tres dias sin ir al bosque, las tareas escolares y una Roxana enamorada de mi vecino el guapeton, estaban absorviendo mi tiempo, desde hace una semana que estos chicos llegaron al barrio y han transformado el pueblo, todos hablan de lo amables, gentiles y guapos que son.
Roxana termino enamorandose de Ken y menos mal esta fue correspondida por el niño y se la pasaban jugando a los novios en todos lados, mi único fastidio era que pasaba llamandome para decirme lo genial que era el y donde y a que horas se besaban, donde comían y en los lugares donde se veían a escondidillas de los padres de ella.
Los vecinos Montserrat eran tres hermanos y un primo de los que no se sabía mucho a pesar de los chismorreos, el mayor trabajaba en la empresa Monteros que estaba en la ciudad mas cercana, era una fábrica de muebles de madera y tenían una sede en el pueblo de bello monte donde el habia sido transferido y por eso estaban aquí, se llamaba Ricardo y era bastante afable, tenia un bonito semblante el hermano siguiente a el era Brayan, no era muy social y por lo que vi de el, es bastante antipático, estaba en pruevas para entrar a la univercidad y según despues se iría a vivir a otro lugar, el siguiente era Liam ese sonriente seductor escolar que ya tenia a media escuela a sus pies y me atrevería a decir que a la mayoría de las señoras casadas de el barrio, pues estas se dibujaban cada rato en sus puertas llevando pasteles y postres a los nuevos vecinos, y el cuarto, el primo de ellos, Ken, a mi parecer el mas sencillo y guapo de ellos, un poco arrogante a mi parecer pero no podía decir mas de el, según Roxana era una lindura, y el tipo mas amoroso del sistema solar, aunque sus miradas frías me decían lo contrario.
salgo de mi habitación recojiendome el cabello para prepararme algo de almuerzo, mi madre esta haciendo una limonada con una sonrisa tonta en los labios.
-¿para quien es esa jarra de limonada?- pregunto al ver como revuelve vigorosamente el líquido con una sonrisa tan amplia que podria partirle la cara
-Son para los nuevos vecinos, se ofrecieron a pintar la cerca y pues voy a llevarles un jugito para que se refresquen-
- que amables- digo con sarcasmo, voy con ella hasta afuera y me encuentro con los tres mas jóvenes salpicados de pintura blanca, mi madre pone el jugo en la mesa y los llama sonriente.
-para que se refresquen un poco chicos- Liam es el primero en tomar la jarra esta sudado sus ojos viajan de mi madre a mi, como todos, viendo las diferencias.
- voy a ayudarlos, ese era mi trabajo- les sonrio con un tanto de hipocresia
- no hace falta ya estamos casi terminando- dice Liam y me devuelve la sonrisita, me pongo nerviosa, no sabia como interactuar con ellos y mi madre se había ido- ¿tienes novio?- Brayan le da un codazo antes de agarrar su porción de jugo, la pregunta me es contradictoria, me parece muy atrevido.
- Mmm no- el sonrie como si mi respuesta hubiese sido satisfactoria para el
- entonces tengo el camino libre para la conquista- Ken se lo queda mirando serio, sus ojos azules estan llenos de curiocidad al igual que yo.
- no eres mi tipo- digi rapidamente bajando los ojos hasta el pringado cespet, Brayan y Ken sueltan una risa
- no puedes decir eso si no me conoces- contesta Liamsin perder tiempo
-Mmm creo que he visto bastante, eres un mujeriego-
-no soy un mujeriego, es solo que las chicas son las que están tras de mi, y la que atrae mi atención es otra.- yo camino de regreso a la casa pero escucho a Brayan decir algo inapropiado
-de seguro es lesbiana-me volteo de mal humor - solo lo digo por que dijiste que mi hermanito no es tu tipo, de pronto y te gusten las mujeres por que veo que no te despegas de tu amiga, hasta pareces celosa ahora que está con Ken.
-no soy lesbiana- me defiendo- aunque no es como que este en contra de las preferencias ajenas, de pronto esas sean tus preferencias.-
Brayan se ríe estrepitosamente
-ok esta bien no eres lesbiana- pero mira a mi hermano es... guapo por asi decirlo y desde que te vio esta que arde de amor por ti- Liam lo empuja y Brayan le da un brochazo en la cara llevándolo de pintura los tres se ríen pero a mi no me causan gracia.
-eres demaciado seria- Ken interviene.
- no lo sé- le respondo y el se lanza contra mi Y me da un lanbonazo con la brocha en el brazo cuando me cubro el rostro, yo lo miro impactada por lo que acaba de hacer Y tomo una brocha que está metida en unos de los botes de pintura y empiezo a perseguirlos por el patio, a la verdad estaba cabreada pero después de estar sigiendolos sin éxito de pintar sus caras, empese a reír a dejar que el momento me llevara, terminamos todos vueltos pintura, incluso la hierva y las plantas de mama
nos tiramos en el suelos sofocados .
- si mi mama sale y ve sus plantas asi me va a regañar- Ken las mira y Liam dice
- es pintura a base de agua se quitará, es mas creo que ni en la cerca perdure mucho, mucho menos cuando llueva- yo me río
- se lo dije a mi mama pero no me
prestó atencion- cierro los ojos estamos bajo un árbol y nos quedamos en silencio, todo de pronto se tornó como si ya fuéramos amigos de siempre.
