Lo primero que hice cuando Aka me lanzo fuera del castillo fue correr, tan lejos a donde el no pudiera verme y que con esto se detuviera de intentar atacarme, pero claro que no puede ser tan sencillo… Aka ahora era mucho más rápido de lo que ya era antes y a falta de conciencia me atacaba sin siquiera lograr hacerle entrar en razón.
Por suerte yo sí, pues Aka se había regresado donde él y volando en línea recta intento atravesarlo con su pico, cree tan rápido como pude una barrera de hielo justo enfrente de Rojo la cual se vio fácilmente atravesada por Aka, Rojo cayó al suelo y se quedó inmóvil pues creo que jamás hubiera pensado que su propio hermano le haría daño; lo cierto es que yo tampoco.
Ante la consistente negación de Rojo a irse no me quedo más remedio que ir por él, lo tome y lo subí a mi hombro para después correr al mar abierto, después de todo creo que si llego allá mi ventaja será demasiado alta al poder controlar el agua y el hielo. Aka logro salirse de su prisión, haciendo un chillido que me lastimo los oídos y resquebrajo el hielo en varias partes, volvió una vez más a hacer aletear sus alas rápidamente y posterior a ello giro en sí mismo con una rapidez realmente elevada, su cuerpo comenzó a crear un remolino de aire el cual iba llevando consigo trozos de hielo el cual a su vez se iba esculpiendo formando astillas pequeñas y tras unos segundos se detuvo en seco y aleteo nuevamente ahora hacia nosotros lanzando todas esas pequeñas astillas a nosotros; varias de ellas se clavaron en mi cuerpo pues aun creando otra barrera de hielo aquellas astillas la atravesaron fácilmente, sin opción y aprovechándome de mi supuesta inmortalidad, abrace a Rojo echándome al suelo cubriéndolo por completo para que las astillas no lo fuesen a herir.
Las astillas terminaron de volar hacia nosotros y yo retorciéndome de dolor me levante comprobando que Rojo se encontraba a salvo y cerrándole su pico con mis dedos para que dejara de hablar, pues era inútil… Sé que fue un poco grosero hacerlo, pero preferiría que la atención de Aka se centrara en mí y no en él. Me encontraba considerablemente lastimado aun y por alguna razón mi recuperación utilizando hielo del entorno era un proceso considerablemente lento ahora. Aka por su parte estaba entero y completamente “sano” Voló nuevamente hacia mí y sin detenerse choco contra mi pierna izquierda atravesándola y arrancándomela, de mi herida en vez de sangre solo salía agua con una tonalidad ligeramente azulada, casi como el color del cielo común.
Tome mi pierna e intente pegarla con mi cuerpo nuevamente utilizando la misma agua que salía de mí, congelándola y aunque funciono la verdad es que no era lo mismo… Aka regresaba volando hacia mí y entendí que aquello que quería evitar era inevitable, cree nuevamente una barrera de hielo pero ahora la hice considerablemente más gruesa, Aka choco contra ella y quedo clavado, apenas hacerlo envolví su cuerpo con tiras finas y repetidas de hielo amarrándolo a la placa de hielo que había atrapado su golpe, tome mi espada y antes de clavarla en su iracundo cuerpo Rojo se interpuso entre nosotros.
Rojo regreso la mirada a Aka quien intentaba moviéndose muy bruscamente liberarse y cuando sus miradas se cruzaron algo cambio nuevamente en Aka, este gano aún más fuerza que antes y haciendo esfuerzo logro comenzar a quebrar los hilos de hielo que lo retenían, rápidamente tome a Rojo y lo lance tan fuerte como pude en el aire para que volara lejos y justo cuando me disponía a clavar mi espada en Aka para terminar su sufrimiento, este se soltó y corrió a un lado hasta quedar detrás de mí, posteriormente volvió a levantar vuelo y de alguna manera pude ver lo que planeaba… Todo paso lentamente, el voló en línea recta intentando atravesarme por donde estaba mi corazón y justo antes de que cruzara al otro lado comencé a juntar tanta magia como podía en mi cuerpo y con ello toda el agua que había a mi alrededor se acercó a mí y me cubrió por completo haciendo mi piel mucho más gruesa e imposibilitando que Aka escapara de mi interior, Rojo al ver lo que estaba sucediendo voló rápidamente de regreso a mí y golpeándome con sus alitas me repetía tristemente que dejara salir a su hermano, ambos sabíamos que si no salía… Moriría y lamentablemente en este momento es algo que debe suceder, para que Aka pueda descansar esto debe suceder.