Llego unos 10 minutos más tarde de lo previsto, él está ahí sentado con un rostro que parece no mostrar emoción alguna, a su vez noto como realiza movimientos con sus manos, mueve la izquierda hacia la derecha una y otra vez.
— hola, ¿cómo has estado?— inicie la plática.
—La verdad me siento mal — me respondió como si ese tipo de respuesta no fuera tan relevante.
—¿por qué? — pregunté curiosa.
—No nos permitieron filmar en la capilla— me respondió.
La verdad me costaba entender el porqué estaría tan mal por eso.
—Tranquilo, seguro habrá otra capilla que acepte ser filmada— Intente ver si eso servía.
—Esa capilla es importante, el cortometraje está basado en una experiencia de mi abuela y la parte final fue en esa capilla— me respondió un poco agitado, pero luego se controló.
— Disculpa si mi comportamiento te parece algo "infantil", creo que debería explicarte eso— me respondió con un tono más común al que suele utilizar.
Vaya, este tipo es algo raro ¿qué debería explicarme?
Me hice varias suposiciones, tal vez es un hombre mimado que siempre consigue lo que quiere, tal vez por eso está enojado por la capilla.
Tal vez era un tipo muy arrogante o tal vez solo es uno de esos supergenios que tienen series de televisión.
Me miró fijamente y me dijo algo apenado,
—soy aspie, tengo el conocido síndrome de Asperger. — me lo dijo algo tímido.
—Si te he incomodado o fastidiado, no te preocupes puedes retirarte estaré bien —
No se nada de lo que dijo, ¿aspie? ¿Asperger? No sabía a qué se refería, tal vez su tono monótono y aparente desinterés estaban ahí, pero ese tipo de palabras nadie las dice sin sentir nada.
—no te preocupes, no me has incomodado, es la primera vez que escucho de ese síndrome ¿Crees poder explicarme un poco de él? — le pregunté
—está bien, en pocas palabras el síndrome de Asperger es un síndrome que le impide a la gente que la padece entablar relaciones sociales y nos vuelve hipersensibles a ciertos estímulos sensoriales— me dijo algo confiado
—Oh, ahora que lo mencionas parece que si escuche algo de él una vez, en televisión— respondí con lo que sabía, por alguna razón estaba interesada en el tema.
—Has muchas series en este momento que hablen del tema, pero me parecen en algunos casos conductas de Asperger "más graves" y siempre son genios— me respondió.
—¿entonces no todos son supergenios? — pregunté un poco más.
—habitualmente tenemos un IQ más alto de lo usual, es muy raro ser un como dices "supergenio" — me respondió.
—perdón si te pregunte demasiado, es solo que no conozco mucho sobre este tema— respondí algo apenada.
—no, no te preocupes, no has preguntado demasiado y está bien saciar nuestras inquietudes cuando tenemos la oportunidad— me respondía con su aparente desinterés.
—Bueno Fernando, creo que deberíamos hablar de otro tema— continuaba la plática.
—Ok, está bien, ¿a qué te dedicas? — me preguntó.
Empezamos a conversar sobre mi vida y la verdad a mi parecer era mucho más aburrida que la de él, siendo franca llegue a molestarme por esas preguntas, hice indirectas una y otra vez; sin embargo, él siguió hasta que directamente hable.
—oye Fernando, vi la película de Gatsby— le dije con el fin de cambiar la plática.
—Si, ¿qué tal te pareció la película? — me pregunto algo apresurado, pero pudo esbozar una sonrisa.
— Creo que Gatsby no merecía ese final, medio odio a Daisy por eso— conteste su pregunta.
—eso quiere decir que... ¿Te gustó la película?
—Si, la volvería a ver— le conteste con una sonrisa.
—Que bueno que te haya gustado, es de mis películas favoritas— me dijo algo contento, luego se quedó mirando la mesa durante un tiempo.
Durante ese silencio pude ver sus ojos, eran unos ojos misteriosos eran un enigma, ahí estaban, pero no expresaban ninguna sensación.
Entonces decidí reanudar la plática.
— ¿sabes que le dijo un cerillo a otro? — le pregunté.
—ohm, los Cerrillos no pueden hablar— me respondió algo confundido
Luego creo reaccionó al chiste.
—quiero decir, no, no sé que le dijo al otro— se agitó un poco la cabeza después de hablar.
— Pásame las bolsas— terminé el chiste.
Paso un rato de silencio, él solo me observaba y yo pensaba.
¿Tenía que hacer un chiste tan malo?, ¿mejor contaba un chiste más "grosero"?
— ya sé que el chiste es malo je, je, je— intentaba no verme avergonzada mientras contaba eso.
—oh, perdón, ohm si, otro problema que tengo es que entiendo todo de formas muy literales y por eso mismo me cuesta captar chistes— me dijo algo apenado.
El resto de la cita solo hablamos de cosas irrelevantes, sobre la comida y demás cosas, finalizó la cita cuando una alarma sonó de su teléfono.
— Bueno, debo irme, a esta hora comienza mi programa de tv, ha sido un gusto platicar de nuevo contigo, no sé si desearías tener otra cita aunque sea solo una cita amistosa —me extendió la mano mientras decía.
Desde mi punto de vista, él no me parecía una mala persona, solo algo "especial" no sabía cómo reaccionaria a que le dijera no y, por otro lado, no había tenido una cita tan exitosa en varios meses.
—si, ¿quieres que sea aquí mismo?— le pregunté
—no, nos vemos en el cine que está en la avenida Madero cerca del supermercado, claro, si no tienes problemas con ello—
—de acuerdo, nos vemos ¿cuándo? —
— Estaré ocupado los próximos dos días, si gustas dentro de tres días—
—esta bien, hasta luego y cuidate—
—igualmente—
Mientras caminaba pase a la tienda, compre "los puentes de Madison" y me puse a pensar en Fernando, sobre su síndrome y pensar en que iba a hacer, para mi es alguien "raro" pero sus palabras son mucho más sinceras que las que he oído de otro ser humano, bueno veré a Tania y espero pueda ayudarme con el.