaba acostada sobre algo muy suave.

— Amaya— Volví a escuchar.

—¿Que?—dije moviendome entre sueños —dejame dormir — murmuré.

—Amaya tengo hambre— Escuche.

—¿Y?—dije todavía con los ojos cerrados.

—Estas encima de mi —me levante de golpe.

—Lo siento— dije parandome la cama.

—Creo que no eran necesarias las almohadas al final terminaste encima de mi sexy cuerpo— dijo sonriendome desde la cama.

—Si, bueno vamos a desayunar— le sonreí, tratando de ocultar mi vergüenza.

—¿Estas admitiendo que soy sexy?—alzo una ceja,con gracia.

—No, solo dije que bajaramos a desayunar.

—Y admitiste que soy sexy—me sonrió.

¿Por que siempre sonríe? Aunque se ve lindo cuando lo hace.

—No.

—Si lo hiciste.

—No lo hice.

—Si.

—No

—Si.

—Bien, me riendo.

—Lo sabia— hizo un pequeño baile de la victoria, a lo que yo rode los ojos.

—¿Vamos a desayunar o no?.

—Vamos—dijo parandose de la cama—Espera,¿Acaso tu quitaste la laptop de encima de la cama?.

—No— Conteste.

—¿Entonces por que esta sobre tu escritorio?, si tu no la quitaste y yo tampoco lo hice—me miro confundido.

—Seguro fue papá, el siempre viene a ver si estoy bien  a mi mitad de la noche.

—¿Enserio, tu padre aun hace eso?

—Si.

Bajamos las escaleras en total silencio, Mateo aún seguía  sin camiseta.

Cuando llegamos a la cocina, me dirigí directamente a la nevera, Mateo se sento en una de las sillas del desayunador.

—Mira tus padres dejaron una nota- estaba leyéndola.

—A ver — me la entrego.

Chicos nos fuimos al trabajo, no olviden desayunar, y tampoco  olviden esperarnos  para cenar.

Pd:Amaya trata bien a Mateo.



#25611 en Novela romántica
#15949 en Otros
#2428 en Humor

En el texto hay: comedia, celos, egocentrismo

Editado: 06.01.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.