Mi primer y último crush

4.- La endgame

—Porque yo...—sus ojos negros se llenan de lágrimas—soy... ¡Spiderman!—las lágrimas desaparecen y empieza a actuar como imbécil, lanzando telarañas imaginarias a las paredes.

—Danna, te juro que si no me dices todo, te despides de esta amistad.

La aludida alza su mirada encima de mi hombro, viendo de reojo a Liam, lo veo por el rabillo de mi ojo, su cara sigue sonriente, pero confundido por lo que estamos susurrando tan pegados.

—Bueno... no quise nunca decirte, porque tenía miedo de que me criticaras como todos....—masculla—mis padres no pueden descubrir—se me acerca poniendo su índice sobre los labios, me acerco más, quedando a pocos pasos de su cabeza, se pone la mano dramáticamente en su mano.

—.Yo... escribo fanfics Taegi. Lo siento.

—Que Dios te perdone, porque yo no lo voy hacer—se me sale de mi boca espontáneamente, quedando como estúpido al frente de Danna que no duda en reírse, rebuznando como una mula—. ¿Qué es Taegi? ¿Con qué se come?

—Ay, mi pendejo—dice negando con la cabeza—. Taegi, es la razón de mi existencia, la razón de tu existencia, la razón de la existencia de...¡hasta el propio Diosito!

—Soy agnóstico.

Me brinda una mirada perpleja.

—Me vale. Puedes ser ateo, mormón, testigo de Jehová, pero el Taegi es nuestro Dios y debemos rendirle culto. Amén.

—Estás loca.

—Ajá—dice revisando el celular—¡A la mierda! Llevo como tres semanas buscando un buen fanfic y no encuentro nada.

—No me has dicho por qué me obligaste a hacer eso—Danna recapacita, por un momento su mirada deja de ser de una maniática fan de los chinos y por primera vez, creo, no está pensando en sus preciados chinos.

—Es que...—traga saliva—pues... no sabía qué hacer y entonces quise escribir una historia y como no se me ocurría ideas. Me dije: mira que ofertón, el retrasado de mi mejor amigo tiene un crush, y el crush es un perdedor y BOOM ¡se me ocurrió la mejor idea de todas!—confiesa con sus mejilla sonrojadas.

Yo sigo sin entender nada... qué tiene que ver ese... Tae... ¿ji? En su estupidez y en la mía de hacer esto.

—¿Qué dijiste qué dijiste?

—Es como: ¿Cómo dices qué dijiste?—me corrige Danna—. Además de lerdo, sordo.

—Bueno, la que debe disculparse aquí eres tú.—aunque también fue un poco mi culpa, sin embargo, la ciencia me bendijo a ser un busca desafíos, no hay cosa extrema que no me atreva, y si son con mis sentimientos, me da miedo... al principio porque mi lado competitivo sale a flote, dejando olvidando mis penurias—. Mi vida no debería ser utilizada para un libro. Y menos para un Fanfic, o como sea que se llame.

—¡Mamarre, mamarre!—canturrea una persona, metiéndose entre los dos, sus mejillas mojadas se pegan a los nuestras, creando un splash lleno de sudor—Como lo mueve esa muchachota ¡eh!

—Holland, mueve esa mano de mi muslo.

Danna roda sus ojos, empujando la mano del rubio de mi vestido. Yo cabreado le muerdo el lóbulo de la oreja, este se queja y empieza a emitir ruiditos de besos, la morena le da una colleja en el cuello.

—Lo siento. No vuelvo a meterte en cualquier de mis fanfics.

Me sobo el cuello, porque el animal de Holland acaba de morderme ahí, como si fuera de su propiedad y cuando me viré, Liam, te estoy diciendo, Liam me estaba viendo como si quisiera matar a mi mejor amigo, mientras que su mejor amigo está con el celular alzado hacia nosotros.

—¿Y?

—No vuelvo a decir que Taegi es lo mejor porque eso no....—traga saliva, nerviosa, con un tic en las manos, queriendo rasguñar al rubio que anda restregando su mejilla en la suya cual gato—es real.

—¿Y?

—No te vuelvo a llamar a las 3 am para avisarte que veas los Billboard el miércoles y tampoco para spoilear el final de Endgame donde muere...

—¡Calláte!—grita el rubio tapando sus oídos con sus manos—¡Tengo orejas de pescado! ¡No pague en vano para el cine si me spoileas!

—¿Amigos?

—Amigos—confirmo, moviendo a Holland de mi lado. Si no se controla, lo tendré que demandar a la perrera. No quiero a un mejor amigo tan molestoso.

—¿Por qué siento que me están ojeando? —dice rascándose la nuca.

—Chicos, creo que debemos salir de aquí... tu novio está que nos mira con cara de culo desde hace unos treinta minutos.

—Siempre ha tenido cara de culo. Después de perder el primer torneo, 7 a 0, se mantuvo con esa cara y pegó a muerte a una pobre hormiga. Desde ese día, ese hormiguero no volvió a ser el mismo.

Me despego de ellos, sonriendo, aunque me sigue doliendo el vestido y la peluca está mojada de tanto sudor hacia Liam, que me sonríe de vuelta, su mejor amigo alza sus cejas al ver a mi lado, asustado porque vira su cabeza como si me reconociera, tiemblo de pies a cabeza.

—¿No te he visto antes?—mi corazón salta de mi pecho hasta que me doy cuenta que no es a mí al que ve, sino a Holland.

—¿Ah?



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En el texto hay: humor, romance, drama

Editado: 24.12.2020

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