-jaja era en serio, creí que bromeabas jaja- Teo reía a carcajadas.
-Pues ya ves que es verdad- respondí fingiendo enfado.
-Es que no imaginie que no supieras jugar.
-Nunca había visto una en mi vida- respondí apenada.
-Nunca te llamo la atención la tecnología o...
-Acá en el pueblo no podemos gastar el dinero en diversión, debemos cubrir todo lo necesario.
-Si claro, lo entiendo- ambos quedamos incómodos después de esa conversación.
Pasamos toda la tarde allí, jugando, charlando, bromeando. Todo fue increible y yo no quería marcharme pero debía hacerlo.
-Gracias la pase muy bien.
-Gracias a vos por tu compañia- se fue acercando a mi y no pude evitar retroceder.
-Bueno ya me voy, chau- y sin dejarlo responder salí rápido de su departamento, no se cual era su intencion con ese acercamiento pero hoy no quería averiguarlo.
Al llegar a casa todo lo bueno que había sucedido desde la mañana, se fue al infierno; papa estaba ebrio y muy violento, vi que discutía con mama y que la abofeteaba. Y aunque eso me dolía ya había aprendido en no meterme ya que ella no lo hace cuando las agredidas somos Ani o yo. Pero cuando estaba por subir las escaleras escuche el llanto de Ani y supe que a ella también la estaba lastimando; así que sin dudarlo corrí a protegerla. Empuje a mi padre y levante a Ani del piso y le dige que subiera. Cuando intente correr yo también, fui jalada del cabello y arrojada violentamente al piso.
-Maldita vagabunda!!! Yo te voy a enseñar respeto!!- después de esas palabras, se quito el cinturón y comenzó a golpearme; mi cuerpo estaba entumecido del dolor. Solo podía cubrir mi rostro.
Luego de unos cuantos latigazos mas se fue de la cocina dejandome herida en el piso, con la mirada de lastima de mi madre, que no fue capas de defenderme sino que tampoco me ayudo a levantarme, solo se fue.
No podía moverme y me toco pasar toda la noche en el piso de la cocina.
A la mañana siguiente fui despertada por un balde de agua fría que cubrió mi cuerpo por completo.
-Despierta estúpida, o quieres que te golpende nuevo?- era Susana
-Ayudame no puedo pararme- pedí en suplica he increíblemente Susana me ayudo.
-Gracias.
-No agradescas, que no lo hice por ti sino por mi, porque tengo hambre.
Prepare el desayuno y a escondidas hice los bizcochitos que le había prometido a Teo. Me vestí totalmente tapada y salí rumbo al lago. Estuve un rato largo desahogando todo mi dolor y furia. Luego fui a casa de Teo.
-Hola- salude fingiendo una sonrisa.
-Hola, creí que no vendrias.
-Te los prometí y aquí te los traje.
-Siiiii que rico, pasa ven voy a preparar unos café- entre y desayunamos junto, otra ves pasamos una linda mañana pero esta ves no podía quedarme hasta tarde, el dolor que tenia en el cuerpo era mucho y tenia demasiado sueño.
-Bueno es hora de que me valla- dije poniéndome de pie.
-Que,tan pronto?
-Si...tengo cosas que hacer y bueno...eso...después nos vemos- intente disimular pero no paraba de bostezar.
-mmm haber si adivino lo que tenes que hacer- se puso de pie y me miro fijamente- eso tan importante es acostarte a dormir y......oho mierda- de un momento a otro toco mi frente.
-Que haces?- pregunte sin entender.
-Tienes fiebre.
-Quizás un poco, es mejor que me valla- intente irme pero Teo sujeto mi brazo.
-No, como se te ocurre que voy a dejar que te marches- lo mire sin entender- ven recuestate en mi cama que voy a llamar a un doctor.
-No!!! Doctor no-grite deseperada , no podía permitir que el se enterara de lo que había sucedido. Estaba segura que si el lo sabia ya no querría ser mi amigo.
-Esta bien pero recuestate.
-No, estoy bien ya se me pasa.
-No. Te recuestas y duermes un poco o llamo a un medico- me intimido mucho en la forma que me miraba y como me había hablado.
Accedí con miedo, pero para mi sorpresa nada sucedió el me dejo descansar y me dio un medicamento para bajar la fiebre, dos horas después me sentía mucho mejor. Así que cuando estaba por ponerme de pie, Teo entro a la habitación y se sentó en la cama frente a mi.