capitulo 2.

Capítulo 2.
 

El auto de Brad se detiene frente a mi casa y como puedo trato de bajar pero se me hace imposible, con tan solo el más mínimo tacto de mi tobillo con el suelo este me duele.

— déjame ayudarte.

Brad baja rápidamente y me ayuda cargando me. Una vez en sus brazos, trato de ayudarlo cerrando la puerta.

No pude evitar soltar una risa imaginándome como se ve esta cómica imagen, provocando que él me mirase con el ceño fruncido.

— ¿de qué te ríes? - me pregunta mirando al frente.

— Creo... creo que esto debe de verse muy cómico - río y el niega con la cabeza.                      

— hemos llegado su majestad - ríe - ¿Cómo abro la puerta? - pregunta con los ojos bien abiertos.

— déjame sentada en la escalera por favor.

Le pido y el obedece, saco de mi bolso de Batman, así es Batman —no sé porque tengo una pequeña obsesión con los super héroes— saco mi llave de mi billetera y se la entrego.

— Ahora si, abre la puerta - le ordenó y el obedece, veo como camina hacia la puerta y ágilmente la abre, vuelve hacia mí y me tiende la llave - ahora cárgame.

Le pido haciendo un puchero y alzando los brazos.

Brad solo ríe y me carga con mucho esfuerzo, ya que no me podía levantar.

Entramos a mi casa y está todo el lugar en silencio como si no estuviese ocurriendo un ataque en el colegio. Brad me lleva a la sala de estar dejándome sentada en el sofá.

— iré por hielo - me informa y yo asiento.

Veo como este camina hacia la cocina y yo observo el lugar, no puedo evitar mirar la hora y hacer una mueca, falta poco para medio día y a está hora siempre está mi mamá o mi papá preparándo el almuerzo.

Niego con la cabeza, obviamente no están en casa, lo más probable es que ya sepan lo del ataque y estén en el colegio.

El teléfono de la casa empieza a sonar y me sobresalto, logro alcanzarlo con mucho esfuerzo, ya que para mi suerte este se encuentra al lado del sofá donde estoy sentada, pero debo estirarme.

"¿Bueno?" pregunto y hago una mueca, mi voz salió muy dulce.

"Tengo a 23 estudiantes, hijos de tus hombres, Steven" habla una voz que me hice estremecer y provoca electricidad en todo mi cuerpo.

"¿P... perdón? ¿Con quién hablo?" Pregunto asustada y ciento su respiración alterada "¿hay alguien ahí?"

La llamada es finalizada justo cuando Brad vuelve. Este me mira con el ceño fruncido y yo le sonrió como puedo.

— ¿cómo pueden tener 3 heladeras?- me pregunta con el ceño fruncido y yo alzo los hombros riendo y frunzo el ceño.

– Llamaron diciendo que tenían a 23 de nosotros - susurro – ¿Como tienen el número de mi padre?

— ¿de qué hablas?

Se arrodilla y toma mi pie colocando el hielo en mi tobillo asiéndome chillar por el frío tacto.

— Los picaros ¿creo?... tienen a 23 estudiantes, acaban de llamar - susurre lo último.

— ¡COMO QUE NO LA ENCUENTRAS!- se escucha el grito de mi padre proveniente de su despacho - ENCUÉNTRALA... LA QUIERO SANA Y SALVA.

Con Brad nos tensamos, ¿De que habla mi padre?, se suponía que no estaba. Ambos no miramos con cara de ¿Que mierda?, haciéndonos reír, mi padre nunca ha sido un hombre alterado, y justo ahora lo estaba. A él no le gustaba gritar o enojarse, dice que así le saldrían canas y arrugas.

Un fuerte portazo me sobresalta y mi pie choca contra la mesilla de centro, donde lo mantenía apoyado, por lo cual se me hace imposible no soltar un pequeño grito.

— Jade...- susurra mí padre mirándome con los ojos llorosos una vez que llego a la sala.

Rápido se acerca a mí y me abraza, provocado que mi pie lastimado se mueva y suelte otro leve gemido de dolor.

— ¿estás bien? - me pregunta y yo niego mirando mi pie - ¿Que te sucedió?

Su mirada asesina se posa en Brad y este traga saliva de manera no muy silenciosa que digamos.

— Responde niño... ¿qué le paso a mi hija?

— eh...este, se torció el tobillo cuando saltamos la reja - habla rápido producto del miedo que le provoca la asesinante mirada de mi padre, cosa que a mi igual me da temor, el nunca es así.

— ¿De qué hablas?... ¿acaso no pasaron por los túneles? - pregunta con una ceja enarcada.

— ¿qué túneles? - preguntó esta vez un poco ida.

— Los túneles que instalamos para el ataque - responde obvio.

—¿Qué túneles?...no había ningún túnel - digo ya un poco alterada al no entender de que hablaba, si algo que odio son las preguntas vacías.

— los túneles del gimnasio - mira a Brad - quiero que me cuenten como es que llegaron acá sin pasar por los túneles y, sin que los picaron los atrapen.

Como puede producto de los nervios al estar hablando directamente con mi padre, el entre comillas es un hombre "importare", Brad cuenta lo que sucedió al pie de la letra, mientras yo solo miro mi tobillo que ya había dejado de doler y se estaba deshinchando.

— ¿Jade? - me llama la atención mi padre - ¿porque no estabas en el gimnasio?

— porque me aburre - le respondo sincera - tu mejor que nadie sabe que nunca he asistido a esa ceremonia y esta vez no iba a ser la excepción. - lo miro directo a los ojos y después a Brad que sigue sentado en el suelo con los pies cruzados  - pero tú no me has respondido lo de los túneles - suspiro - así que, te escuchamos.                                     

Mi padre se queda mirando a la nada, yo solo lo miro esperando una respuesta hasta que suelta un leve suspiro.

— Hace 2 meses recibimos una llamada...- comienza a hablar - se trataba de un infiltrado que tenemos con los picaros, llamo informando que iban a atacar el primer día de clase, tenían pensado capturar a todo el colegio y amenazar con matarlos si no decíamos - suspira - hay fue cuando empezó nuestro plan, construimos túneles bajo el colegio y principalmente en el gimnasio. el plan consistía en que ese día, hoy, cuando los picaros ataquen solo 20 estudiantes quedarían de rehenes, ya que solo 20 se ofrecieron para no levantar sospechas, el plan iba a la perfección habían atrapado a los 20, pero uno de los picaros encontró el túnel y lograron capturar a 3 más, el nombre de los otros tres todavía se desconoce, y como ustedes no aparecías - nos mira - se suponía que serían tú y Brad dos de los nuevos rehenes.