Al día siguiente, me levanto con un fuerte dolor de cabeza y cuando me doy vuelta en la cama, me encuentro con unos fuertes brazos a mi lado, sin duda era un hombre, cuando me acerco para verlo mejor me doy cuenta de quien esta en mi cama era Erick.
Ana: Dios… ¿Qué he hecho?
No tardo mucho en darme cuenta de que no me encontraba en mi habitación, sin saber que hacer tome mi ropa que estaba tirada en el piso y salí corriendo de aquel lugar. Llegué al hospital y comencé a recordar todo lo que había pasado, al darme cuenta de que me había acostado con Erick, comencé a sentir unas náuseas y me dirigí corriendo al baño. Después de vomitar, me lave el rostro y mire mi teléfono, tenia 30 llamadas perdidas de Yoel y 12 de mi madre. Comencé a llorar desconsoladamente pensando como volvería a ver a Yoel a los ojos.
Ana: ¿Por qué? ¿Por qué lo hice? Incluso mientras lo hacía con Erick seguía mencionando su nombre, ¿sino hubiera regresado todo estaría bien? Perdóname, enserio lo lamento tanto…
Dure unos 30 minutos en el baño y luego regrese a casa.
Madre: ¡¡Ana¡¡ ¿Dónde estabas? ¿Por qué no respondiste tu teléfono?
Mi madre al fijarse bien en mi rostro me pregunta:
Madre: ¿Ana, estuviste llorando?
Ana: eh... no mama solo fue esta situación que me puso un poco triste, no preocupes, estaré bien.
Madre: …esta bien, sube a tu habitación y báñate de acuerdo.
Ana: ok.
Cuando entré a mi habitación, comencé a llorar y una voz me dice:
Yoel: ¿Por qué lloras?
Cuando me di la vuelta me encontré con Yoel sentado en mi cama.
Ana: ¿Qu-que haces aquí? (le dije sin levantar la mirada).
Yoel: se que terminamos, pero me sigo preocupando por, (de repente se detiene y dice) trata de esconder mejor ese chupetón.
se va sin decir nada mas y yo ni me atrevo a detenerlo.
Llorando me dije: lo siento mucho Yoel, lo siento mucho…