Ellos, ellos, ellos...
Bien, lo admito, estoy arrepentido.
El animal no era realmente el culpable, él solo hacía su trabajo.
Esto es lo que provocaron ellos, me obligaron a hacerlo.
¡Oh, pobre gato!, lamento lo que te obligaron a hacer y lo que provocaron que yo hiciera.
Siento que tú y yo no éramos tan distintos, tú me observabas a mí y yo a ti, tú mandabas todo a ellos y yo, yo también lo hacía.
Éramos iguales y como siempre, como siempre ellos lo han arruinado.
¡ME ARRUINARON A MÍ!, ¡TE ARRUINARON A TI!
¡NUNCA TUVE COMPAÑEROS REALMENTE!
Tú fuiste mi único compañero realmente, tú no eras el villano, siempre fueron ellos.
¡PUES BIEN!, ¡¿TANTO ME QUIEREN, PATÁNES?!
¡PERFECTO!
Si por mí ustedes acaban con la vida de animales inocentes... ¿Entonces de qué me vale vivir?
No soy esa persona que creen que soy, ya no soy importante, y no permitiré que causen más daños.