Mi madre sale y mira el alrededor consternada
-mis flores- me mira enojada cuando empiezo a reirme- no es gracioso mira como dejaron el jardin-
- con agua se quita un par de Dias de riego y ya solo estan pringadas- me levanto de el suelo y ellos tambien
-yo creo que mejor nos vamos señora Maria, gracias por el refrijerio-dijo Ken mientras todos se ivan sin mucho disimulo, los ojos de mi madre se ven airados y se que va a explotar en cualquier momento, decido irme por que mi mamá cuando empieza a regañar parece no tener fin y lo mejor es largarme y esperar que su ira sin razon se termine.
Después de escapar de mi madre me fui a casa de Roxana la encontré haciendo la tareas de toda una semana.
-Estas atrasada en las tareas- ella frunce el seño y se sonroja
- he estado un poco ocupada-
-enfocarse en las clases Roxi, es la prioridad- ella se levanta de la mesa y me sirve un poco de jugo de piña sabiendo que lo detesto y pues no hago más que dejar el vaso intacto en la encimera, mi amiga no está en sus cabales y yo estoy aburrida, decido caminar en el bosque hasta que sea la hora de almuerzo o hasta que me de hambre, no suelo ser muy comelona quisas por eso no tengo tantas curvas como Roxana.
Camino sin algun rumbo en especial, ni a mi lugar favorito, por instinto camino mas apartado de ese lugar, cuando encuentro un claro que no había visto antes, yo que pensaba que lo había visto todo en mi territorio.
Note que hay ramas partidas, eso quería decir que algien mas estaba alrededor y no era un animal, veo el montón negro observarme con curiosidad, es el lobo negro de la última vez, su miraba me pareció aburrida y mágica y me acerqué a él mientras estaba acostado a mitad del claro.
La luz del sol le golpeaba la pelambrera negra haciéndolo ver de un negro brillante intenso, con todos los cuidados que yo le daba a mi cabello este no pasaba de ese marrón insípido ¿envidia del animal? Quizás.
-no se si es tu espacio, pero apuesto a que tengo mas años que tu recorriendo este bosque, asi que tengo derecho mas que tu a estar aca asi que ni se te ocurra atacarme o terminare acabando contigo, lo cual es una pena dado lo hermoso que eres-el lobo me mira expectante, sus ojos plata me recuerdan a la luna, tenia ojos color de luna, el levanta su cuerpo del suelo y si es bastante grande no es un lobo común, sige observandome pero no hace nada contra mi solo se acerca hasta que queda frente a mi, estoy segura que si mi madre ve esta escena agarra a palos al lobo y luego a mi por desobedecer.
El olisquea mis pies y siento la humedad de su nariz yo quería tocarlo, no sentía miedo alguno, pero no quería ganarme una mordida sería, despues de olisquearme vuelve a su lugar y se acurruca
- no eres un lobo salvaje, alguien te ha domesticado y te has escapado- le dije, aunque eso era lo más seguro que se me venía a la mente, pero no estaba del todo convencida.
tomo iniciativa de nuevo y me acerco a el y yo solo puedo acariciarte el abundante pelo, mientras lo hace le digo cariñosamente
- voy arrecostarme un rato aqui contigo- el no se aleja ni gruñe y yo me siento a su lado escuchando a las aves cantar y respirando el oloroso aire del bosque, nos damos vistasos de vez en cuando.
no parece querer atacar pero le miro de vez en vez por si acaso
me siento cómoda es como si ambos formarnos parte del lugar.
no se en que momento regrese en si por que me encontré dormida en el bosque una sensación de bienestar y seguridad me invadía pero el lobo ya no estaba Y la tarde estaba empezando a oscurecer, corrí hasta salir a la calle que quedaba al fondo de mi casa, no sentía deceos de entrar, mas me quedé afuera esperando un poco, no podia sentir los ruidos de mama, mis ojos se cruzaron con los de Liam que estaba sacando una bolsa de quien sabe que de su casa, me sonrie pero yo no le devuelvo la sonrisa solo lo saludo con un gesto de la mano y me meto dentro, ya que el frío empieza a llegar, mi madre está en la cocina preparando unos emparedados su cara esta despejada de enojo.
- estoy preparando unos emparedados, ¿de que los quieres?- ella me mira con esa sonrisita- por cierto ¿donde estabas?- mi mama hacia esa pregunta por gusto por que ella se hacía la loca sobre mis caminatas furtivas al bosque.
- queso, mama... ¿sabes que? mejor subo a terminar la tarea mañana hay clases.- ella se ríe y sige cocinando y me meto en mi habitación abro la ventana y saco los cuadernos de la mochila, me pongo a terminar lo poco y luego tiro los cuadernos de nuevo a la mochila y miro el cielo desde la ventana, el negrisal ya esta lleno de estrellas, una figura del otro lado llama mi atención, Ken esta en las mismas viendo la luna y baya que esta extremadamente grande, preciosa, los dos nos miramos como si pensábamos lo mismo y el me hace señas con su celular en la mano, yo toma papel y lapiz y escribo mi número y el anota en su celular apenas se lo muestro.
un menzaje llega al poco tiempo
*son ideas mías o la luna esta en extremo enorme? respondo ensegida-
*esta hermosa pareciera que de acercará mas al planeta el dia de hoy- miramos el cielo nocturno embelezados de la noche cuando nos volvimos a mirar el volvió a teclear su celular la luz del aparatito le iluminaba el rostro y dejaba ver su sonrisa inocente.
*Jajaja místico- yo sonrió por que pienso lo mismo que el, la luna siempre me pareció mágica de alguna forma, algo que me gustaba observar*vas muy a menudo al bosque?- su segundo menzaje me dejó fuera de lugar, no note que alguno de ellos me pillara
*si, a veces-
*mañana hay clases, voy a dormir un poco, hasta mañana- y así termino la conversación el se despidió con un gesto de la mano y cerró su ventana justo en el momento en que mama empezó a llámarme para la cena.