Capítulo Veintidós
A la mañana siguiente
25 de Diciembre del 2022
Renata Ramírez
Dormir...
Que hermoso es dormir.
Claro, siempre vas a tener una que otra pesadilla y te levantarás sudando, gritando o llorando pero es el momento en el que mandas todo a la m*erda y decides tomar un descanso de tanta m*erda que es tu vida. Yo era un oso en pleno invierno cuando llegue aquí, no me arrepiento ni un momento haber estado muchos de mis días aquí durmiendo tranquilamente, olvidando todo.
Pero que difícil es olvidar todo cuando alguien esta en tu cueva de oso en invierno y escuchas una voz chillona.
- ¡Despierta, despierta, despierta!- decia Lounie con esa voz chillona.
Llevamé Dios pensé.
- Pero, ¿qué pasa?- pregunté, despertando de mi delicioso sueño.
- ¡Tenemos que ir a ver los regalos de Santa!- dice sonriendo- ¡Vamos, vamos!- me saca de la cama y a regañadientes comienzo a bajar con ella.
Y debo admitir que me sorprendi cuando vi que habían un montón de regalos debajo de aquel árbol navideño. No podia creer que realmente engañaran a Lounie de tal manera.
- Buenos días, feliz navidad- saludé cuando me di cuenta de que mamá y Steve estaban ahí.
- Feliz navidad cariño- me dice mamá y me da un beso en la mejilla.
- Feliz navidad Renata- dice Steve y asiento.
- ¡Si, justo los que queria!- dijo... ¿Nicholas?
Regresé a ver al árbol y vi que a lado de una Lounie en estado de desesparación para abrir todos sus regalos, se encontraba un Nicholas con una caja de zapatos y otros regalos envueltos. Ambos estaban tan emocionados y me preguntaba como un hombre de 20 años podia estar tan emocionado por abrir unos regalos de Navidad debajo del árbol.
- Vaya que sabes sorprenderme, Nicholas- dije y abrazé a mamá- ¿Soy la única que tiene sueño acaso?- pregunté, tratando de bostezar mientras veía como Lounie corría a ver una gran caja y Nicholas seguía viendo bolsas de ropa.
- Debe se ser la casa de muñecas que le pedí a Santa- dijo y luego vió la etiqueta, su expresión fue algo decepcionante- Oh- dijo y suspiró- Es para ti, Renata.
...
¿Qué dijo?
- ¿Qué dices?- pregunté.
- Si, aquí dice que es para Renata- explica Lounie y va a ver otro reaglo.
- Parece que Santa se confudió, ¿verdad?- pregunté, regresando a ver a la pareja a mi lado.
- Santa no se equivoca- dijo Steve.
- Es verdad, él nunca se equivoca- contestó mamá.
Trágame tierra, trágame tierra, trágame tierra pensé mientras me acercaba al gran árbol y a la caja. Al abrirla me encontre con una cartera y varios accerios muy bellos, de una marca que realmente no reconocí pero tenía como logo una F normal y otra F pero de cabeza.
No lo sé, yo no soy muy a la moda que digamos.
Era muy bello, todo lo que venía ahí era precioso y se veía muy costoso, traté de tranquilizarme por lo abrumada que estaba y le dí a mamá y a Steve una sonrisa.
- Gracias... a Santa- dije, recordando el engaño de la pequeña Lounie- Por este precioso regalo, realmente estoy muy agradecida- dije y cerré la caja.
- También te trajo esto- dice Nicholas y me entrega una bolsa.
- Que generoso que es Santa- dije y solo vi el interior, eso me bastó para ver dos cajas de zapatos- Lo mejor será llevarme esto a mi cuarto.
- Fue generoso por tus cupcakes, se los comió todos- dijo Lounie y señaló la mesa donde solo estaban la envoltura de los cupcakes.
- Si, seguro le encantaron- dije y regresé a ver a Nick.
- Dejó una nota diciendo que estaban deliciosos- me dijo y yo solo negué con la cabeza.
Subí a mi habitación para dejar los regalos cuando alguien entró detrás mío: Steve.
- Hola Steve, gracias por los regalos. Son muy bonitos- dije aunque apenas y había visto lo que me regaló.
- Me alegra que te hayan gustado. Lamento decirte esto con tan poca anticipación pero necesito que empaques tus cosas, ya que debo terminar unos negocios y pasaremos fin de año en París.
...
Insistó, y yo pensando que ir a Loja ya era un lujo.
- ¿París? ¿nos vamos a París?- pregunté para poder confirmar lo que escuché.
- Si, debemos irnos máximo hoy en la noche así que sería excelente que comenzaras a preparar tu equipaje. Estaremos una semana y media aproximadamente- dijo y yo asentí.
- Esta bien Steve, empezaré ahora- dije y él salió de mi cuarto.
Dios mío, esto si que iba a ser grande.
Lunes, 26 de Diciembre del 2022
Estuve toda la tarde arreglando mi maleta para poder irnos. Dejamos L.A cerca de las siete de la noche y tardamos casi 11 horas en llegar a París. Al llegar se supodría que debían ser las 05:00 a.m pero debido al cambio horario de 9 horas entre L.A y París: eran las 2 de la tarde ahí.
Decir que estabamos cansados era poco, esta vez puedo decir que estaba agradecida de que Steve tuviera una casa en París, no ya no un apartamento: una casa.
Hermosa, demasiado hermosa. Rústica y moderna a la vez, con grandes ventanales para los increíbles paisajes y lo suficientemente grande para decir que se acercaba a una mansión.
Me dieron una bella habitación, simple pero con su toque. Inmediatamente me puse algo más cómodo y puse algo de ASMR para descansar, no podía creer lo que un simple viaje me podía cansar. Me dormí un buen rato cuando alguien me agitó suavemente, regresé a ver y resulta que era Steve, me levanté y por primera vez: nos quedamos viendo el uno al otro sin ninguna incomodidad.
- Hola- dije rompiendo el silencio.
- Hola Renata, ¿Descansaste bien?- pregunta y asentí- Bien, porque vamos a salir a cenar. Viste algo elegante porque es un restaurante con código de etiqueta- me informa y volvi a asentir.