Encuentro

Adonis

Hoy desperté temprano para hacer el desayuno, ayer no logre dormir muy bien con lo que me paso en el techo, por una inexplicable razón cuando Nahiara se acercó sentí que si se alejaba algo malo sucedería, en verdad fue un sentimiento extraño. A lo lejos empiezo a escuchar como ella ya se está despertando, así que me apuro a terminar.

—Hotkcakes, que rico- hablo

—Espero que te gusten- en un plato serví una torre de estos, después saque miel, frutos rojos, nutella y lechera

—¿No crees que es mucho dulce?- digo cuando noto que los empapa de nutella y lechera

—Nunca es demasiado dulce- sonrío —¿A que hora regresamos con las hadas?- me pregunto

—¿Tan rápido quieres irte?- le dije mientras la acompañaba con el desayuno  

—¿Qué más piensas hacer?-

—Pensaba llevarte a un zoológico- cuando menciono la última palabra se termina de comer más rápido de lo usual terminando con una gran sonrisa  

—Bien, deja me visto y vemos- dijo feliz

Cuando termine lave lo que ensuciamos para después bañarme y vestirme, cuando llegamos a nuestro destino se adentró al lugar como niña pequeña, compramos algodones de azúcar, helado y unos peluches que ganamos en un pequeño juego.

Llegando me agradeció y no tardo en dormirse, los siguientes días la lleve a hacer más actividades como patinar sobre hielo, ir a museos, acuarios y ver maratones de películas en la cabaña, este sábado la llevare al parque de diversiones.

Ya siendo el día llegamos al parque dónde empezamos por una montaña rusa.

—No creo que pueda hacer esto- dijo aferrándose a mi brazo  

—Vamos Nahí, no pasa nada- hable tranquilo para transmitirle lo mismo

—No confío en esas cosas-

—Bueno, si no confías en ellas confía en mí, te aseguro que terminaras divirtiéndote- tomo su mano y la llevo conmigo

Tal y como predije lo termino disfrutando completamente, fuimos a más juegos e incluso acabamos completamente empapados. Ya secos la invite a comer unas hamburguesas.

—Con que no lo disfrutarías eh- le di un pequeño empujón el cual me regreso

—Dejemos eso a un lado y comamos- sonreí

—Ya veo, la fiera tiene hambre-

—No soy fiera, además, no te puedes dirigir así ante tus superiores- es lo último que escucho antes de verla

Ahí está, pequeña y alegre como siempre, con su piel blanca, sus ojos grises y cabello negro azabache. Con esa sonrisa tan peculiar que me alegraba las mañanas más nubladas, pero esto no puede ser posible porque está muerta, yo vi como sus ojitos perdían su brillo y se convertía en un rayo de luz para acompañar a la Diosa Luna, para descansar eternamente.

Simplemente no puede ser ella, parece tener la edad que tendría en este momento, pero es una coincidencia, si solo eso, una coincidencia, ella no pudo sobrevivir, murió en mis brazos, yo la vi partir, no puede ser ella ¡NO PUEDE SER ELLA!

–Adonis, ¿Qué pasa?- vuelvo a escuchar a Nahiara   

—Tenemos que irnos Nahiara- dije levantándome de mi lugar y tomándola del brazo

—Pero aun…- no deje que hablara cuando la saque de ese ahí

—No puede ser, no puede ser ella, está muerta, yo la vi con mis ojos, no puede ser esto posible- me susurré

—Mierda Adonis, me estas lastimando- dice soltándose de un tirón

—Entra- abrí la puerta

—No hasta que me digas que diablos te sucede- ahora lo que menos quiero es dar explicaciones

—¡Que entres maldita sea!- le grite haciendo que entrara

Maneje tan rápido como pude hasta llegar a la cabaña, cuando lo hicimos baje del carro y fui al interior del bosque buscando con que desquitar mi enojo, la mejor manera que encontré fue peleando, así que fui a lo que los humanos llaman “bar”.

Tome tanto como pude, lo malo de ser sobrenatural es que nosotros no nos podemos emborrachar con el alcohol de los humanos, busque a algún otro que lo estuviera y empecé la pelea. La cual se convirtió en una campal haciendo que llegaran patrullas, me logre escapar de ellos así que no tuve ningún problema.

Ya habiendo desquitado mi enojo regrese a la cabaña donde si encontré con que emborracharme, tome algunas botellas y me las lleve afuera unto conmigo, no sé en qué momento termine llorando, lo único que se es que es la primera vez que lloro después de lo que paso. Lloro a la luna, a lo que paso aquel día, a quienes perdí y todo lo que sufrí gracias al odio de mi padre, cada recuerdo lastima tanto como se sintió en ese momento.

Sin quererlo termino dormido en medio del bosque acompañado de la luz de la luna….

(…)

Despierto cuando siento un balde de agua con hielo caer sobre mí, abro los ojos dándome cuenta que estoy en la bañera de mi recamara, lo peor de todo esto es que el agua de la regadera cae en mí aumentando el frío que sentía.

—Pero que… - me susurre

—Báñate, hoy mismo regresamos con las hadas- me dijo Nahiara saliendo del cuarto

Hago lo que dice, abro la llave del agua caliente pero no sale lo que espero.

—No hay agua caliente, así que apúrate-

Tomando en cuenta lo que dice me aseo y cambio, cuando termino salgo del cuarto donde me espera junto a una mariposa ¿desde cuándo sabe transportarse de un mudo a otro? La miro y parece realmente cansada, ni siquiera me atrevo a verla directo a sus ojos.

—Apresúrate- me ordena haciendo que tome sus manos y lleguemos dónde partimos hace una semana

Abro la boca queriendo hablar, pero ella no deja que lo haga, pues de su espalda salen un par de alas marchándose, yo quiero hacer lo mismo pero mi fuerza no es la suficiente para hacerlo, perdí mucha después de lo de anoche aumentando a eso que estuvimos una semana fuera.

Luego de unas horas caminando y pensando cómo diablos llegue a la cabaña entro al palacio, me dirijo a mi cuarto, pero cuando entro veo aun montón de sirvientas sacando mis cosas.