Capítulo 1

Toda esta hermosa historia comenzó de una forma un tanto extraña.

Lyncai un chico un tanto callado, antisocial, de estatura media/alta, piel de tez un poco morena, ojos de color café, cabello café oscuro y despeinado como siempre le gustaba andar. Acudió como de costumbre a sus ensayos de danza folclórica, un día se llevaría una gran sorpresa, ya que, había una chica nueva en el grupo, una chica que desprendía belleza, lucía espectacular, una chica de hermosos ojos café oscuro, un hermoso cabello que era como la hermosa lluvia que cae del cielo, una nariz pequeña muy perfecta, unos labios tan carnosos que no podía evitar las ganas de besarlos, de estatura un tanto media/pequeña y una melodiosa voz que le hacían competencia hasta a los coros angelicales. 

— Tengo que hallar la forma de hablarle— dijo Lyncai pensando —Pero... ¿Y si la lastimo como a las demás?, Mejor esperaré a ver si ella me habla.— 

Pasaron los días y solamente chocaban miradas más nunca entablaban conversación. Un día de una plática ajena Lyncai alcanzó a escuchar el nombre de aquella chica nueva. 

— ¿Estrella? Wow, nunca había escuchado un nombre tan hermoso— lo dijo para sí mismo en su mente. Y después de haber escuchado ese nombre sus ganas de entablar una conversación con ella aumentaron aún más. 

Para suerte de Lyncai un día el profesor les dijo que formarán parejas y ahí notó una gran oportunidad para poder acercarse a esa chica espectacular, así que sin pensarlo 2 veces fue corriendo a elegirla de pareja. 

— Ho... Hola...— dijo Lyncai con voz un poco temerosa — Co.. ¿Cómo te llamas?—

— Holi, me llamo Estrella y tú Lyncai ¿Cierto?—

Lyncai pensando en su mente dijo —¿Cómo sabe mi nombre?— a lo que él decidió preguntarle esta misma pregunta a ella. 

— Oh, muy fácil, eres de los más representativos como para no haber escuchado tu nombre— dijo Estrella cerrando su frase con la sonrisita más pura y sincera que Lyncai había visto en su vida. 

— Oh vaya, yo no me veía así, pero gracias— dijo Lyncai un tanto nervioso. 

Ensayaron un buen rato juntos, hasta que llegó la hora de irse a sus hogares. 

— Estrella, espera— dijo Lyncai. 

— ¿Qué pasó Lyncai?— Respondió Estrella

— ¿Vendrás el próximo ensayo?— preguntó Lyncai

A lo que Estrella respondió — Claro, mañana te veo Lyncai, hasta mañana—

Ese día Lyncai se sintió demasiado feliz de poder haber entablado la primera conversación con aquella chica que miraba de lejos.