Antonia.
Todo es confuso, recuerdo cuando éramos buenos amigos, las veces que me decía que había elegido al hermano más viejo , yo le respondía que prefería la madurez antes que la inmadurez.
Siempre tomaba con humor sus comentarios, no tenía porque dudar, me miraba a los ojos y siempre sonreía, yo sólo quería llevarme bien con la familia y él siempre me lo hacia fácil.
Consultaba conmigo la ropa que usaría, el perfume, los zapatos. Nunca sospeche Nada, no había nada para sospechar sus sentimientos hacia mi.
Recuerdo esa vez bromeando los dos solos en su habitación, cuando le dije que no creyera que era lindo porque no lo era, me empujó sobre la cama se subió arriba mío, sus manos sosteniendo las mías por sobre mi cabeza, el brillo en su mirada mientras me veía a los ojos , acercándose a mi boca .
Recuerdo el latir de mi corazón contra su pecho y pensar que me iba a besar, reírme pensando que eran ideas mías. Separarse de mi al oír la voz de su madre llamándolo.
Todo quedó ahí fue sólo ese momento, nunca lo hablamos. No se volvió a repetir.
Tiempo después coincidimos en un boliche, su hermano discutiendo conmigo porque otro chico se me acerco a hablarme al oído.
El se acercó a nosotros, podía ver el odio en su mirada, había visto la misma escena que su hermano y reaccionó igual. La diferencia ... él era mi cuñado, no tenía derecho a meterse. Desde ese día nunca más le dirigí la palabra ni un saludo .
Nunca me puse a analizar esas cosas hasta ahora. En ese momento sólo pensé que al igual que el resto de su familia no me quería como novia de su hermano.
Yo era diferente, no era sumisa, no me callaba, hacia lo contrario a lo que esperaban de mi. Por eso mi suegra no me quería, nunca pudo hacerme sentir menos, yo era muy rebelde.
¿Como me confundí tanto.?
Editado: 29.09.2019