Mi Vida "Perfecta": Problemas y Amores Adolescentes

Navidad de Lujos: Parte Uno

Capítulo Veintiuno

24 de Diciembre del 2022

Renata Ramírez

El reloj de mi velador o mesita de noche comenzó a reproducir una alarma a las 07:30 de la mañana y yo como la adolescente que soy: la apagué y seguí durmiendo.

- Buen día dormilona- dijo mamá literalmente tres segundos después de apagar la alarma, revise el reloj y seguian siendo las 07:30 de la mañana. Me senté en mi cama y vi a mi madre sonriente levantandó mis cortinas.

- ¿Qué ha pasado en siete horas y media desde que inició el día para que tengas tal sonrisa?- le pregunté y tal vez yo estaba con cara de medio muerta.

- Es 24 de Diciembre hija, mañana ya es Navidad: a ti te encanta la Navidad- dijo y segui mirandola como antes.

- ¿Y la razón de la sonrisa es...?- le dije y me viró los ojos pero segui con su sonrisa.

- Anda, muévete, muévete, muévete- me quito las cobijas y se acercó al armario- En la noche te pones la ropa que compraste ayer, ponte algo semi-formal- dijo y me acerqué a ella.

- Si claro mami, como yo soy experta en moda- le dije y me di la vuelta para ir al baño.

Hoy si que iba a estar de locos.

Tomé una ducha caliente muy relajante, me lave los dientes y cuando sali del baño suspiré frustrada: mi mamá me habia dejado una falda negra y una blusa roja con mangas largas y anchas al final. Lo único que me agradaba de aquel outfit eran las botas negras que eran mis favoritas.

- Dios mío, sálvame- dije y procedi a vestirme con aquella ropa.

Al bajar me encontré con todos los empleados muy ocupados, me habia cruzado con unos veinte como mínimo antes de bajar a desayunar. Al entrar, mi nariz se lleno con el olor a vainilla y chocolate.

- Buen día- saludé a todos y me senté junto a mamá- Algo huele muy bien, ¿qué es?- pregunté.

- Estamos haciendo galletas para dejarlas a Santa Claus- dijo Lounie.

Me quedé en silencio un rato.

- Este.. Lounie...- iba a decirle que en realidad "Santa Claus" o "Papá Noel" o como le llamen en realidad no existia cuando sentí una mano en mi hombro, regresé a ver y era Nicholas.

- No- dijo- Es una niña: déjala- asentí. Al final ni mi problema era si sabia o no.

- Te iba a preguntar, Lounie: ¿cuántas galletas hiciste?- cambié de tema.

- Muchas, así que voy a necesitar de mucha ayuda para decorarla.

No la mires, no la mires, no la mires, no la mires. No. La. Mires. Me dijo aquella voz.

Pero a mi me valio m*erda y regresé a ver a mi madre quién me miraba con una cara de "Tú vas a ayudarla".

- Será una buena actividad para que convivan juntas- asentí sin poder creermeló.

- Ya veo- le dije aún mirándola a los ojos- ¿Y no pensabas en decirme esto hasta ahora, no?- le pregunté a mi mamá.

- ¿Por qué? ¿Te hubieses negado?- me preguntó en un tono de advertencia y negué con la cabeza.

- No pero, me hubiese levantado más temprano para ayudarla a hacer la masa- dije y me sonrió.

- Es que si fuimos a despertarte pero te veias en un sueño muy profundo y te dejamos dormir- explicó Lounie y asentí.

- Bueno, ojalá y te hubiese ayudado a hacer algo más que la decoración- fingí estar bien con esto aunque en el fondo queria reclamarlé a mi madre por haberme metido en eso. Mire a Lounie pero de la nada un idiota se puso en mi campo de visión.

Ay digo, Nicholas se puso en mi campo de visión.

- Ya que lo dices- Pobre de ti, hijo de- A Santa Claus le encantaran tus cupcakes de cheesecake de limón- dijo Nicholas con una sonrisa.

- Son muy ácidos- respondí.

- Nick tiene razón, le fascinara: tenemos que hacerlos Renata- dice Lounie y miro a Nicholas.

- Claro- contestó y Nicholas se va de la cocina victorioso porque es campeón para acabarse esos cupcakes.

- Vamos, vamos, vamos- me dice Lounie y me bajo de la silla.

Comenzamos a hacer el postre y cuando ya tenia la masa: El intruso Nicholas Castillo llego.

- Veo que les esta quedando muy bien el postre- dice y antes de poder tomar un poco: le quito el bowl de las manos.

- Si, pena que aún no esta listo- digo y comienzo a colocar la masa en sus respectivos moldes, Lounie coloco corazones de dulce en cada uno y los pusimos en el refrigerador.

- Bueno Lounie: ya sabes cual es tu parte- le recuerdó a Lounie.

- Tú tranquila que Nick no se va a hacercar a esta refrigeradora- me contestá.

- ¿Qué?- preguntá Nicholas.

- No se pueden comer, son para Santa Claus- le digo y me fulmina con la mirada- Los hicimos solo para Santa, no puedes comertelos- le aclaró.

- ¡Ay por favor Renata, no seas ridícula, si Santa no...!- se calla cuando señalo a Lounie con la cabeza y la regreso a ver. Lounie tenia una ceja levantada que mostraba curiosidad.

- ¿Santa no qué, Nick?- le pregunta Lounie y Nicholas me regresa a ver.

- Si Nick, ¿Santa no qué?- le repitó la pregunta de su hermana.

- Santa no... Se va a comer todos esos cupcakes: son demasiados- dice y yo aguantó las ganas de reirme- Yo puedo ayudar con los que sobren- contestá.

- Nop: todos para Santa- dice Lounie.

- Ya oíste a la niña: todos para Santa- le dije y salí de la cocina.

Me fui a mi cuarto pero en el camino me encontré a Steve quién estaba en llamada.

- También dile a tu hermano que...- dejo de hablar en cuanto me vio y nos mantuvimos la mirada un momento. Nos quedamos los dos ahí, parados, mirando al otro. Steve tapó la bocina del teléfono y me sonrió.

- Un pequeño problema haciendo esos cupcakes, ¿no?- me dijo y me di cuenta de que mi camiseta estaba sucia, de hecho, era exactamente a lo que venia: cambiarme.

- Si- dije y decidi hacer la vista gorda y los oídos sordos esta vez y segui con mi camino.

Pero soy una persona chismosa así que me quedé detrás de una columna para escuchar hasta donde pudiera escuchar.




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