Pasaron 15 y el no dejaba de cuidarme, el gesto que él tenía hacia mí no había cambiado estos 15 años de mi vida no lo podía creer tenía al mejor amigo del mundo.
Yo ya era mayor de edad y empeze a trabajar en una facultad en la cual el trabajo no era tan largo y me agradaba el ambiente de ese lugar, un día conocí a un chico alto, agradable y de carácter cálido, nos llevábamos muy bien y después de unos meses de conocernos me pidió que fuera su novia, a lo cual acepte, un día lo lleve a casa para que todos lo conocieran.
Sarp fue bien recibido por toda la familia menos por una persona la cual era Behlül, no podía creer que me mirara con tanta tristeza al verme con Sarp

No sabía que pensar al respecto tal vez el estaba enamorado de mi o solamente lloraba de emoción porque yo había encontrado al hombre de mi vida
Después de que Sarp se fue subí a la habitación de Behlül a hablar con el.
–Behlül puedo pasar
–Si (dijo con tono desilucionado)
–Behlül que te pasa porque te pones así no me gusta verte de esta manera
–Yo... Estoy muy feliz por ti, es solo que has crecido tanto, ven aquí (me dijo mientras me cargaba abrazándome a la ves)
–Behlül no te pongas así o me harás llorar
–No importa llora junto a mi, no querrás dejarme solo en esto verdad
–Pero que estás diciendo (dije riéndome) Sabes muy bien a lo que me refiero nunca te dejare solo siempre estaremos juntos.
La reacción de Behlül cambio repentinamente y entre risas fuimos al jardín a recordar viejos tiempos como cuando éramos niños.