Opening:
♫ Una botella turuturu turu turu
♫ Una botella turuturuuu Una botella turuturuturuuu Una botella ♫
♫ Botellazo Tururururu Botellazo tutututututrruruuuuu Botellazo tururu Botellazo♫
♫ Milo y Kanon turutururu se van de joda tururu se van de joda turururu y se van de joda♫
A la verga todos tururururu a la verga turururu a la verga tutururururu a la verga♫
Si ves dos Milo y Kanon, por favor, no los violes.
Narrador: En el anterior capítulo de Milo y Kanon XX… pues había pasado muchas cosas como para contarlas en un practico resumen, y para ser sincero, me da paja. Así que vamos directamente a las preguntas. ¿Podrán Milo y Kanon superar lo de la homosexualidad oculta en los caballeros? ¿Decidirán vestirse de mujer para ingresar al boliche Gay? ¿Tendrán lo huevos como para repartir? ¡Todo esto y más en el capítulo de hoy!
Al final, como era de esperarse, Milo y Kanon no tuvieron otra opción que hacerle caso a Seiya, pero no irían solos, ya que obligaron a éste troglodita a ir con ellos, después de todo, necesitaban un guía para que los llevase al dichoso lugar.
—¿Por qué mierda me hacen ir si está doblando la puta esquina? —se quejó el caballero de Pegaso—. Además, ¿por qué se vistieron como los demás personajes de Rapunzel? —dijo desconcertado estando cruzado de brazos.
—Esa no es la pregunta —mencionó Milo—. La verdadera pregunta es… ¡por qué chotas soy yo el caballo y no el príncipe! —gritó muy descontento.
—Es que a vos te va bien ir en cuatro —aseguró Kanon buscando joder al Escorpiano, pero éste se la devolvió.
—Buena intento Kanon, pero te recuerdo que al que pusieron arriba fue a mí, no a ti en aquel poema —señaló él, haciendo una leve referencia al poemario de Naty Perez.
—¡Pero sigue siendo algo ficticio! —puso como excusa.
—Nosotros también somos ficticios lol
—¡Ah! Vete a la verga Milo —la discusión llegó hasta ahí por el motivo de que Seiya los interrumpió, ya que habían llegado al templo gay, digo, al boliche gay.
—Ya llegamos —mencionó Seiya, pero antes de poder entrar, tenían que pasar con una rigurosa inspección.
—¿Dónde están sus huevos? ¡Quiero verlos ahora, o si no los echaré a la calle de una patada! —anunció el guardia.
—Aquí están —Tanto Seiya como quienes lo acompañaban mostraron lo que portaban, y no, no eran sus genitales, eran huevos de gallina; cada uno tenía uno.
—Bien hecho, ahora pasen —el guardia los dejó por fin entrar, y una vez ahí, se encontraron con un montón de gente poco común; había de todas las clases, los colores y los sexos.
—Hay de todo acá dentro —mencionó Kanon mientras miraba a su alrededor.
—¡Mira a esa belleza! —señaló Milo entusiasmado, y volteó a ver a donde le indicaba, pero allí no vio más que gente disfrazada de dulces, la cuales entre ellas había un panquesito, y también lo que parecía ser una tarta de chocolate.
—Despierta Milo, son personas. No se pueden comer —mencionó de mala gana Kanon, pero el otro hizo caso omiso a lo que dijo su amigo y salió corriendo al encuentro con la tarta de chocolate.
—¡Chocolate! —y fue así cómo el caballo Escorpión mordió el disfraz de la tipa, la cual gritó ante este comportamiento tan demencial.
—Pero que idiota —se llevó una mano a la cara Kanon.
—¡Kyaaa! ¡Me está mordiendo un caballo! —exclamó con angustia la chica, y Milo, quien notó el mal sabor después de haberle quitado un cacho a ese disfraz (cosa que luego escupió), retrocedió.
—¡Qué asco! —se quejó el caballero de oro.
—Te lo dije, subnormal -w-U
—Oigan, dejen de tontear y vamos a buscar a Ikki y a Shun —los regañó el caballero Rapunselazo.
—Sí, sí —respondieron en conjunto, y fue allí que ahora se adentraron más profundamente en la boca del lobo.
En la parte más oscura del boliche, se encontraban toda clase de carteles fluorescentes que hacían mal a la vista, es por eso que antes de ingresar le dieron unos lentes de plásticos pixelados que no servían ni para mirar quién viene.
—Esto no sirve ni para mierda —mencionó Kanon.
—Cierto, veo todo negro, y no porque haya cerrado los ojos como vos aquella vez —capten la referencia de la primera temporada.
—Eso fue un error, no me lo recuerdes -w-U
—Miren gente, ahí están —señaló con su dedo a un chico vestido con lentejuelas, un short bien ajustado, y a otro con una camisa gris o plateada, la verdad ni yo estoy seguro de cuál cuernos es el color.
—¿El de la camisa es Ikki? —preguntó Kanon.
—No sé, no veo un carajo —aseguró Milo.
—Dios mío con ustedes. Les estoy diciendo que ahí están, ¡y quítense esos lentes de mierda! —y así lo hicieron, se quitaron aquellos lentes pedorros y lograron ver con claridad a sus compañeros perdidos.
—¡Oh, chicos, no los esperaba ver por aquí! —gritó con emoción Shun, quien ahora mismo iba a donde estaban los muchachos e indiscriminadamente tomó del brazo a Seiya—. ¿Vinieron a pasar la noche con nosotros? —preguntó y luego entre cerró los ojos haciendo un movimiento de cejas muy sugestivo—. Hoy el dos por uno está baratísimo.