Y una vez que se fue, mis ojos cerraron, el sueño me ganaba y ahí estando sólo hablé dentro mi mente: -“papá ¿dónde éstas? Mamá está cansada, mamá se va, te necesito papá, para dormir juntitos con mamá, te necesito para irnos juntitos al parque, y abraces a mamá para que no tenga frío mientras yo juegue, ¿papá? ¿dónde estás? Te necesito papito, mamá no me cuenta nada de ti, hoy en el festival no estabas, te hice un dibujo papá te ves casi igual a mamá, pero no sé si te pareces a mamá. Papá ¿dónde estás? Ya son años que no te veo, en sí, nunca te vi, mamá siempre me dice que ya llegarás, pero ¿cuándo?. Hay muchas cosas que quiero contarte papá, ya deberías de llegar, hay noches que estoy así solito cuando mamá se va, me da pena quisiera ayudarla pero mamá dice que primero debo estudiar y ser un hombre de bien, papá deberías de llegar para ayudar a mamá, está cansada lo sé, hay noches que llora y llora bajito para que no la escuche, pero sé que llora, el año pasado le pedí a papanoel que te trajera conmigo, pero creo que siempre se olvida porque nunca me hace caso. Papá ¿cuándo llegarás? ¿Dónde estarás? Quiero conocerte y verte, te necesito papá aquí y ahora para que durmamos juntitos, me hace frío papito, ¿dónde estás?, vuelve con mamá pronto, ella también te necesita, al igual que yo, para ser un hombre y cuidar de mi mamá, papá ¿dónde éstas? O estás con ¿tu mamá también?, te extrañito papito vuelve”- una lágrima cayó por mi mejilla se deslizó hasta caer en la almohada, de repente sentí angustia y lágrimas derramé a mi almohada y a ojos sollozos mis ojos se cerraron y de repente, me quedé dormido. Desperté a la mañana siguiente, mamá estaba ahí dormida, la desperté:
-mamá ¡ya levántate!, ya es hora para que vayamos, se nos hará tarde mamá.
-un rato más… ¿sí mi angelito?-decía mi madre toda quejumbrosa.
Me levanté y puse agua a hervir y se lo preparé un café como le gusta, y para mí me preparé un vaso de leche, a mamá le gustaba mi café siempre me decía que sabía muy bien rico, siempre mamá tomaba café con huevos revueltos y ensalada. Yo solo mi vaso con leche, y de vez en cuando con pan tostado y queso mozarela, mamá y yo marchamos rápidamente a la escuela para que luego siguiera a su trabajo. Me dejó en la escuela y se fue, y a la tarde la esperé como siempre para luego estar con ella y comer y dormir. Mamá llegó pero parecía estar cansada.
-Mi niño traje algo de comer, espero que ¡te guste!
-woow !sushi… gracias mamá!-le dije todo hambriento y goloso de querer comer ese banquetito.
Y una vez más se despidió con otro beso en la mejilla y se marchó, tenía la sensación de que esta vez no tendría que ir, le dije a mi mamá:
-mami, no vayas mami, quédate conmigo.
Mamá sonrió y solo respondió:
-ya volveré mi niño tranquilo mi angelito abrígate bien ¿quieres?
Me manó un beso por los aires agitando su mano de despedida y con una sonrisa ella se marchó. No sé ¿por qué? Pero no quería que se fuera, me preocupé pero traté de ser positivo y entonces traté de dormir, para luego despertar con mamá. Mientras mamá se iba al trabajo sufrió un pequeño balanceo como un bote, se sujetó a una baranda y se sacudió la cabeza esperó un rato para que el balanceo en su cabeza se pasara ella en sí mismo masculló:
-tal vez, una bebida energética me vendrá bien.
Llegó a un mini supermercado y compró una bebida energética y se lo tomó, siguiendo con el camino a su trabajo tomó un taxi, ya estando adentro del bar y poniéndose su mandil de mesera empezó a circular. Horas mas tarde otra vez se balanceó de un lado para otro dejando caer su charola al suelo y entonces mamá se tumbó. A la mañana siguiente desperté, pero mamá no estaba creía que tal vez estuviera en el baño o que tal vez estaría en la cocina, corrí para todos lados pero mamá no estaba, no quería pensar nada malo hasta que ella llegara, entonces pensé que tal vez fue a la tienda a comprar algo, me puse manos a la obra puse la caldera a hervir para el café de mamá y mi vaso de leche. Lo dejé todo listo pero mamá no llegaba ya eran las siete y cuarenta minutos, me asomé a la ventana y luego al balcón por si a fuera la pillaba pero no había la presencia de mi mamá, me dije –“tal vez está perdida, la ¿iría a buscar?”- ya faltaban cinco minutos para las ocho, tenía que ir a la escuela, pero decidí buscar a mamá agarré mis cosas y fui…