¿Por que todo esto tenía importancia? ¿Por que no simplemente la dejaba morir? no tenia ningún valor especial, si no resistía la sangre de demonio que corría en su interior la estaba haciendo daño, en estos momentos estaba sufriendo, a este punto no se sabían si abrían más efectos.
—¡¿Donde está Royer?!— grito Eliot, mientras seguía mirando el cuerpo de Emily.
—Me llamo mi señor— a la velocidad de la luz, aquel hombre ya estaba en la habitación; inclino si cabeza e hizo una reverencia.
—Quiero que investigue esto...— Eliot señaló el otro extremo de la habitación —Busca más información al respecto, quiero saber que más provoca nuestra sangre en sus cuerpos...
—Claro mi señor...— aquel chico volvió a hacer una reverencia para luego salirse.
La habitación volvió a caer el cilencio, el doctor avía salido, puesto que no sabía con exactitud que le pasaba al cuerpo de Emily, esto no era solo de una simple fiebre que se podías curar medicamentos, avía pasado más de siete horas que la medicina avía dentrada a su sistema, pero no avían señales de que está bajará.
Eliot decidió de hacercarse, al fin, a acada paso que daba el dejaba la marca en el suelo lleno de escarcha, cada paso que daba, la nieve desvaneció, sus manos tocaron suavemente su rostro, su cabello estaba un poco tieso por el hielo, la miraba de manera suave y tranquila, al igual que su tacto, con el calor de su mano sus cuerpo se comenzó a descarchar, sus brazos roderon sus cuerpo, dándole color.
Samuel seguía como espectador, miraba la escena en cilencio no tenían expresión alguna, su mirada pasaba por todos los alrededores del cuarto, trataba de encontrar algo que lo ayudará a entender, el techo goteaba alguna gotas de agua, al igual que el piso que estaba un poco mojado, la cama comenzó a humedecer se, Emily estaba igual mojada, haciendo que la camisa que llevaba puesta se volviera trasparente dejándo ver poco a poco sus cenos.
—Samuel... diles que preparen mi cuarto, avisame cuando ya esté listo— hablo sin mirarlo, solo escucho como la puerta se cerraba.
A este punto la cama estaba húmeda, al igual que las paredes, el piso y techo, claro, no podía faltar Emily, su cuerpo estaba en una pocione recta, como si estuviera muerta, se le miraba durmiendo tan plácidamente, que era como ver una niña dormí, minutos después Samuel Había regresado, junto con el, estaban 5 chicas.
Eliot tomo en brazos a Emily y se dirigiéndose a su habitación, la cula era mucho más grande que en la que estaban, en realidad era la más grande de toda la casa, los muebles eran en tonos negro y marrón oscuros, el estilo nisiquiera iba con el resto de la casa, todo era de acuerdo a la actualidad.
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Me avia despertado pero ala ves no estaja, era como un sueño, me estreci al sentir un frio, era ese frío de cuando te bañas por las mañanas, cuando sientes tu cuerpo mojado, como el agua acariciaba cada parte de tu cuerpo de forma sutil, pero a la ves sintiendo ese escalofríos, poco a poco sentía como mis párpados picaban, con molestia abri mis ojos lentamente, al principio mi visión era borrosa y pesada, la fuerte luz me avia segado un poco, al recuperar mi vista, principalmente mi vista fue ocupada con el techo, de cielo raso con diseño incrustados, por alguna motivo no podía moverme, para ser clara no tenía la fuerza para hacerlo se sentía una pesadez, como si un gran yunque estuviera sobre su cuerpo.
Un dolor agudo sentí al intentar mover mi cabeza, quería ver donde estaba pero no podía moverme, ¿Acaso tenía la parálisis del sueño? Sus manos, sus piernas... aún que trataba, no podía moverlas, movía mis ojos con desespero pero solo veía el techo, intenté gritar pero fue como si mis cuerdas vocales no sirvieran.
—Emily... despertaste— un rastro conocido apareció en mi campo de visión, "esa sicatris..." como no podía saber quién era, mi cautivador.
Con sus manos tomaron las mías, sentía un poco su calor, intentaba apretar su agarre, pero mi musculatura no funcionaba, un pánico recorrió mi cuerpo, al tener mi meno a la altura de mis ojos, pude notar como esta estaba arrugada y de color gris, como un muerto, tenía manchas negras, y mis dedos eran solo huesos.
—Tranquila, todo estará bien...— soltaba lagrimas en cilencio, a duras penas y sentía que respiraba.
Quinto síntoma; Manchas en la piel, pérdida de peso, envejecimiento...
La puertas se abrieron dejando a ver a marcos, su pulcro traje negro y su sombrero del mismo colo, se veía como si hubiera llegando la hora de Emily.
—Eliot...— dijo llamando su atención, este solto con delicadeza la mano de Emily, miestra se daba la vuelta, su mirada cambió, esperando una respuesta —Hablemos afuera...— dijo para luego salir con Eliot detrás de él —Es peor de lo que pensé— menciono mientras seguía caminando —Dime, la criatura que la mordió sigue viva...— pregunto mientras abría la puerta del despacho.
—¿Eso importa?— respondió Eliot, sin preocupación.
Samuel suspiro cansado —Claro que importa... Sse demonio es un mestizo, una unión entre un vampiro y un Akumaro, criaturas con un fuerte veneno, aun que no estoy del todo seguro, guardan veneno en sus colmillos, su única salvación era su sangre, salvo que tú lo mataste estas jodido, su cuerpo se está transformando, pero sin la sangre de su creador morirá, aun que a estado soportando el veneno, no se si pueda aguantar más, su cuerpo se secara y no quedará nada más que huesos y piel...
Akumaro; raza perdida de demonios tóxicos, a quellos que trataron de ropa un poder que es suyo, su maldición es vivir sufriendo con ese veneno..
—y si utilizamos la sangre de otro del clan...— pregunto Eliot.
—No se puede... ya te dije, solo el que la mordió... Por primeras ves en tu vida deja de tomar decisiones a la ligera.
Sin duda esto era malo, Emily moriría, sus últimas sonidos serían de dolor y desesperación, por un momento Eliot sintió enojo con sigo mismo puesto que el lo mato, lo único que podía salvar su corta existencia, Eliot se sentía despreciables, no sabia que hacer, por primera ve ese su vid quería salvar a una humana, era tan ordinaria, no guardaba nada en específico, o eso era lo que creía.