Mi vida

C1-Rafe

Nunca he sido una persona importante. No creo que lo sea. No aspiro llegar a serlo. 

Durante los 17 años de mi vida, nunca he conocido a una persona como yo que lo halla conseguido tampoco.

Y es que no creo que tengo algo que presumir; algo en lo que pueda sobresalir de los demás.

 Realmente soy un chico tímido. No me gusta estar en lugares llenos de gente porque siento que me ven y me juzgan. 

Tampoco me gusta estar en lugares cerrados por la misma situación.

Prefiero evitar la conversación a toda costa. Yo nunca soy el que empieza los tópicos. 

Suelo seguir a la multitud y trato no meterme en problemas cuando puedo.

Si bien podríamos decir que soy un chico bueno, siempre me he sentido inferior a los demás. De niño, mi pediatra me decía que tenía una enfermedad con un nombre raro que hacía que los pibes de mi edad se sintieran inseguros de mí mismos.

Claramente ese diagnóstico fué el inicio de una vida tormentosa. Más aún, cuando tienes a unos padres que esperan mucho más de tí.

Añoraban ver a su hijo graduado de alguna reconocida universidad o siendo algún grande líder; alguien de renombre. No digo que ya no pueda serlo, pero honestamente me cuesta más que cualquier otro chico.

El complejo de mi timidez me limita a ser muchas cosas dentro de este mundo tan lleno de gente sociable. 

Solo recuerdo cómo cuando entre a la prepa y conocí a mis compañeros por primera vez, me llenó de horror saber que tendría que empezar de nuevo a buscar un "amigo".

Me aterran las presentaciones y creo que tengo un complejo en cuanto en mi seguridad personal. El primer día fuí el último en presentarme. Si yo hubiera podido escoger, simplemente no habría ido a la escuela durante la primera semana por no lidiar con la gente. 

Aunque el plan siempre funciona cuando me mudo a un lugar nuevo, mi papá se pelea con mi mamá porque dice que me "apapacha" o conciente mis acciones. 

La verdad es que no es así. Lo que pasa es que mamá me entiende. Ella me trata bien. Me trata genial. La amo. Ella realmente quiere que me sienta seguro y por eso me consiente con el licuado de plátano que tanto me encanta. Me repite casi a diario que no tengo que hablarle a la gente si no quiero. Ella sabe que me cuesta hablarle a la gente y me tolera. 

Papá no es así. Él trabaja en una industria que ensambla parte de autos. El es el segundo del jefe y tiene muchas responsabilidades. Casi nunca está en casa. Me gustaría de pronto que un día no fuera a trabajar para que disfrutara en casa con mamá y conmigo. El otro día casi le digo. 

Pero es inútil. Porque ama más su trabajo que a nosotros. Saber eso me parte el alma.

Aunque no lo crean. Soy la persona más tímida que jamás conocerán en su vida. Nunca creí que fuera a cambiar hasta que conocí a Michelle...



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En el texto hay: relatosbreves

Editado: 21.08.2021

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