Capítulo uno
Renata Ramírez
- Vamos, Vamos
Digo mientras muerdo mi lápiz, estoy en mi cama con mi cuaderno de dibujo en las piernas y sin saber como terminar dibujo.
De repente dejo el cuaderno y el lápiz en mi cama y miro a la ventana, pensando todo lo que a pasado este año...
Ya por fin la pandemia a acabado y podemos hacer vida normal, aunque a veces me preguntaba ¿Quería volver a hacer vida normal? Si que extrañaba ir al colegio pero siendo honesta también me daba miedo.
No me daba miedo en si lo de que mis compañeros sean ahora unos idiotas totales, la verdad eso ni me importaba pero hace tanto que no voy a un lugar sola y ahora debo hacerlo, mis hermanas están graduadas y están ya en la Universidad, mi mamá trabaja de profesora pero no en mi colegio y mi papá trabaja en Machachi por lo que no le veo todo el tiempo.
Vivo en Ecuador, en Quito, es por eso que me da miedo ir sola, es verdad tengo recorrido que me recoge de la puerta de mi conjunto y me deja en la puerta del colegio y viceversa, pero aun así me da miedo ¿¡Y si me intentan secuestrar o peor aún: me caigo!?
Seguro se preguntan por que le tengo más miedo a las caidas que a un secuestro, bueno, es complicado: nací con el pie derecho mal y lo doblo, o sea, camino como con 2 pies izquierdos y eso me a provocado muchos accidentes.
Cuando tenia 10 años acabe en el hospital y casi me quedo esa noche y todo por dos cosas: Las Mallas y mi pie, claro. Me resbale en las gradas y mis gradas tiene un filo de madera ¿Adivinen quién se golpeo la cabeza ahí? Exacto: una Renata de 10 años emocionada por que iba a llevar a sus ponys de peluche a vacaciones.
Ya tenía 13 años, en un mes cumpliria los 14 y empezaré con la etapa más dura, fea y emocionante de mi vida: La Adolecencia. Aunque la verdad no quiero crecer, me niego a hacerlo...
En medio de todos esos pensamientos alguien llama a mi puerta, me giró y veo como la cabeza de mi mamá se asoma.
-Renata, Krisley te escribió- me dice dandome el celular.
Lo malo que me ha traido la pandemia (aunque todo lo que trajo fue malo) es que ni siquiera tengo mi privacidad, me toca compartir teléfono con mi mamá ¡Con mi mamá!
Agarró el teléfono y veo el mensaje.
Loca 💖✨
Hola rena puedes salir?
Yo
Déjame preguntó
Miro a mi mamá con ojos suplicantes y ella me vira los ojos.
-Vuelves cuando llegué tu papá, vamos a salir.
Le doy una sonrisa y la veo yéndose de mi cuarto y sonrió más, mi mamá ya por fin bajo de peso tanto como quería, aunque algo no me cuadraba ¿De dónde saco dinero para el GYM y esa ropa que tiene ahora? Deje de pensar en eso y decidí coger mi mascarilla (aunque ya no la necesitaba) y unos zapatos viejos que tenía.
Yo
Ahorita salgo
Salí de mi cuarto y me fui al piso de abajo donde mi hermana mayor mayor Vicky se hacía algo sano, ella siempre es así, sali de la casa cerrando la puerta y me dirigí a la cancha sintética del conjunto.
No se si les pasa que a veces se quedan mirando a la nada, ¿Pensando en literalmente nada o en literalmente todo? ¿No?, bueno a mi si, y eso estaba haciendo hasta que escuche una voz femenina que me saludaba.
- Hola Rena- me dijo Krisley, es una chica de 16 años que se mudo recién a mi conjunto pero que tiene completamente embobado a mi amigo Martin.
- Hola Kris.
- Oye ¿Saco el balón para jugar?
- Dale.
Me gustan muchos deportes pero uno que me encanta es el Volley, pero nosotros jugamos volley callejero, Krisley sacó el balón y justo cuando le iba a preguntar algo entre ella y Martin siento unas manos en la cintura y veo a abajo.
- Hola hermosa- le digo a Amira, la hermana menor de Krisley, tenia 4 o 5 años y era un amor. Yo me había convertido en niñera, Krisley y Martin se iban a hacer Dios sabe que cosas mientras yo distraía a Amira para que ellos hicieran sabe Dios que cosas.
- ¡BUUU!
- A LA M*ERDA
- ¡MARTIN!
Martin es un chico de 14 pero en Octubre cumple 15, es menor a Krisley pero esos dos son el uno para el otro. Martin me asusto, yo lo insulte y Krisley lo regaño, casual.
- Hola Martin - Dice Jann, el hermano mayor de Krisley que sale acompañado de Estefan y Matías, los hermanastros de Krisley.
Y cómo si Dios quisiera decirme algo aparece Daniel, mi amor imposible y tonto. Daniel es un chico Estadounidenses pero toda su familia vive aquí, y aunque ya mismo se va me gustaria que fuera menor, es super lindo, cabello algo largo ondulado, ojos cafes, alto, ya dije super lindo ¿El problema? Es 4 años mayor a mi y soy conciente de que una niña de 13 años no puede estar con un chico de 17, por eso es mi amor imposible, ustedes se enamoran de Cantantes y yo de los de mi conjunto. Si lo se, muy estúpido.
- Bien ya que estamos todos ¿Jugamos Volley?- digo.
- Ok- dicen todos.
Subimos al piso de arriba del conjunto donde esta la cancha y nos ponemos a jugar, yo voy con Daniel, Krisley y Martin. El otro equipo son Jann, Estefan, Matías y Valery una chica Venezolana.
***
Después de jugar como por 2 horas veo que el Porton del conjunto se abre y entra un Nissan X-TRAIL de color Plomo.
- Lo siento chicos, ya llego mi papá, jugamos otro día, bye.
Todos me despiden y me voy a ver a mi papá que acaba de llegar del trabajo.
- ¡Papi! - le grito, ¿no se si ustedes tiene una conexión especial con algún pariente de su familia? Bueno yo la tengo con mi papá, siempre ha sido así, al menos desde que tengo memoria. Mi papá me abraza y me saluda.
- ¿Ya estás lista para irnos?- me dice. Asiento con la cabeza y justo aparecen mis hermanas y mi mamá, los Sábados podiamos pasar en familia y eso era lo mejor para mi.