POV Ricardo
Decidí a sacar a pasear a mi hermosa esposa; Nati y mi hijo que viene en camino son mi razón de vivir, en estos días ha estado preocupada por Ali, así que la anime a ir de compras e invitarla para que viera que todo está bien, después de recoger a mi hermana Mónica y a Ali, nos fuimos al centro comercial para realizar las compras.
La verdad es que le tengo una sorpresa a Alida, pude comunicarme con su madre y dijo que estaría hoy aquí en el centro comercial para reunirse con ella, sé que la extraña mucho por eso intento de mil formas comunicarse con ella, fue una casualidad que se comunicara conmigo.
-Llegamos chicas, ahora a divertirse—se ríen por mi soso comentario.
-Ja como si te gustaran las compras cariño—dice mi esposa con burla.
-Sabes bien que te molesta ser nuestro canguro, debes de tener todas nuestras bolsas de compras—añade mi hermana.
-Piedad chicas, yo no comprare muchas cosas Ricardo, así que de mi parte no tendrás que cargar bolsa.
-Por eso te quiero Ali—me rio al ganarme un golpe de mi adorada mujer.
-Vamos, quiero comenzar con el recorrido, por favor no dejes que Ali alce al niño, no lo puede hacer—Ali le regala una mueca de disgusto y todos nos reímos.
Salimos del auto y comenzamos nuestro recorrido, como dijo mi hermana, ella y Nati se encargaron de comprar de todo, Ali aún no se animaba a comprar nada, les dijo que ya Eddie se había encargado de comprar las cosas necesarias, se alejó de nosotros para ir a ver ropa para el posparto, yo me fui directo a guardar las bolsas en el carro para volver por más.
POV Alida.
Me alejo de la loca y compulsiva de mi amiga que se quedó junto a su apoyadora cuñada quien tiene en sus brazos a Andrew para seguir comprando de todo, veo las ropas que me servirían para después del parto, escojo un par de leggins y unas blusas, sé que no voy a quedar del todo delgada pero al menos sé que tampoco gorda, pues mi vientre no es tan grande como lo es el de Natalia a pesar de tener 6 meses, es más grande que el mío.
-Hola preciosa—volteo asustada al escuchar esa voz.
-¿Qué… que haces aquí?—sonríe de medio lado.
-Lo mismo pregunto, ¿Por qué estás aquí y sola?
-No es tu problema—se acerca mucho a mí y comienzo a temblar.
-Veo que estas embarazada, eso quiere decir que has engañado a todo el mundo con esa estúpida idea de que te deje sin procreación—dice con rabia.
-Así me dijeron los médicos, esto es solo un milagro.
-Y me imagino que el idiota que te hizo el milagro es con el que vives y es el mismo que le gustan las mayores—se ríe sarcástico.
-Ya dije, no es tu asunto.
-No me hables así muñequita, ¿Quieres que te recuerde lo que soy capaz de hacer cuando me enfado?—mi cuerpo tiembla del miedo.
-Iván, ¿Qué haces?—escucho la voz de una mujer, el cierra los ojos y voltea tratando de ocultarme.
-Nada cariño, ¡oh, te queda precioso ese vestido!, ¿Te sientes cómoda con él?
-Eso creo, ¡ah, me gusta ese conjunto para después del parto!—escucho unos pasos y a Iván ser apartado bruscamente.
La mujer mira el conjunto a mi lado y luego me mira con intriga, ladea la cabeza y luego mira a Iván quien le regala una sonrisa nerviosa.
-¿Estabas coqueteando con ella?—niega efusivamente.
-No amor, ¿cómo crees? solo tengo ojos para ti—ella saca algo de su cartera y veo como me apunta con un arma, al instante llevo mis manos para proteger a mi bebe y ella mira mi movimiento, enfadándose aún más.
-Está embarazada, ¿Es tuyo?—le pregunta con los dientes apretados.
-No cariño, ella es Alida, ¿recuerdas?, por la que estuve en la cárcel.
-Maldita—me dispara en el brazo y yo me quejo del dolor, Iván se acerca para quitarle el arma y pelean un poco hasta que se la quite.
-¿Te has vuelto loca?, no quiero que vayas a la cárcel a pocos días de tener a nuestro bebe—la regaña en murmuros.
-Ah—se queja de dolor tomando su vientre—¡me importa una mierda!—dice con rabia, se acerca a mí y me agarra fuerte del cabello, estoy en shock por el miedo que siento y ella me tira como una muñeca de trapo, tira una y otra vez contra la pared, caigo al suelo y comienza a patearme.