9 años atrás.
-¡Suéltame me lastimas!- grita el niño haciendo una mueca de dolor.
La niña le agarra sus cachetes con fuerza, mientras que los presentes se ríen de la escena.
-Mira gordinflon, tú no me mandas y yo hago lo que se me plazca.
El niño le pellizca las manos de la niña y esta chilla soltándolo, el intenta correr pero un niño lo agarra.
-Eres un imbécil sin vergüenza, pagaras por esto-dice la niña
El niño lo agarra de la oreja, haciendo que el caiga de rodillas.
-Pídele perdón- le manda este, señalando con su otra mano a la niña.
-No- dice con sus ojos cristalinos.
-Que lo hagas- dice apretando más su agarre causando que al niño se le escape un agudo grito.
-Yo… yo lo…
Él está a punto de llorar, pero de repente el niño que lo sostenía cae al suelo. El aprovecha para huir y empieza a correr, pero algo lo detiene.
Al igual que él, los presentes tenían la boca abierta.
-¡Eres imbécil o que!
Hay una niña encima de él dándole puñetazos en la cara, el niño trata de devolvérselos pero la niña le lleva más ventaja, pues está encima. Todos están en un shock total. Pero en ese preciso instante llega el profesor y los separa.
-¡A la dirección los dos! – les dice, con una mirada asesina
-Y ustedes lárguense- les señala a los expectantes.
Todos corren asustados y el profesor se lleva a los dos niños.
El niño observa como estos se alejan y cuando se han ido empieza a correr con todas sus fuerzas.
Llega a la fuente que está en el centro de la escuela y trata de recuperar el aliento.
“Esa niña me salvo” piensa “y aquí estoy yo de cobarde”
Vuelve a correr para dirigirse a la dirección, abre la puerta sin avisar y todos los que están presentes, lo miran con cara de asombrados.
-Todo es mi culpa- dice apenas recupera su respiración.
-¿Qué?- dice el director confundido.
-Yo hice que se pelearan, fue mi culpa.
-No es tu culpa- escucha la voz de su salvadora- este niño junto con sus amigos lo estaban molestando.
Señala al chico, quien tiene un tapón en su nariz y su camisa manchada de sangre.
-Ahora entiendo- dice el director- pero esa no es la manera correcta de hacer las cosas.
-Lo sé, pero no soportaba ver como el sufría y nadie hacia nada.
-Comprendo, pero tú- ahora se dirige al niño- ¡has recibido tu merecido!
Este se para y mira con odio a los dos niños. Sale sin que el director le dé permiso.
-¿Adónde crees que vas?- el director va tras el niño y lo agarra de la oreja, este hace una mueca de dolor.
-Ustedes ya se pueden retirar
Estos asienten y se salen.
Antes de que entren a su salón el niño agarra con timidez la mano de la niña.
Ella se voltea quedando frente al niño, el la observa, tiene el cabello castaño, sus ojos son grises y su piel es blanca como la de él.
-¿Qué pasa?- le pregunta volviéndolo a la realidad.
-Mmm… yo… solo quería agradecerte- dice con timidez.
-No es nada, para eso existo- dice sonriendo ampliamente dejando ver dos hoyuelos en sus mejillas.
El niño le devuelve la sonrisa.
-Entremos- dice ella.
-No- dice rápidamente.
-Mientras estés conmigo no te harán nada y tampoco puedes dejar que vean tu miedo- le dice tomando con cuidado su mano.
Los dos niños entran sintiéndo que pueden hacerlo todo juntos.